MÓNICA FRANCO
LA PATRIA | MANIZALES
En la Universidad de Manizales, Juan José Cañas, psicólogo de la Universidad Nacional de Bogotá y experto en psicología clínica y forense, explicó por qué se aventuró a escribir sobre los comportamientos mentales de Luis Alfredo Garavito, asesino en serie que marcó la historia negativamente para Colombia.
Cañas trabaja en Medicina Legal de Bogotá desde hace 28 años y por su contacto con este hombre decidió, junto con su colega Ángela María Tapias, intentar resumir en páginas por qué Garavito violó y mató a por lo menos 140 niños.
El experto habló con LA PATRIA:
- Usted dice que los hechos biográficos de una persona son importantes ¿conoce los de Garavito?
Sobre él y su familia se sabe muy poco. Siempre se ha girado en torno a la información que él proporcionó cuando se le hizo la primera indagatoria, ese expediente es un auténtico documento. Allí dice que siempre fue violentado en su infancia y tuvo episodios dolorosos.
-Así las cosas ¿puede un niño que sea maltratado volverse un potencial asesino en serie?
El maltrato tiene que ver para que se desarrolle ese comportamiento. Hay más probabilidades de que un niño maltratado pueda ser un potencial asesino serial, pero no se puede decir que lo vaya a ser. Hay mucha gente que ha sido violentada y hoy en día son ciudadanos de bien. A veces los que dicen que han sido maltratados no lo han sido tanto y solo buscan excusarse. Lo que pienso es que el modelo no es lineal. No se puede identificar una variable que determine que alguien puede ser asesino, pero hay factores que pueden incrementar esas posibilidades.
- ¿Cómo se puede identificar un asesino serial?
Eso requiere de auténticos especialistas porque el asesino serial tiene unas características muy específicas. Generalmente los asesinos en serie llevan una doble vida, así como la llevó Garavito, que tuvo dos esposas, convivió con ellas y con sus hijos sin que los lastimara, por eso ni familiares ni amigos cercanos se imaginaban lo que hacía clandestinamente. Ese es el modo de operar de la mayoría, crean una doble vida para ser aceptados aparentemente ante la sociedad y llevan actividades clandestinas con las máximas precauciones.
- Garavito en entrevista al periodista Luis Guillermo Prieto, Pirry, dijo que estaba arrepentido ¿qué quería con eso?
Estaba manipulando. Es un psicópata y no hay arrepentimiento porque disfrutó con sus víctimas y si le dieran la oportunidad volvería disfrutar violando y matando. Dice que no tiene conciencia de lo que hizo, pero no es cierto, ese es su ejercicio y punto. Él es inteligente y el ojo del psicópata ve más allá de lo que nosotros vemos. Sabía que el programa de Pirry era reconocido y pensó que dando ese mensaje de persona transformada religiosa y mentalmente iba a convencer a los colombianos. Pero la audiencia a la que se dirigió no eran niños ingenuos, sino personas que captaron su frialdad y la rechazaron.
-¿Cómo es posible que un asesino en serie se muestre frío ante la culpabilidad?
Son características de un psicópata. El dolor ajeno no los toca ni les importa. Son egocéntricos al máximo, lo único que les interesa es su bienestar y lo logran a través de la satisfacción de sus necesidades e impulsos agresivos y sexuales. No solo no les importa el dolor ajeno, sino que lo disfrutan.
-¿Por qué muchos asesinos en serie quieren mostrarse arrepentidos y cercanos a Dios?
Además de que en el esquema religioso en que vivimos se cree en el dicho "el que peca y reza empata", los asesinos seriales creen que mostrar arrepentimiento les va a generar dividendos, pues los medios van a querer contar sus historias. Generalmente estas personas son inteligentes y saben a qué juegan.
- Garavito tenía en la mente los sitios donde enterró a sus víctimas, incluso después de ocho años ¿por qué?
Los asesinos seriales terminan viviendo única y exclusivamente de los asesinatos, lo demás pasa a un segundo plano. Aparentemente su trabajo era pedir limosna o vender cosas para financiarse los viajes y para responder por su esposa, pero su vida giraba en torno a su trabajo real, que en su caso era matar y violar. Se volvió un especialista en eso, y quién lo creyera, pero conocía más las estadísticas que cualquiera de nosotros. Anotaba en un almanaque los días en que mataba y después de cada homicidio registraba el nombre y algunas características para tenerlas como insumo.
-¿Por qué lo hacía?
Porque en el fondo se sentía orgulloso de matar y de ocupar un lugar en la historia de Colombia a través de eso. Se ha dado el caso de algunos asesinos seriales que han hablado de haber matado más gente porque quieren aumentar su estadística. Es difícil de entender esa lógica, pero así se da en la mente de un criminal.
-¿Puede un asesino serial tener compromisos cerebrales que lo lleven a ser lo que es?
Si los hay o no, en Colombia no se sabe, pues en ese sentido la medicina está en la oscuridad y no cuenta con los instrumentos para ver ese tipo de alteraciones físicas en el cerebro. Creo más en las predisposiciones, como al alcoholismo, a la depresión. Esas predisposiciones las eleva el ambiente, es decir, muchos pueden probar la droga y no todos se quedan en ella.
- En el caso de Garavito ¿fueron factores ambientales?
Creo que sí, pero eso no justifica lo que hizo. Por eso considero que las familias deben brindar apoyo y amor para disminuir el desarrollo de mentes criminales.
- ¿Qué caso de Garavito le llamó más la atención?
Ir a una escena como la de Ronald Delgado, a quien apuñaló en repetidas ocasiones y decapitó es difícil de olvidar.
- Muchos colombianos se quejan porque la justicia no ha sido rigurosa con él ¿qué le ha faltado al estado?
La responsabilidad del estado es impedir que Garavito salga. Generar programas educativos tendientes a evitar el maltrato en las familias para que los niños no se vayan de las casas y educar a los padres sobre la forma de conducir a sus hijos.
- Si Garavito queda en libertad ¿reincidiría?
Si Garavito queda libre volvería a delinquir, pues en personas como él la posibilidad de rehabilitación es mínima, porque disfrutaba de lo que hacía y seguramente lo seguirá disfrutando. Si queda en libertad volveríamos a ver familias de luto y llorando por sus actos delictivos.
Del libro
En el escrito de los psicólogos Juan José Cañas y Ángela María Tapias, En los laberintos mentales de Garavito, el lector tendrá la oportunidad de conocer tres capítulos. Dos hablan de los perfiles de algunas víctimas y del asesino, y uno con voces de expertos de diferentes partes del mundo sobre el caso de Luis Alfredo Garavito.
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