Varias dudas han surgido después de conocerse el estado de salud del vicepresidente de la República, Angelino Garzón. Una es qué pasará si no puede regresar a su cargo.
Según la Constitución, es el Congreso al que le corresponde elegir su reemplazo en caso de muerte, renuncia o incapacidad permanente. Sin embargo, expertos aseguran que existe un vacío jurídico, pues constitucionalmente no está establecido cómo se debe proceder frente a una ausencia temporal. Ésta última podría ser una posibilidad en caso de que Garzón necesite incapacidad para recuperarse del accidente cerebrovascular que sufrió el pasado lunes.
Por el momento sólo se puede hablar de hipótesis, pues el futuro del cargo dependerá directamente de la evolución médica del vicepresidente. Lo que sÍ está claro, en materia jurídica, es que si no hay una evolución favorable o si se llega a presentar incapacidad definitiva, quedaría la vacancia del cargo y se procedería a elegir a un nuevo vicepresidente.
El artículo 205 de la Constitución indica que: “En caso de falta absoluta del Vicepresidente, el Congreso se reunirá por derecho propio o por convocatoria del Presidente de la República, a fin de elegir a quien haya de remplazarlo para el resto del período. Son faltas absolutas del Vicepresidente: su muerte, su renuncia aceptada y la incapacidad física permanente reconocida por el Congreso”.
De acuerdo con el abogado y expresidente de la Corte Constitucional Alfredo Beltrán, se tiene un antecedente frente a un caso, que ocurrió durante la administración del exmandatario Ernesto Samper Pizano (1994-1998). “Samper tenía como vicepresidente a Humberto de la Calle Lombana, quien renunció; el Congreso de ese entonces eligió a Carlos Lemos Simmons”.
No obstante, explicó Beltrán, con Garzón “hay que esperar el parte médico, pues no hay un término de tiempo especial. No hay cabida para un reemplazo temporal, pero lo que la Constitución sí prevé es que si el vicepresidente no puede asumir el cargo, se asignará, por ejemplo, a un ministro en el orden de precedencia que establece la ley, pero todavía no se sabe si eso pueda pasar”.
A raíz de la situación de Garzón, el debate ha ido más allá, pues se ha vuelto a poner un tema sobre la mesa: la posible eliminación de la figura del vicepresidente y el retorno a la figura de un designado presidencial.
Curiosamente, el último designado fue el hoy presidente Juan Manuel Santos, cuando se desempeñaba como ministro de Comercio Exterior, en el gobierno de César Gaviria.
El cargo de designado presidencial correspondió en Colombia a la persona encargada de sustituir al presidente en caso de falta temporal o absoluta, y existió entre 1843 y 1991, con algunas interrupciones.
Aunque esta figura ya no existe, para el analista político Rubén Sánchez, “en caso de incapacidad permanente del doctor Angelino se volvería de cierta forma a la elección del designado, figura que se ha mantenido de alguna manera, pues si el presidente viaja deja encargado siempre a algún ministro. En la práctica seguimos con la figura del designado, aunque constitucionalmente en caso de que falte el presidente, sería el vicepresidente quien asumiría”.
A pesar de esta percepción, Sánchez fue enfático al afirmar que este es el peor momento para plantear esta discusión “después de lo que ha ocurrido con la Reforma a la Justicia”. Aun así, no descartó que a mediano plazo sea conveniente debatir una reforma constitucional que permita abolir el cargo de vicepresidente, pues según dijo “han habido algunos problemas”.
“La verdad es que el vicepresidente no tiene funciones, normalmente desde la época de Ernesto Samper se le ha encargado de los temas de Derechos Humanos, pero esa no es una función de Gobierno. No es como en Estados Unidos, por ejemplo, donde el vicepresidente asume la Presidencia del Congreso. Aquí no tiene funciones claras”, agregó.
Por su parte, el abogado constitucionalista Juan Manuel Charry aseguró que “cada vez que tengamos un vicepresidente independiente se va a abrir el debate sobre la eliminación de ese cargo”. A su consideración, es válido plantear esas discusiones, pero concuerda en que no es el momento adecuado para hacerlo.
“Ese debate se ha abierto en los últimos 20 años y se repite temporalmente. Se abrió en la administración de Ernesto Samper cuando renunció Humberto de la Calle y ahora que el vicepresidente criticó al Gobierno se volvió a plantear. Creo que la Vicepresidencia ha funcionado correctamente”, afirmó.
El representante a la Cámara Telésforo Pedraza es un congresista que ha expuesto críticas a la figura de la Vicepresidencia de la República, pero aclaró que su postura no se relaciona con una divergencia personal con Garzón: “Cuando presenté el tema hace dos meses, el vicepresidente estaba muy bien y eso no era por Garzón, sino era un análisis de una figura que no había sido importante y creo que hacia adelante hay que buscar nuevas figuras, como la que existía antes de designado presidencial”.
Angelino Garzón ha manifestado que en lo político se siente del lado de la izquierda y en lo social, de los trabajadores. Al inicio de su carrera pública se dio a conocer por su perfil sindicalista y contestatario.
Quizá por esos antecedentes, dentro del gobierno ha generado controversia por sus comentarios y opiniones, que en algunas ocasiones se han dirigido en contra de la propia administración. De hecho, se llegó a especular sobre una supuesta disputa entre Garzón y Santos, que fue desmentida por el mismo vicepresidente al argumentar que esa era “una pelea inventada” y que los dos trabajan por un país mejor.
Sobre este tema, el representante Pedraza dijo que no es la primera vez que se presentaban divergencias entre dignatarios. “Mire las dificultades que tuvo el expresidente Álvaro Uribe, pues se había dicho que el doctor Francisco Santos le había ‘lagarteado’ la vicepresidencia, porque él lo que quería era nombrar de vicepresidente a Juan Lozano”.
Entre tanto, el constitucionalista Charry opinó que la gestión de Garzón frente “a los derechos humanos ha sido buena, pero dice que no fue partidario de que buscara la candidatura a la OIT en su condición de vicepresidente, “creo que ahí se equivocó. De resto pienso que ha cumplido con sus funciones, ha guardado cierta independencia en el sentido que criticó políticas gubernamentales, pero esto es razonable dentro de la dinámica política”.
Reiteró, además, que la Constitución regula únicamente las faltas absolutas y no temporales, por tal razón queda el camino abierto para que ante una eventual ausencia temporal de Garzón sea el presidente Juan Manuel Santos quien designe a un encargado.
Estas son las funciones que se han establecido para el vicepresidente de la República:
- Asesorar al presidente de la República en la adopción de políticas relacionadas con los Derechos Humanos y Lucha contra la Corrupción.- Colaborar en las gestiones que se adelanten ante los organismos nacionales e internacionales que desarrollen actividades relacionadas con la defensa de los Derechos Humanos y la Lucha contra la Corrupción.
- Propiciar mecanismos de concertación entre las entidades públicas del nivel nacional, departamental y municipal, para la realización de programas que contribuyan a la defensa de los derechos humanos y a la lucha contra la corrupción.
- Por instrucciones del presidente de la República, representar internacionalmente a Colombia en foros, conferencias y agendas bilaterales, definidas por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
- Asistir y asesorar al presidente de la República en la atención de los asuntos que éste determine.
- El vicepresidente de la República ejercerá las misiones o encargos especiales que le confíe el presidente de la República, de conformidad con lo establecido por la Constitución Política.
El vicepresidente Angelino Garzón ya lleva cinco días hospitalizado en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Reina Sofía. Según el último parte médico, Garzón se encuentra en una condición de estabilidad sin evidencia de deterioro.
De acuerdo con el equipo médico que lo atiende, es prudente mantenerlo en estado de reposo cerebral, “por lo cual se da continuidad a todas las estrategias de protección neurológica, con el ánimo de evitar inflamación y sangrado”.
Un accidente cerebro vascular isquémico ubicado en el mesencéfalo es la causa del estado de salud crítico del vicepresidente. Su condición hasta el momento es delicada, pero estable y permanece en estado de coma inducido.
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