DIEGO FERNANDO HIDALGO
LA PATRIA | MANIZALES

"Es cuento ese que nos echamos de que Colombia tiene grandes aliados en el continente. Si se analiza, el principal interés político-comercial de EEUU está en Brasil, Canadá y México; con Chile tiene un TLC más estructurado hace mucho tiempo".
Esta reflexión es de Jairo Darío Velásquez, docente de la facultad de Comunicación de la Universidad de La Sabana, para hablar de lo que podría significar para Colombia que gane Obama o Romney en EEUU.
"Si acaso seremos el quinto país de interés para Estados Unidos. Si gana uno o el otro, eso no va a cambiar, pero de la relación con los vecinos dependerá la relación con EEUU. Si triunfa Romney, se va a asumir una condición marcada con postulados neoconservadores y radicalismo de derecha. Si es Obama, va a intentar mantener la política exterior de respeto frente a posiciones particulares. Barack es muy franco: 'hagan lo que quieran, desde que no me molesten", explicó Velásquez.

TLC

Rodrigo Santofimio Ortiz, docente de la Universidad de Caldas, expresó que las expectativas para Colombia, en el caso del triunfo de Obama, estriban particularmente en la incidencia del TLC y el proceso de paz que se plantea desde el gobierno de Santos, pues la posición de Obama de respaldarlo quizá también ayuda en el postconflicto.
"Para Caldas resultaría sugestivo el triunfo de Obama porque la implementación del TLC propicia las exportaciones desde Caldas (manufacturas, exportaciones agrícolas y, porque no, nuevas iniciativas y nuevos sectores que se inicien), así como las importaciones. No se debe olvidar que el TLC plantea también las posibilidad de la movilidad y la apertura de iniciativas para los negocios con EEUU y sus empresarios".
Velásquez indicó que con ambos candidatos se contará con apoyo en la lucha contra las drogas. Con Romney se van a buscar alternativas comerciales y las regulaciones pueden favorecer más a los comerciantes que a los trabajadores.
"No habrá cambios significativos y directos para Colombia con uno o el otro, aunque aseguró que Obama no representa ahora lo que fue en 2008. Creo que la política de Obama debe triunfar para beneficio de la comunidad internacional".
Santofimio Ortiz manifestó que se plantea una campaña más bien aburrida y sin muchos sobresaltos, y que si continúan así las cosas, Obama repetirá presidencia.
"Sustantivamente la clase media norteamericana no es muy dada a las cambios en las reglas de juego, en otros términos, si se observa el panorama social en Estados Unidos, el desempleo no es un gran problema (8%); el consumo interno no es malo, así se pague con más déficit presupuestario o fiscal, es decir, con bonos del tesoro norteamericano, dada la baja en la tasa de interés y que son apetecidos por los chinos. Tampoco hay grandes problemas a nivel internacional que tengan en vilo a los norteamericanos".
Sobre Romney, dijo que este no encontró nunca un asidero de centro derecha y por tanto su candidatura se inclina hacia los sectores más conservadores de la sociedad norteamericana, lo que se evidencia no solo en la convención que lo candidatizó a través del discurso de su esposa, sino también en la figura de su fórmula vicepresidencial.
"Poco o nada habló de las minorías hispanas y de otras procedencias, así como de los inmigrantes, que para esta elección como tema van a jugar un papel importante. De mantenerse este panorama preelectoral, y si hay un 'chocorazo' como el que le ocurrió a la candidatura de Al Gore frente a Bush, Obama repetirá presidencia y quizá haya algunos ajustes en el Congreso".

Mirada desde EEUU*

Han sucedido muchas cosas nuevas e importantes desde julio, como que se estrenó un documental político sobre las ideas del presidente y lo que sería Estados Unidos después de un segundo período de su gobierno, titulado “2016: La América de Obama”.
Desde su estreno, el documental ha recaudado $25 millones de dólares en todo el país y terminó en tercer lugar nacional de todas las películas en exhibición, algo extraordinario para un filme político. Finalmente, anunciadas las cifras de trabajo y desempleo en el país, son devastadoras para el presidente.
Dijo que la selección de Paul Ryan, algo inesperada, ha electrificado al partido, sobre todo a la base conservadora y también a Mitt Romney, el candidato presidencial. Fue algo riesgosa en el sentido que Ryan se había convertido hace tres años, cuando anunció el presupuesto aprobado por la Cámara de Representantes, pero rechazado por el Senado, en el enemigo público número uno de los demócratas.
En ese presupuesto, Ryan incluyó una serie de reformas que según él, cambiarían el rumbo de la economía de la nación, reducirían los déficit presupuestales y el gasto público, y salvarían a los programas de ayuda como el Social Security, Medicare y Medicaid, que entre los tres totalizan más del 60% del gasto público federal.
Los demócratas atacaron el presupuesto de Ryan como “extremista” y comenzaron una campaña de ataques mentirosos contra el presupuesto y contra Ryan personalmente, los mismos cansados ataques para asustar a los mayores de edad y a los pobres que llevan usando por más de 30 años. Cuando Ryan fue seleccionado por Romney como compañero de campaña, los demócratas se regocijaron: los republicanos les habían regalado un gran tema de campaña que siempre les ha funcionado antes.
Pero para su enorme sorpresa, Ryan ha defendido con razón y con pasión las medidas de su presupuesto, ahora adaptadas a las propuestas por Romney que son parecidas, pero no iguales. Y una buena parte de los votantes parece apoyarlas.
Los demócratas esta vez no han podido seguir engañando al público, mientras que Ryan ha logrado hábilmente explicar sus ideas para que los votantes se den cuenta de la verdad. Romney, igualmente parece un candidato distinto, más vital, más confiado. Su actitud se ha reflejado en sus mayores niveles de aprobación y la base conservadora se ha estimulado y finalmente apoya completamente a Romney. Todo gracias a Ryan.
*Columnista norteamericano Diego Trinidad.

El dato

6 de noviembre, fecha de las elecciones en EEUU.