Arcadio González Ardila
Colprensa | LA PATRIA | Bogotá
Daniel Samper Pizano no es un periodista serio, en sentido literal. Por el contrario, es un ‘mamagallista’ de profesión. Lo reconoce: dice que eso viene de familia.
Quedó demostrado en esta entrevista con Colprensa, a propósito de su retiro del periodismo activo, después de 50 años de ejercicio profesional.
Con desparpajo, Samper Pizano habló de anécdotas, de ‘chivas’, de política, del gobierno de su hermano y, obviamente, de su santafecito del alma.
- ¿Por qué se retira del periodismo activo?
Es que hay una edad en que hasta los cardenales se retiran, y yo soy cardenal, soy hincha de Santa Fe. 50 años son suficientes; desde hace como dos años venía pensando en esto y consideré que cumplir 50 años en el periodismo era una fecha ideal para retirarme, sobre todo porque nadie me está sacando, nadie me está ofreciendo nada especial, es una decisión soberana y autónoma. No sé cuántos años me queden de vida, ya voy a cumplir 69, pero quiero aprovechar el tiempo que me queda para maleducar a mis nietos.
- ¿Hubo alguna presión para su retiro?
Ninguna. Si hubiera alguna razón del nuevo dueño de El Tiempo, que es la Organización Luis Carlos Sarmiento Angulo, para que no dijera algo o lo dijera de otra forma, lo diría claramente. Si ahorita quisiera echar pie atrás, lo haría y no pasa nada, salvo que quedaría mal con toda la gente que me ha invitado a comidas especiales de despedida.
- ¿Qué acontecimientos periodísticos lo marcaron más en estos 50 años de ejercicio profesional?
Muchos. Como periodista tuve que cubrir el incendio del edificio de Avianca, la salida de rehenes de la embajada de República Dominicana en Bogotá, viajé con ellos a Cuba y allí los entrevisté a casi todos. Y muchos acontecimientos deportivos: el triunfo de César Rincón en Las Ventas, el triunfo de Lucho Herrera en Alpe D’Huez, en Francia, el triunfo de Fidel Bassa en Irlanda del Norte, la clasificación de Colombia al último mundial. En fin.
- ¿Cuál fue su más grande ‘chiva’?
La chiva más grande que conseguí no me la publicaron en El Tiempo. Es una anécdota increíble: yo era buen amigo del capellán de mi colegio, el Gimnasio Moderno. Un día me llamó para contarme que un sacerdote amigo suyo lo llamó desde Roma a decirle que Su Santidad iba a venir a Colombia y que el anuncio oficial lo iban a hacer en los próximos días. Era la primera vez que un Papa vendría a Latinoamérica. Pues llegué con mi chiva a El Tiempo, y mi jefe, Enrique Santos Castillo, me dijo: “Estás loco, te están engañando, qué va a venir un Papa a Colombia, quién sabe qué amigos tienes, porque como eres medio comunista”. Enrique no me dejó publicar la noticia y cinco días después la Curia de Bogotá citó a una rueda de prensa para hacer el anuncio. Toda la vida Enrique se disculpó conmigo. De modo que mi gran chiva no la publicó El Tiempo.
- ¿Y cuál que sí se la hayan publicado?
La verdad no recuerdo que haya tenido una chiva extraordinaria, como que hayan llegado los marcianos a Colombia. Tal vez la más grande fue cuando a Maradona lo acusaron de tener una hija extramatrimonial. Le había pedido una entrevista meses antes y estaba cuadrada, solo que su entrenador me dijo que no le tocara el tema. Mi esposa, Pilar Tafur, iba conmigo de fotógrafa. Al final de la entrevista, que se hizo en un parqueadero, Pilar le dijo: “Diego, debe ser muy duro ser una figura mundial”, y ahí se regó: “Claro, abusan de mí, hasta me inventan hijas por fuera del matrimonio”, y claro, yo tomando nota de todo y Pilar haciendo fotos. Eso lo publicó El Tiempo y lo reprodujeron todos los periódicos de Argentina y de Italia.
Fusión
- ¿De dónde nació su estilo de hacer periodismo con humor?
Con la misma mano que escribo las columnas de Carrusel, que son de humor, y las columnas serias y las investigaciones para El Tiempo. Pero el humor viene de la cultura familiar, siempre en mi familia ha habido humor en los momentos duros, en los momentos amargos, en los momentos felices.
- ¿En qué campo se siente mejor: como periodista, guionista o escritor?
He sido hombre de aficiones como la música popular, el vallenato, el bolero, la zarzuela, el fútbol. Lo que me gusta es escribir, escribir como periodista, como guionista, como ensayista, he sido profesor, en fin.
- Usted creó la primera unidad investigativa en El Tiempo, con la que nació ese género periodístico en Colombia. ¿Cómo surgió esa idea?
Estudié periodismo en Estados Unidos y me considero un periodista a la manera de Estados Unidos. Cuando regresé a Colombia se puso en furor el caso Watergate, entonces comencé a hacer periodismo de investigación aplicando esas técnicas en El Tiempo, con la ayuda de dos buenos amigos y muy buenos periodistas, Alberto Donadío y Gerardo Reyes. Nos fue tan bien que nos tuvimos que exiliar.
- ¿El periodismo colombiano tiene mística?
Creo que el periodismo está atravesando un periodo de sacudimiento por las nuevas tecnologías que está marcando a los nuevos profesionales. Ahora se acude más a la capacidad de los muchachos para manejar todos esos artilugios informáticos que a su capacidad para escribir, para reflexionar, para buscar noticias. Y ese periodismo es el que está tambaleante. Además, las nuevas generaciones de periodistas ni están bien formadas, ni están bien informadas. Me ha pasado que me han preguntado: “¿Por qué es que vengo a entrevistarlo?” El problema es que esos periodistas son los que están llenando las salas de redacción.
No a la política
- ¿Nunca pensó en pasar del periodismo a la política?
No, porque siempre tuve la conciencia de que el periodismo no debe ser una puerta giratoria. El periodismo debe ser un punto de llegada para hacer bien las cosas. Además me parece contraproducente que un periodista esté vinculado a la política activa. Me parece que eso desvirtúa un principio universal, que es ser lo más objetivo e imparcial posible.
- ¿Como periodista lo afectó tener un hermano presidente?
Mucho, mucho. El periodista tiene un tesoro muy valioso, que se llama credibilidad, pero cuando uno tiene un hermano político, exitoso, que llega a ser presidente, pues pierde la credibilidad, porque si digo algo me van a decir: “claro, si su hermano es el presidente de la República”, y si le critico algo a mi hermano, el presidente, eso me lo sacan los enemigos como una gran catástrofe familiar. Por eso cancelé mi columna durante todo el tiempo que Ernesto fue presidente, porque no me sentía libre. Incluso heredé algunos enemigos políticos de Ernesto.
- ¿Pero sí quedó con ganas de decir cosas sobre el Gobierno Samper?
Claro, me mordía la lengua todos los días, salí mueco (risas) y solamente en dos ocasiones especiales rompí mi promesa de no hablar sobre el gobierno de Ernesto Samper. Una fue cuando El Tiempo publicó unas mentiras colosales, negociadas (porque habló a cambio de que no le movieran una coma) con Santiago Medina, que era el tesorero del Partido Liberal. Allí decían que me había secuestrado Pablo Escobar y que me había liberado el Cartel de Cali y que por eso el Cartel de Cali tenía influencia en el Gobierno de mi hermano. La otra vez fue en una entrevista que me hicieron en Semana. De resto, duré siete años sin hablar sobre el Gobierno de mi hermano, pero me mordía la lengua todos los días.
- Bueno, pero después descansó…
No, nunca descansaré de esto, porque siempre hay alguien con interés de revivirlo. De repente aparecen basuritas en la televisión dando grandes entrevistas, por eso he sido enemigo de la política en el periodismo.
- ¿Y quiénes son esas pequeñas basuritas?
Busque, busque a ver qué cosas últimamente han pasado por ahí…
Actualidad
- ¿Usted es el periodista más leído del país?
Por favor, ponga eso en letra grande y negrita. No, hay gente irremplazable, como Gabo, que es el escritor más importante de la lengua castellana. Yo, en cambio, soy absolutamente reemplazable.
- ¿Cómo ve el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos?
Es un Gobierno que se dibuja en la poca acogida popular que tiene. Eso se ve en las encuestas, que no pasa del 30 %. Hay unas cosas que no ha hecho bien, otras que ha hecho menos bien. Pero digamos que le ha puesto una buena dosis de fe al proceso de paz, y creo en ese proceso.
- ¿Ya definió por quién va a votar?
Hay que esperar a ver qué pasa en la primera vuelta, pero en la segunda si tengo que escoger entre Santos y un enemigo del proceso de paz, votaré por Santos. Y no por él, sino por el proceso de paz. Hay que apostarle a ese proyecto.
- ¿Lo ve viable?
Lo veo viable, por lo menos es mejor que lo otro que nos ofrecen, que es seguir matando colombianos, matar hasta el último guerrillero, así no se acaba la violencia.
- ¿Y cómo ve el papel del expresidente Uribe haciéndole oposición al Gobierno?
Me parece fatal, de una terquedad incomprensible. Por ejemplo, esta última pelea con Germán Vargas, y Uribe sigue insistiendo en que Santos era el ministro de Defensa. ¡Por Dios! Yo no sé si es que Uribe tiene ya algún problema mental que tiene que ser tratado por especialistas. Lo digo con caridad humana: me parece que Uribe está diciendo cosas que tienen que ser analizadas por especialistas en emociones.
- ¿Con franqueza: usted cree que la historia ha sido muy dura con el Gobierno de Ernesto Samper?
Sí, mucho. Pero creo que poco a poco se reivindicarán muchas de las cosas que él hizo. Mire: siempre se dijo “ya viene la prueba reina contra Samper”. Ya han pasado 20 años y nada que aparece. Creo que la historia, que hasta ahora ha sido muy injusta con mi hermano, cada vez será más justa.
Su equipo del alma
- ¿Seguirá siendo santafereño?
¡Sin lugar a dudas! Ahora me quedará más tiempo para ver los partidos de Santa Fe, ahora podré ir más veces al Campín.
- ¿Cómo ve al Santa Fe de hoy?
Mal, muy mal. Santa Fe siempre ha sido un equipo que tiene problemas; por eso gozamos tanto las alegrías. Ahorita había empezado bien, pero otra vez está decaído. Lo terrible es que a mí se me caía Santa Fe, pero siempre se me levantaba el Barsa. Hoy se me cayeron ambos. ¡Estoy jodido!
Su última columna
"Voy a hacer llorar a la gente verracamente. Mentira, voy a hacer una columna clásica de una persona que se va después de 50 años de ejercicio. Voy a recordar cosas: algo de lo que hemos hablado en esta entrevista, trataré de reivindicar algunas cositas que hemos hecho los que ya estamos haciendo fila para Jardines del Recuerdo y algunas anécdotas. Ya escribí la de Carrusel, que saldrá el primero de mayo. Esa era más difícil, porque duró 30 años, y no podía despedirme con lágrimas, cuando siempre la escribí con humor".
Apasionado por Gabo
Daniel Samper reconocer que la obra de Gabriel García Márquez lo marcó muchísimo, porque se considera un buen lector de literatura en general, "y por supuesto un buen lector siempre se deja influenciar por García Márquez, que ha sido uno de los genios de nuestra lengua. Pero también como periodista he dictado cursos en los que explico los trucos que Gabo como periodista utilizó para hacer más creíbles sus fábulas.
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