Dice el cronista Alberto Salcedo Ramos que el mundo se divide en quienes odian la cebolla y para los que les es indiferente. Por eso pidió durante un taller que dictó tres días a periodistas de LA PATRIA un escrito sobre este saborizante condimento. Aquí los resultados de los mejores. Gusto.
"La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda".
Miguel Hernández
Primer beso
Nos citamos a las siete de la noche. Lugar: la puerta de su casa, dos cuadras más arriba de la mía. Motivo: pedirle el cuadre.
Llegué a las siete, puntual, nervioso, pero sonriente. Hablamos tonterías como de canciones de moda, de un tal Arjona que sonaba por esos días en la radio.
Yo no la escuchaba, estaba hipnotizado con el movimiento de sus labios que invitaban al beso.
Fue un beso ácido, con nostalgia de cocina, recuerdo reciente de ensalada. Fue un beso con sabor a cebolla. Por eso odio la cebolla. Pero fue un beso inolvidable.
Virgilio López
La rechacé por permanente, incómoda y transparente sobre mis alimentos. Sin embargo, un pescador traído a filósofo me enamoró cocinándola y mezclándola, especialmente con el bocachico. Me enseñó a picarla, a sofreírla a fuego lento hasta que nuestros besos adquirieron su dulce sabor. Si lo pienso mejor, él me dejó, y su lugar ahora lo ocupa la cebolla.
Ángela Hurtado
No sé qué pecado tengo o cometí. Quizás tener tres sílabas o que mi nombre empiece en la tercera letra del abecedario y termine en la primera. Muchos me odian, nadie me quiere en su hamburguesa o perro caliente. Dicen que le temen al mal aliento, si recuerdan el comercial, se quita con chicle que también comienza por C, pero termina en E.
Juan David Castaño
¿Cómo perdonarle tantas cosas a la vez?
Si supiera mal, pero oliera bien...
Si oliera mal, pero dejara un mejor aliento...
Ni así: Si dejara un mejor sabor, aliento y olor... hasta por cabezona la cebolla me causaría el mismo pavor.
Lina Moreno
Anhelo que las mujeres solo derramen lágrimas al cortar cebollas en la cocina, y no por la palma abierta o el puño cerrado y obtuso de su marido en la habitación.
Mauricio Díaz
Una cebolla con olor a zorrillo
Lo que más me llama la atención es cómo de un inocente y blanco fruto salta de pronto un gigante zorrillo y comienza con su hedor y asquiento aroma a invadir todo el ambiente del hogar.
Es simpático que el primer concejo de las amas de casa sea echarla, bien cortada en rodajas, en agua con limón, para que después termine en una fresca ensalada.
Una cosa le destaco, la forma maravillosa como se parte en anillos de diferentes tamaños y cómo se degrada perfectamente a través de una hermosa escala de colores.
Solo que a estas horas sigo prefiriendo una naranja, sin que tenga que ir primero a un baño ácido, o a malambientar primero toda mi casa.
Juan Carlos Layton
Hay un olor que me recuerda la cocina de las madres, o al menos, de las madres de mi familia, y que se disfruta, sobre todo, si llegas de lejos, si hace tiempo no vas a casa o si simplemente llegas cansado o hambriento. Es la combinación de la cebolla, el tomate y el ajo cuando se sofríen. Para mí, es el olor que me indica que llegué a casa y que soy bienvenida.
Luisa Fernanda Mahecha
Para mí la diferencia entre las cebollas de entrada suena sutil, pues la definen unas cuantas palabras: la de huevo y la larga. Sin embargo, a la primera la odio, me cae gorda, porque siempre me ha hecho llorar, por ejemplo, cuando de niño me colgaba del pollo de la cocina para saber primero que todos qué era el almuerzo.
Y a mí me da rabia que me vean llorar y más si es en público, así sea por el simple sumo de una cebolla de huevo recién cortada.
A la segunda, es decir a la larga, ni la quiero ni la odio. Para mí siempre ha pasado camuflada en el sancocho y en el arroz, y lo mejor, nunca me ha sacado una lágrima.
Óscar Veiman Mejía
Tal vez, solo si tal vez, no hiciera llorar cuando la pican, o no tuviera un olor tan fuerte, algunos la odiarían menos. En ocasiones es aliada de los huevos, la carne o de la sopa, pero la cebolla puede ser tan detestada que ni con el mejor tomate hace un buen guiso. Debo admitir, que poco me importa el olor, la llorada o el mal aliento que pueda dejar después de comerla, pues los prefiero antes que una carne, unos huevos o una sopa desabrida. No falta el que diga que es de "guisos". Guiso el que se pierden cuando odian a la cabezona.
Mónica Franco
Cada lágrima que una cebolla le arranca a una mujer, mientras esta la parte en rodajas, significa una sola cosa: es tan detestable esa amarillenta raíz de la faz de la Tierra, que la femenina glándula lacrimal la consuela por lástima.
Alexandra Serna
Los pican como cebollas. A otros, los lanzan al río con piedras en el vientre para que no floten. y luego, del mismo río y por entre los árboles, va saliendo ese olorcito que nos pone los ojos colorados y nos hace llorar. Pero así como pasa con la cebolla, el efecto de la muerte en Colombia se nos pasa muy rápido.
Edna Cuesta
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