Un estudiante de Risaralda (Caldas) deserta de la escuela por falta de oportunidades

LAURA SÁNCHEZ

LA PATRIA | MANIZALES

Cuando Camilo recibió la llamada de este medio de comunicación iba camino al funeral de su abuela. Él no había salido del Batallón Ayacucho desde hace un mes al abandonar la escuela.

Cursó hasta grado noveno en un colegio del municipio Risaralda y en medio de la pandemia confirmó su decisión: medirse en el Ejército para otro proyecto de vida.

En Caldas aún no se confirma la cifra de deserción escolar, que se consolidará hasta final de año, mientras que en Manizales van 1.075 estudiantes desertores que desde hace dos meses no se reportan en actividades académicas, de 41.500 matriculados en enero.

En el mundo, según datos de Unicef, al menos una tercera parte de los niños y niñas en edad escolar (unos 463 millones) no tuvo acceso a la educación a distancia cuando la covid-19 obligó a cerrar sus escuelas. El mismo informe del 27 de agosto reconoce las dificultades de educación a distancia y las desigualdades en el acceso.

“Dejé el colegio no porque no me gustara. Con 18 años todavía seguía dependiendo de mi familia, me faltaban dos años. Entonces decidí venirme para el Ejército para tener la libreta y hacer un curso de escolta. Quería salir del confort de mi familia”, relata Camilo.

Era de los mejores de su salón, con reparos con su disciplina que no lo limitaban. “Captaba las cosas (lecciones de clase) muy rápido, pero prefería la plata, irme a trabajar a las fincas o en construcción. Tomé la decisión por lo económico”.

El 8 de septiembre le comentó a su mejor amiga, quien lloró mucho. Ha pasado un mes de la salida del grupo de whatsapp de su salón y empezó a recibir llamadas de sus maestros. “Acá no me gusta mirar las fechas ni las horas. Entre más se mira el tiempo se hace más largo, son 18 meses. Miro cuando es domingo porque es otra semana menos”, reflexiona Camilo.

Así relata que fueron sus últimos momentos en el colegio: “Me llevaban las guías a mi casa y me explicaban por teléfono, pero eso es muy maluco así. Era de los mejores del salón y así me daba duro entender lo de álgebra. Los profesores decían que yo era muy buen estudiante. Solo me mataba la recocha”.

“Si los jóvenes tuvieran oportunidades no estarían en las Fuerzas Armadas ni en los socavones, estarían acumulando títulos y no heridas en su cuerpos. Es urgente cambiar la orientación gubernamental”. Profesor Mauricio Lazo.

Faltan oportunidades

Retener a los estudiantes en el sistema educativo no es una tarea fácil. El profesor Mauricio Lazo, docente de la I.E. Francisco José de Caldas (Risaralda), comenta que es la evidencia del abandono del Estado.

“Los jóvenes vulnerables ven en las minas, en el cultivo de café o plátano o en el Ejército una forma de contrarrestar la pobreza, porque el Estado no les da garantías de sustento para seguir avanzando en el estudio. Sin renta básica para los más necesitados”, comenta el docente.

También pone sobre la discusión la edad en iniciar la escuela y los estudiantes en extraedad, que hace que no tengan un desarrollo normal académico. “Los docentes nos reunimos para pensar en cómo motivar a los niños, pero encontramos en que no hay conectividad. Lo mejor es llegar a cada estudiante con guías en físico y estar en constante comunicación”, propone el profesor.

Concluye que la falta de oportunidades para un proyecto de vida y la ausencia de conectividad a internet desmotiva a los estudiantes. “El acompañamiento de los padres es crucial, cuando ellos mismos no tienen escolaridad también tendremos mucha deserción”.

1.075 sin estudiar

El secretario de Educación de Manizales, Francisco Vallejo, indicó que de 41.500 matriculados en enero, 1.075 no se conectan desde hace dos meses.

“La pregunta es cómo vamos a evitar un desastre de la educación el próximo año en Colombia. Tenemos que buscar algo para volver a enamorar a los estudiantes y vincularlos en el 2021. También hay riesgo psicosocial: 96 con riesgo de un tamizaje de 1.050, 46 reportados con violencia intrafamiliar”, expresa el secretario.

Agrega, como ejemplo, que el 80% de los niños de grado primero no aprendieron a leer este año. “Hay que trabajar sobre el proyecto de vida. Hacemos apoyo psicosocial con 18 profesionales”.

Desmotivados

La Secretaría de Educación de Caldas reportó, desde el 21 de abril, que de 65.475 llamadas a las familias hay 551 casos de vulneración de derechos a menores de edad. Estos fueron los principales motivos:

*Desmotivación en el proceso académico

*Riesgo de deserción escolar

*Negligencia parental en el acompañamiento

*Situación de consumo

*Riesgos en salud mental

Camilo asegura que no es el único estudiante desertor que se enlistó en el Ejército. Hay varios de grado once de municipios como Riosucio que también lo hicieron.