La rectora Ángela María Patiño es campo y educación

LAURA SÁNCHEZ

LA PATRIA | MANIZALES

Lo que era la Rectoría del colegio rural La Cabaña ahora es la zona VIP, un espacio con café, aromáticas y agua para que estudiantes y profesores conversen o descansen. Cuando llegó la rectora, Ángela María Patiño, desocupó ese lugar y su escritorio lo acomodó al lado de su secretaria.

Es la anfitriona de un colegio agropecuario a 40 minutos de la zona urbana de Manizales. La rectora lleva dos semanas celebrando: el 18 de noviembre recibió el reconocimiento a la Mujer Confa 2021 y el miércoles pasado en la noche, el mismo día que habló con LA PATRIA, la galardonaron como la Mejor rectora rural en el Premio Eladia Mejía.

No hay un instante en el diálogo sobre ella y sus premios en el que no hable de 'nosotros', refiriéndose a la comunidad educativa que ha permitido que La Cabaña y su colegio suenen en las conversaciones del municipio y el departamento.

Los premios que recibió convergen para aplaudir sus esfuerzos por dar educación rural de calidad y con pertinencia, que se observa en los cultivos de plátano y semillas ancestrales, lagos con mojarras, plantas aromáticas y cualquier iniciativa agro que se pueda implementar en el colegio.

Cuando llegó, hace siete años a la institución, sedujo al equipo docente, como ella lo describe. Recogió sus voces, sus talentos para darles bienestar y empezar a pensar en una ruralidad diferente. Acá cimienta su sello como educadora: "Nos vinculamos con el modelo Escuela Nueva, trajimos Universidad en el campo, hicimos alianzas estratégicas con cuanta institución nos lo permitiera. Queríamos cualificar el perfil de nuestros niños".

Con esto han logrado ser un colegio con modalidad técnico agropecuario, técnico laboral del Sena y técnico profesional de alguna universidad vinculada. También ejecutan $10 millones del Fondo Emprender, del Comité de Cafeteros, que fueron entregados en insumos para la creación de empresa de estudiantes de grado décimo y once.

"También llevamos el campo a la ciudad. Hemos mostrado que tenemos proyectos de emprendimiento dirigidos. Hemos ido al Sena, a la Plazoleta de la Alcaldía y al Fondo Cultural del Café, a donde nos inviten. Implementamos las pasantías, que son visitas de colegios de otros departamentos", explica la rectora.

Cargada de planes

El colegio es como su casa. Pasa saludando: "Hermosuras, ¿cómo están?", en una voz amable posada sobre sus tacones firmes. En sus buenos días también pone sus ojos verificadores de protocolos de bioseguridad, compromisos académicos, clausura del año escolar y algunos regaños.

Es hora de hablar con ella, si lo permite, porque siempre se atraviesa "un nosotros, un hicimos" que se escapa de su trayectoria personal. Decidió ser maestra en su adolescencia, su hermana rectora la inspiró.

"Viví mi infancia en La Cabaña, mi papá era fontanero de esta zona. Incluso hay estudiantes míos que viven en casas en donde yo pasé mi niñez. Luego viví en Manizales en donde estudié Licenciatura en Biología y Química", narra.

Cursó una maestría en Educación y ahora es candidata a doctora en Educación de la Universidad Católica de Manizales, con una tesis doctoral de grandes pretensiones: proponer la política pública para la educación rural de la región que la rectora quiere presentar a la Región Administrativa y de Planeación (RAP).

Fue coordinadora en el Instituto Universitario, maestra en Bosques del Norte, en el León de Greiff y en mayo del 2015 ganó el concurso de rectora y eligió La Cabaña. "Los directivos y maestros sienten que los aíslan cuando los mandan a zona rural, pero todo lo hemos trabajo con los maestros y hay muchos que quieren venir a trabajar acá".

Es coordinadora de la Red de Rectores Rurales de Manizales, en la que están vinculadas 15 instituciones.

Premio para todos

Son siete años en su familia La Cabaña, que son reconocidos con el premio a Mujer Confa y su galardón a Mejor Rectora rural. Año a año tiene nuevos propósitos y en mente tiene otros pendientes como la consolidación de la educación terciaria y crear una fundación para la vida rural.

El día de la premiación de Confa, en un error técnico, el video de presentación de la ganadora se pausó. Quedó en pantalla un plano aéreo del colegio. Sin mencionar su nombre, ya la rectora Ángela María estaba llorando, con la cabeza agachada.

"Es una alegría enorme, porque es la posibilidad de visibilizar el colegio. Nos dieron $6 millones y otros regalos, que fueron donados al colegio para comprar 310 overoles de los estudiantes para trabajar en el campo. No se trata de mí, es de la comunidad. Queríamos saber en qué íbamos a invertir el dinero".

Y vuelve a las gestiones logradas: con la Red de Rectores Rurales les autorizaron acompañantes para el transporte, las pólizas y el aumento de rutas. "¿Qué pensarán de usted?", se le pregunta y responde: "Que soy una cansona, toco muchas puertas y hago mucho lobby para que la gente se dé cuenta de las necesidades que tenemos en lo rural. Queremos que mejoren sus condiciones de vida".

El colegio recibirá en enero instrumentos para la primera banda sinfónica de zona rural de Manizales.

Proyectos de vida

Sobre ella y los profesores se posó la inquietud por sus egresados. La mayoría de ellos no ingresaban a la educación superior y no tenían metas de vida definidas ni a corto ni a largo plazo.

Ayudar a trazar proyectos de vida se convirtió en una propuesta institucional para el colegio La Cabaña y quienes iban a vivir esto eran estudiantes de grado once, apadrinados por la institución para mejorar en las pruebas Saber e inscribirse para estudiar en la educación superior.

Francisco David Pineda, docente orientador, es quien está atento a los dos acompañamientos a sus alumnos: vocacional y laboral. "Aplicamos un test para descubrir vocacionalmente cuál es el interés de sus estudiantes, presentar universidades y carreras. Luego hicimos el enlace con la empresa privada y la universidad", explica el profesor.

De tanto conversar apoyaron el inicio de vida laboral y académica que brincaron del papel. El 2021 lo cierran con tres estudiantes que ingresaron con becas a la U. de Manizales, seis que se inscribirán a la U. de Caldas, cuatro para el Sena, dos a la Uniminuto, tres a la ENAE y una a la U. Manuela Beltrán.