Laura Sánchez
LA PATRIA | Manizales
En 20 años que el rector José Manuel Gonzalez estuvo a cargo del colegio Bosques del Norte lo vio crecer, y junto a sus estudiantes y docentes vivió el crecimiento de las calles y casas de la comuna más grande de Manizales.
Fue periodista y rector en los colegios León de Greiff y San Agustín (ahora sede fusionada al colegio Marco Fidel Suárez). Trabajó en La Voz de los Fundadores como periodista y fue sacristán de la iglesia La Inmaculada.
También fue jefe y amigo de su comunidad educativa, como lo recuerda el profesor de Educación Física, Huber Tulio Aranzales. Era el primero que entraba y el último que salía de la institución, y era el 'todero'.
“Tenía cualidades que en muchos rectores no se ve. Si se dañaba una silla él la arreglaba, si se caía una puerta sacaba el soldador y la arreglaba. Él le ponía el corazón. Era más que la casa de él, es difícil encontrar un rector así. Siempre le buscaba solución a las cosas”, describe el profesor Huber Tulio.
El recién egresado Miguel Ángel Vanegas lo recuerda como un gran mediador: Era un hombre que creía muy profundamente en los talentos de su comunidad, se preocupó porque los niños de su comunidad tuvieran buenas condiciones para recibir la educación”, expresa Miguel Angel.
Agrega que lo recuerdan por implementar un programa de radio, prensa y televisión que mantuvo por años. “Salieron egresados que son camarógrafos del canal Telecafé, salieron reporteros y otros que trabajan en programas radiales”.
Ausencia grande
El nuevo rector o rectora que asuma en el colegio debe tener en cuenta un clamor del colegio Bosques del Norte: “No pretendemos que sea de las mismas cualidades, pero sí que tenga el corazón para recibir a la comunidad”. Es decir, que debe además de ser buen administrador tener puro corazón.
El profesor Huber Tulio vive a dos cuadras del colegio: “Bosques del Norte tiene unos 25 años de constituido, y Jose Manuel estuvo acá 20 de esos años. Vio crecer a los muchachos y colaboró en mercados, en sesiones de psicología y entró a la comunidad cuando sus calles eran en barro”.
Graduó a generaciones de estudiantes que luego tuvieron hijos y los matricularon en el colegio. “Hemos querido hacer un reconocimiento más grande a su labor y poder nombrar al auditorio con su nombre”, expresó el docente.
Destacado
La comunidad educativa espera que sus proyectos educativos se mantengan como los de deportes y los de comunicación, en los que tienen gran fortaleza en la ciudad.
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