Equipo Educación
LA PATRIA | Manizales
Los hechos ocurridos el viernes 13 de enero de este año con el Centro Pecuario y Agroempresarial del Sena en La Dorada abrieron una polémica. El caso, aún sin cerrar, trasciende lo administrativo por supuestas irregularidades al contratar, y toca lo burocrático, es decir, la lucha por cuotas políticas.
El Centro es uno de los cinco que tiene el Sena Caldas. En agosto del 2016, la Subdirección en el puerto caldense quedó vacante tras la salida de Nelson Marín Latorre. La Dirección Nacional nombró como encargado, el 19 de ese mes, a Rodrigo Giraldo, quien es el director de la entidad en el departamento.
Hasta ahí todo normal. El lío surgió el viernes 13 de enero. Ese día Giraldo firmó 20 contratos profesionales y de apoyo a la gestión para el Sena de La Dorada. Y en la tarde se posesionó Luz Adriana Ospina como subdirectora en propiedad.
Por el gasto
Giraldo dice que el proceso contractual lo realizó de manera legal, avalado en el encargo. "No sabía cuándo sería la posesión. Ese 13 más o menos entre las 12:00 del día y la 1:30 de la tarde firmé 20 contratos para que esa Subdirección, donde no hay personal de planta, pudiera arrancar el 23 de enero con normalidad".
Añade: "Cuando empezó un rumor de que probablemente entre ese viernes y el lunes nombraban la persona, paré la firma de contratos y dije: esperemos".
Ospina, la subdirectora nombrada, indica que ella debió firmar esos contratos. Asumí el 13 de enero, ya era la ordenadora del gasto. Todo lo que salga a partir del 13 debía estar bajo mi ordenación".
La posición de Ospina coincide con la denuncia de un ciudadano ante la Fiscalía en la que argumenta que Giraldo suscribió y perfeccionó contratos cuando no tenía facultades para hacerlo porque ese día se posesionó Ospina.
Sí podía
Expertos consultados por LA PATRIA conceptuaron que Giraldo tenía las facultades para contratar porque el 13 de enero amaneció siendo el subdirector encargado. Explican: "La administración pública no se puede parar esperando a que van a nombrar a una persona en un cargo".
Añaden que en la contratación se presume la legalidad y que el denunciante deberá asumir toda la carga probatoria para que sea un juez quien defina.
El denunciante cuestiona si Giraldo era capaz de suscribir, perfeccionar y realizar estudios previos y de mercado en un solo día, debido a que el plan anual de adquisiciones (actividad de compras y contratación) se publicó apenas el 12 de enero. Menciona que firmó los contratos sin autorización de la Secretaría General.
Giraldo responde que la contratación obedece a normas del Estado y exigencias del Sena, por lo que requiere una planeación de meses. Agrega que desde noviembre y diciembre ya estaban en esa gestión. En enero se aprobó el Plan, subido al Sistema Electrónico para la Contratación Pública (Secop). "El plan de adquisiciones lo subieron el 12, lo que significa que el 13 ya podía contratar".
Explicaciones
Fuentes del Sena explicaron que los procesos presupuestales de la institución se empiezan a programar desde febrero de cada año. "Es una entidad muy grande en el país y requiere gran planeación en cada proceso, incluidos los contractuales".
En relación con la autorización de la Secretaría General, Giraldo dice que antes de firmar contratos elevó consultas jurídicas en la misma institución. La respuesta es que no necesitaba aprobación para hacerlo.
La resolución en que se apoya el director (751 del 2014) señala que solo necesita autorización cuando hay más de un contrato con el mismo objeto. En cambio, para los firmados el 13 de enero, que eran un solo contrato con un mismo objeto, no la necesitaba.
LA PATRIA comprobó en el Secop que de los 20 contratos firmados por Giraldo solo quedaron vigentes 10.
"La polémica también plantea una lucha por la burocracia", concluyen expertos. En este sentido por un lado está Giraldo, apoyado por el senador liberal Luis Fernando Duque, y Ospina, por el representante a la Cámara Hernán Penagos, de la U.
Alega discriminación
En el paquete de 20 contratos firmados en el Sena, el 13 de enero pasado, estaba uno para Jhon Harvy Galvis para ejercer como psicólogo del Sena en la sede de La Dorada. Sin embargo, al llegar la nueva subdirectora lo declararon nulo.
Galvis asegura que durante las primeras reuniones de empalme, la subdirectora, Luz Adriana Ospina, le expresó que no quería que personas homosexuales ocuparan un cargo de este tipo.
Ospina niega la afirmación de Galvis e indica que el Sena es una entidad incluyente. Explica que el contrato no se registró porque se iba a hacer por un presupuesto que no se podía y que no había necesidad de otro psicólogo.
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