El colegio San Pío X , en La Enea, sufre con sus rotos

LAURA SÁNCHEZ

LA PATRIA | MANIZALES

Si llueve en la sede principal del colegio San Pío X, en La Enea, los estudiantes y profesores buscan un espacio seco para sus clases de educación física, pues el techo del coliseo tiene huecos. Está tan amarillento y quebrado que sus tejas de policarbonato se caen por pedazos.

Si la lluvia es intensa no hay esa clase. "Cuando llueve el piso de la cancha se pone muy peligroso, es liso y nos podemos caer. Además, cualquier teja nos puede caer encima", afirma un estudiante.

El año pasado el colegio tuvo obras de mejoramiento en su sede A y B, según el Sistema Electrónico para la Contratación Pública (Secop), por $456 millones. En este mantenimiento también incluyeron la sede B de la Escuela Mixta Manuelita Sáenz, en Bosques del Norte.

Con las obras mejoraron los pisos de los pasillos, la cancha del coliseo que era en adoquines, pintaron paredes y mejoraron unas baterías sanitarias, entre otras obras.

Estudiantes se quejan porque sus clases de educación física se suspenden cuando llueve.

Una alumna está contenta con las obras, pero cree que todavía falta. "No vale la pena que hagan la cancha, si no arreglan el techo y sigue cayendo agua. La otra cancha mantenía fea por la lluvia y ahora la nueva sufrirá lo mismo".

Esperan recursos

El secretario de Educación municipal, Juan Carlos Gómez, aseguró que el rector de la institución se comprometió en asumir los costos con recursos que les llegan a los colegios por no cobrar matrícula.

Erasmo Herney Londoño, rector del San Pío X, confirmó su compromiso: "Me comprometí finalizando el año y ya habíamos invertido el dinero en unas mejoras en algunos restaurantes. Esperamos los giros de gratuidad de Bogotá para arreglar el techo del coliseo y unas baterías sanitarias de la sede de la Capilla", aseguró.

Las obras costarían unos $16 millones. "Buscamos economía para optimizar los recursos del Estado. Creemos que empezando marzo girarán los recursos".

Algunos estudiantes quieren prevenir un accidente por una teja que se desprenda o un accidente por el piso mojado, debido al deterioro del techo.