Luego de cerca de 30 años el Instituto Chipre reactivó la jornada nocturna, que se une a la de otros colegios públicos y privados de Manizales.

Fotos I Freddy Arango I LA PATRIA

Luego de cerca de 30 años el Instituto Chipre reactivó la jornada nocturna, que se une a la de otros colegios públicos y privados de Manizales.

Indica la Secretaría de Educación de Manizales que en jornada nocturna, en colegios públicos y privados de la ciudad, estudian 915 personas. La cifra parece minúscula en comparación con, por ejemplo, los años 80 y 90 cuando había promedios de cuatro mil. Y se antoja mayúscula en términos de aporte social y de opciones de aprendizaje y trabajo. "Una maravilla esta oportunidad", dice Luz Mery Orozco, quien comparte con otros 88 en la sede Julio Zuluaga del Instituto Chipre.

Un recuerdo lejano: "Cuando tenía como 10 años estudiaba en la escuela La Reina, en la vereda Cristales de Florencia en Samaná. Hice segundo y tercero, me tuve que salir, pues en la casa éramos 15. Yo cuidaba las dietas de mi mamá, cocinaba, preparaba el guarapo, barría, hacía los oficios...".

Su presente inmediato: "Tengo 63 años. Ya aprendí a manejar carro y también me gradué en confección. Quiero saber muchas cosas más, leer y escribir bien. Me gusta compartir con otras personas. Estoy muy feliz, cada día no veo la hora de llegar a clase. Ya compré el uniforme".

A las 5:20 de la tarde ella toma la buseta en el paradero de La Linda, sector donde vive desde hace ocho años. Sus madrugadas dependen de si su hijo debe ir a trabajar a Neira. Cuando sí, se levanta a las 4:00 a.m. de lo contrario a las 6:00 a.m. La jornada transcurre entre oficios, preparación de comidas, costura, claro y tareas. El martes leyó para lenguaje un texto sobre la importancia de estudiar, de ser puntual y de ser responsable.

Repaso

El Instituto Chipre ofrece la nocturna en la capital caldense, al igual que el Instituto Manizales, la Gran Colombia, Bosques del Norte, Latinoamericano y León de Greiff. En otra época hubo hasta 18 colegios con esta modalidad.

César Augusto Arias, líder de la Unidad de Cobertura y Sistemas de Información de la Secretaría de Educación de la Alcaldía, explica: "Antes solo se veían adultos en las nocturnas buscando un título para asegurar su trabajo, por ejemplo. No había menores de edad".

El mismo Arias recuerda la razón del proceso de cierre de nocturnas, que se dio a partir del decreto 3011 del 19 de diciembre de 1997. Palabras más palabras menos, esta norma flexibilizó los requisitos para ingresar a estudiar en la noche.

En relación con las edades el Decretó incluye, entre otros artículos: Las personas de 13 años o más, que no han ingresado a ningún grado del ciclo de educación básica primaria o hayan cursado como máximo los tres primeros grados. Las de 15 años o más, que hayan finalizado el ciclo de educación básica primaria y demuestren que han estado por fuera del servicio público educativo formal, dos años o más.

Ahora, además de la nocturna, se cuenta con los sabatinos, además de modalidades diurnas de educación de adultos, que incluyen alfabetización, básica, media, no formal e informal.

Luz Mery se baja de la buseta en la avenida 12 de Octubre, cerca del CAI de Chipre. A las 5:30 de la tarde llegan otras compañeras de colegio. A esa hora salen los niños de la primaria y entran los de la nocturna. Cuando las campanas de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario llaman a misa de 6:00 y cuando se encienden las luces del alumbrado público ellos ya están en clase.

En la entrada está Nicolás Olivera, venezolano que adelanta el ciclo Tres (sexto y séptimo). "Por alguna razón no pudimos estudiar en otro tiempo, esta es una gran oportunidad para seguir en mi idea de estudiar idiomas. Es una gran opción.

Activados

María Gómez es la rectora del Chipre, donde la nocturna se reactivó este año después de cerca de tres décadas. "Surgió en la pandemia, nos dimos cuenta de que un gran número de los padres y madres de nuestros alumnos no habían terminado el bachillerato o la primaria. Entonces, empezamos a convocarlos".  

La sede Julio Zuluaga está cerca del templo, de la Torre al Cielo, de la comercial calle 10, por allí pasan las rutas de busetas, es muy visible. "Esa es una ventaja que tuvimos en cuenta para decidirnos por una nocturna, en vez de sabatina", manifiesta la profesora Patricia Duque, quien en las mañanas enseña matemáticas en la sede central y en las noches rota en los ciclos de primaria.

La docente agrega que ver gente feliz en las aulas es el común denominador en el centro educativo. Lo atribuye a que en los casos de quienes están en albetización, es decir que no saben leer ni escribir, no vivieron esa etapa académica.

Añade: "Es maravilloso ver a esas señoras y señores mayores, súperfelices, uniendo letras, sumando haciendo cuentas, participando en un círculo de lectura y ver esos avances. Ver a esos vendedores ambulantes descubriendo la lógica del manejo financiero cotidiano que aplican en sus trabajos".

Considera que a estas personas se les abre el espectro de opciones, a creer que pueden acceder a la universidad a otros trabajos. Claudia Andrea Ortiz cursa

el ciclo cuarto, que corresponde octavo y noveno. "Es la oportunidad para graduarse y salir adelante, voy por mi sueño de ser profesional, de ser una administradora de empresas".

Otra maestra es Nora Elena Anduquia Serna, quien resalta que además del componente académico, está el social. Son, en general, personas que han tenido dificultades laborales, económicas, familiares.

Describe: "Entonces encuentran aquí compañerismo, calor humano en los salones. No son sólo compañeros de estudio, sino familia. Expresan sus situaciones y comparten. Una señora teje muy bonito y trajo materiales que distribuyó con sus compañeras, les enseña algo que podría convertirse en un ingreso económico".

Puertas

La nocturna está de regreso y con el propósito de quedarse. Por eso, oferta, además de los ciclos para primaria y bachillerato, articulaciones con instituciones para formar en técnicas.

El Chipre tiene una articulación con el Sena para formación en mantenimiento automotriz, básicamente motos, y en electricidad de hogar y empresarial. La Alcaldía con la Fundación Luker tienen un piloto con siete alumnos del Instituto Manizales para incorporar en la nocturna el programa Universidad en tu colegio, que lleva educación superior a las instituciones.

Mónica Alejandra Hernández avanza en el ciclo 5 (décimo y undécimo). "Estoy muy ilusionada. Antes no pude estudiar, trabajaba en casas de familia. Ahora se me abren puertas para graduarme y luego estudiar enfermería". Concluye: "Por eso digo que la nocturna es una maravilla":

Hace 100 años

La tesis doctoral Historia de la educación en Manizales 1849-1952, de Juan Manuel Dussán Luberth, incluye recuadros con el número es estudiantes en la nocturna en Manizales, por ejemplo:

Año  Estudiantes

1920  120

1921  125

1922  135

1923   127

 

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