Educación cubana, vista por una caldense

Luisa Fernanda Garcés, docente orientadora, de la I.E. Crisanto Luque del corregimiento de Samaria (Filadelfia) viajó a Cuba para conocer el modelo educativo. La pasantía fue promovida por la Gobernación de Caldas y la Secretaría de Educación.

Vivencias

Lea el relato que la profe compartió sobre su experiencia:

Sin lugar a duda, la revolución de 1959 gestó lo que hoy representa el sistema educativo cubano. El triunfo de la revolución logró “asegurar la formación de personalidades de acuerdo con un sistema de normas y valores socialmente aceptados que siempre se corresponden a los de la clase que ejerce el poder económico, político e ideológico en la sociedad”.

Entre los cambios que tuvo el sistema se destaca la gratuidad de la educación, que además de ser laica se hace masiva y obligatoria hasta los 12 años y hasta el sexto grado. En 1961 se realiza una campaña masiva de alfabetización, reduciendo la tasa de analfabetismo del 23,6% al 3,9%, logrando que la Unesco declare a Cuba “Territorio Libre de Analfabetismo”. Hoy la tasa es menor de 0,2%.

Se crean más de 50 escuelas para la atención de niños con necesidades educativas especiales. En la pasantía verificamos la atención de esta población, también un sistema que garantiza su inclusión en la vida en sociedad y en el campo laboral.

La educación actual permite la realización temprana de diagnósticos sociales, de salud y psicopedagógicos, en donde se destaca la atención intersectorial, niños o adolescentes con necesidades educativas especiales pueden estar escolarizados.

Pedagogía del amor

Durante la inmersión evidencié que la profesión docente se ejerce por vocación, los maestros cubanos dicen que “es una pedagogía de amor”, no prima el factor económico, lo que hace que los maestros se esfuercen por prepararse y capacitarse, para ser más competentes, accediendo a estudios de maestrías en ciencias de la educación para fortalecer la labor investigativa desde la escuela. Se me desvirtuó la idea de que en Cuba con menos hacen más y me hace pensar que en realidad los cubanos con más hacen más.

Y claro que tienen más. Más vocación en su ejercicio docente, más respeto por su profesión, más anhelos de superación y formación. Un mayor capital humano que se ve reflejado en el acceso a servicios básicos de educación, salud y vivienda. Y aunque el poder adquisitivo es casi nulo, en realidad no tienen menos, tienen mucho más.

Actividades de ayuda

Tienen unas prioridades que se van definiendo desde la infancia, en las aulas se estudia masivamente el ajedrez, se promueve la lectura crítica que fortalece la investigación científica, se implementan planes de estudio con mayor flexibilidad, y día a día se garantiza una mejora en la calidad del docente.

La dirección de la actividad pedagógica del docente está centrada en lograr la calidad del aprendizaje en los estudiantes, y en palabras del doctor Héctor Diego Martínez, profesor del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas: “Lo que se dirige no son instituciones, territorios, ni procesos; sino las personas que participan en ellos” .

Por mejorar

La docente Luisa Fernanda Garcés agrega:

" En nuestro país falta mucho camino por recorrer, y aunque nos vamos acercando a escenarios pedagógicos fortalecedores, aún nos queda el reto de construir una escuela más justa y culta, basada en el conocimiento, la información y el predominio de los valores humanos.

Son muchas las posibilidades de avanzar en políticas educativas si desde los escenarios municipales y departamentales se incluyen propuestas que le apuesten a la formación y a la mejora en la calidad educativa. Esta pasantía es sin duda una oportunidad para fortalecer los planes de desarrollo que se empiezan a construir por los gobernantes electos".