Cuando la inclusión sale del aula, historias de estudiantes con necesidades educativas especiales

LAURA SÁNCHEZ

LA PATRIA | MANIZALES

Luz Marina Franco va para dos meses resolviendo guías en casa. Cada inicio de mes su mamá va al colegio Instituto Integrado Villa del Pilar, en Manizales, recoge los paquetes de fotocopias de las asignaturas de grado once.

También entrega las tareas resueltas. “Yo no estoy en clases virtuales, porque no tengo internet. Conmigo el trabajo es físico. Si tengo dudas, tengo el número de los profes para consultar y si no contestan debo recargar el celular para navegar el internet”. Luz Marina integra la población de estudiantes con necesidades educativas especiales porque padece el síndrome Kugel Wende Wander.

Fotos | Cortesía para LA PATRIA

Luz Marina Franco cursa su grado once en el colegio Instituto Integrado Villa del Pilar y desde que comenzó la pandemia estudia en casa con guías impresas.

“A veces uno se siente muy agobiada y siente que no va a alcanzar. Extraño mucho la explicación de los profes y la convivencia con los compañeros”.

Familia, eje motor

La docente orientadora Luisa Fernanda Garcés, del colegio Crisanto Luque del corregimiento de Samaria (Filadelfia), explica que la familia juega un papel fundamental para el trabajo en casa. En profesionales como ella recae la responsabilidad de pensar en estrategias de aprendizaje inclusivas.

En Caldas hay 166 docentes orientadores encargados de dar una atención adecuada y garantizar las políticas de inclusión de la población con algún tipo de condición especial o discapacidad, es decir uno por institución educativa. “Estamos haciendo esfuerzos mayores en época de cuarentena por garantizar su permanencia en el sistema educativo”.

Luisa Fernanda explica que se ve reflejado en el rendimiento y los avances de estos estudiantes. “Aquellos que cuentan con una red de apoyo familiar logran mejores resultados e incluso avances significativos. Por otro lado, algunas familias que no realizan ningún tipo de acompañamiento han manifestado que la asistencia a la institución educativa estaba motivada solo por el cuidado que se prestaba durante las siete horas consecutivas”.

Diana Cardona, jefe de la Unidad de Cobertura de la Secretaría de Educación de Caldas, asegura que el proyecto Caldas camina hacia la inclusión está en ejecución y focalizan la atención con estrategias virtuales, telefónicas, trabajo con docentes, familias y los niños y niñas, y con seguimiento.

“También se tiene el apoyo de la fonoaudióloga y la tiflóloga para acompañar población sorda y ciega, así mismo los modelos lingüísticos están haciendo acompañamiento a las familias, docentes y estudiantes para dar continuidad a su proceso de aprendizaje”, agrega Cardona.

Maicol Estiven Galvis también estudia en casa en el calor del Magdalena caldense. Cursa grado once en el colegio Carmen de La Dorada. Padece de una discapacidad cognitiva, incluida en el espectro autista con síndrome de Asperger, desde los seis meses de edad.

Con la cuarentena estudia virtualmente y lee guías y tareas en la pequeña pantalla de su celular. Su mamá Claudia Galvis asegura que tampoco tiene recursos para los estudios de educación superior de medicina forense que sueña Maicol Estiven.

Alirio Tafur y José Bustos, docentes de Química y Matemáticas, aseguran que es uno de los estudiantes más aventajados por disciplina, dedicación y esfuerzo. El profesor José Bustos invita a realizar una donación de un computador para que el alumno termine con éxito su grado once.

Tips de aprendizaje

La Universidad Autónoma de Manizales dio consejos académicos para docentes que den clases a estudiantes en condición de discapacidad o con dificultades:

-Evite letra cursiva, manuscrita y ornamentada.

-Haga uso de frases cortas y lenguaje sencillo.

-Resalte en negrita u otro color las palabras clave.

-Elabore o seleccione materiales en los que las imágenes (fotos, dibujos, esquemas u otro) ayuden a la comprensión del texto.

-Utilice diferentes ejemplos para explicar una misma cosa.

-Realice una pausa activa de 5 a 8 minutos por cada 45 minutos de clase.

-Recuerde que la virtualidad requiere intensificar el acompañamiento.

- La enseñanza a partir de lo virtual no requiere trasladar el tiempo presencial al tiempo sincrónico, así mismo lo asincrónico no implica exceso de actividades.

Ajustan las guías

Elcy Natalia López, psicóloga y estudiante de maestría de Educación desde la diversidad, reflexiona:

“Para los estudiantes con discapacidad hay que ajustar las guías, los Derechos Básicos del Aprendizaje (DBA). Antes los docentes no sabían que las debían ajustar. Imagínese a un estudiante viendo una guía desde un celular. Las guías se ajustaron con título y explicación. Estamos también haciendo con el Plan Individual de Ajustes Razonables (PIAR). Se está haciendo mucho seguimiento a cada estudiante y conocer las necesidades de conexión porque a algunos profesores mandan videos y el alumnos debe gastar un montón de datos para poder verlo y además compartir el internet con sus hermanos”.