Colegio de Villamaría (Caldas) sin presencialidad por baños sin terminar

Óscar Veiman Mejía

LA PATRIA I Manizales

Brayan Esteven Castillo tiene un antojo. Vive a tres casas de la sede central del colegio de su vereda Partidas, en la zona baja caferera de Villamaría. "Quiero volver del todo al colegio, por mis amigos, y profesores y para aprender más que en la virtualidad".

El centro educativo, entre montañas forradas en café, limita con una vivienda que en una pared exhibe un Papá Noel, como recuerdo de la reciente Navidad.

Pasadas las fiestas de diciembre, la familia de Brayan y el resto de la comunidad fijaron su atención en la presencialidad escolar ciento por ciento, ordenada por el Gobierno nacional. Ese retorno dependía, fundamentalmente, de algo: Del arreglo de los baños. En la mañana del lunes las viejas baterías, arrumadas en rincones, confirmaron la sospecha: Que los trabajos seguirían inconclusos. Reinó la desilusión.

Yésica Zapata, docente de transición y primero, comenta: “Ese lunes estuvimos solo un rato porque sin baños no se podían dictar clases”.

Juntos

Las tres sedes del colegio de Partidas, incluida la central, la Santander y Pinares, tienen necesidades en infraestructura. Cuentan con 245 matriculados hasta ahora, el año pasado fueron 277.

Las obras en Partidas forman parte de un plan de la Alcaldía de Villamaría con la Gobernación de Caldas, por cerca de $400 millones, para reparar baños en instituciones urbanas y rurales.

El martes revivieron el recuerdo de las medidas educativas obligadas por la pandemia desde marzo del 2020. “Fuimos puerta a puerta entregando guías para que los niños no se atrasen”, añade Yésica.

También se les vino a la mente la educación virtual. La niña Maryeli le envió cuatro mensajes de voz: 1. “Buenos días, profesora Yésica”. 2. “Gracias por enseñarme”. 3. “¿Todas las tareas son para hacerlas hoy?”. 4. “Profesora, ¿tengo que mandar fotos de las tareas?...”.

Avisados

Los 15 docentes dieron la voz de alerta el 19 de enero con una carta al secretario de Educación de Caldas, Fabio Arias. “... las labores realizadas en el contrato actual de mejora de infraestructura se encuentran en un estado precario..., situación que imposibilita la presencialidad, no se cumplen las condiciones de salubridad mínimas...”.

La vía en Partidas es destapada. Por allí pasan agricultores, pescadores, areneros. Es como un laberinto con carreteras hacia Chinchiná, Manizales, Santa Rosa (Risaralda). En un cartel de bienvenida se lee: Partidas, punto de encuentro.

Por allí caminaba ayer Martha Ríos, abuela de los estudiantes, Yoselín, de segundo, y de Evelín, de octavo. “Teníamos la esperanza de su regreso rápido a la escuela, pero nada. Es muy triste verla tan deteriorada. Amamos este lugar, aquí también estudiaron mis hijos, Martha y Yhoan Andrés”.

La inquietud de la comunidad pasó de la Secretaría de Educación departamental a la Alcaldía de Villamaría, pues la Gobernación giró los recursos del contrato desde el año pasado.

La remoción de las baterías y enchapes antiguos era la único a la vista. “Nos notificaron la intención de unas mejoras provisionales, pero nos opusimos, ya que está claro que existen los rubros necesarios para compra y ejecución de los trabajos”, indicaron la profesora Yésica y el profesor Ramón Eliécer Duque.

Proyección

Algunos niños con sus padres llegan al colegio para recibir instrucciones. Ayer lo hizo Sandra Milena Villa con su hijo Yhon Faber Rojas, de primero. La profe Yésica, quien adelanta una maestría en didácticas digitales, lo sentó a un lado para explicarle las tareas de rellenar con colores gusanos, mariposas, cachorros...

Lo de los baños es parte de las necesidades. El docente Ramón, parado en el patio señala: “El techo de ese salón del segundo piso está con rotos, la señal de internet es baja”.

La lista continúa: la electricidad es solo para algunos espacios, pues los ladrones se llevaron el cable, además de computadores y otros elementos. “Es que aquí no nos mandan celador”.

Brayan, el alumno de 14 años del grado octavo, parado al frente de su casa hace proyecciones: “Me quiero graduar para ir al servicio militar y luego estudiar ingeniería civil”. Reflexiona: “Así es muy complicado estudiar, ojalá nos solucionen todo esto rápido”.

Sobre el contrato

* El contrato para las unidades sanitarias de la zona baja de Villamaría se adjudicó el 16 de septiembre del 2021 al Consorcio Santa Marta J.C, por $208.498.166 millones.

* Debía entregarse a finales de noviembre. El costo específico por las obras en la escuela Partidas de Villamaría se fijó en $27.515.718

* En la información subida al Secop II no aparece el documento del contrato con la norma específica que lo rige. Tampoco la información específica del consorcio, quiénes lo conforman, la propuesta económica, los certificados de experiencia ni la mayoría de los papeles que debieron entregar para presentarse a la propuesta. Solo está la póliza.

* El plazo de ejecución inicial fue de 60 días calendario a partir del acta de inicio, según el estudio previo. El inicio data del 21 de septiembre del 2021, por tanto la obra debía terminar la semana del 22 de noviembre de 2021

Responde la Alcaldía

Camilo Sánchez, secretario de Infraestructura de Villamaría, dijo:

- “Desde el paro nacional, incluso desde antes por la pandemia, las empresas productoras de aparatos sanitarios o construidos con porcelana, cerámica, pisos, esos elementos han sufrido escasez en producción”.

- “Por tanto, en el mantenimiento y reparación de aparatos sanitarios en el colegios de Villamaría han surgido estos inconvenientes. Los contratistas han tenido muchos retrasos en la gestión de los proyectos que tenían previstos entregar para el 31 de diciembre”.

- “Debido a esto el convenio entre el Municipio y el Departamento surgió una adición en tiempo de una prórroga para darle vía jurídica al convenio y así nosotros poder ampliar los plazos y los contratos”.