Se realizan hoy en las cámaras de comercio de toda Colombia las elecciones de nuevas juntas directivas, un evento democrático de gran impacto para el desarrollo regional, el cual muchas veces dejamos que pase sin darle la importancia que merece. De hecho, estas entidades se han convertido en instrumentos de impulso de proyectos e iniciativas en todos los rincones del país, por lo que se necesitan juntas directivas con visión y seriedad, con gente muy capaz y verdadero liderazgo. Hay que recordar que también se elige revisor fiscal, que en el caso de Manizales cuenta con cuatro opciones.
Es muy bueno que en las 11 planchas que han sido presentadas en la capital de Caldas, y por las que podrán votar de 8:00 a.m. a 4:00 p.m. los comerciantes que hayan renovado su matrícula mercantil antes del 31 de marzo pasado, se tengan diversas propuestas. Sus integrantes no solo se han limitado a prestar sus nombres sino que han hecho conocer de la opinión pública ideas que serían aplicadas en el caso de llegar a ocupar, durante los próximos dos años, los seis escaños principales y sus respectivos suplentes, y donde tendrán que demostrar que quienes los apoyaron no estaban equivocados.
Duele ver casos como los de Barranquilla y Bogotá, cuyas elecciones de juntas directivas fueron suspendidas por la Superintendencia de Industria y Comercio, debido a las múltiples denuncias acerca de las posibles acciones fraudulentas o de manipulación del proceso electoral en las que habrían caído algunos de los aspirantes y directivos. Allí se observó, por ejemplo, un incremento desmedido del número de supuestos comerciantes inscritos para votar, así como el aumento atípico de nuevos afiliados a las cámaras. En Cúcuta, Villavicencio y Aburrá Sur también se han detectado actos aparentemente ilegales.
Esperamos que en el caso de Manizales, así como en Aguadas, Anserma, Riosucio y Salamina, donde los comerciantes también podrán acudir a entregar su voto, tal situación no se haya dado, pues de detectarse anomalías sería necesario reportar las irregularidades, eventualmente suspender las elecciones, y castigar a los infractores.
La Cámara de Comercio de Manizales el año entrante estará celebrando 100 años de existencia, lo que reitera la necesidad de que los elegidos sean personas de excelente nivel, que estén a la altura de una responsabilidad tan vital como la de conmemorar el centenario de una institución que ha sido definitiva en el apuntalamiento del desarrollo de Caldas en diversos momentos de la historia. Esa nueva junta no puede estar contaminada con ninguna clase de vicios, sino que debe brillar por su dedicación al trabajo por un mejor futuro regional.
Hay que darle a la Cámara de Manizales una junta directiva de primer nivel para que sea allí donde además de que los trámites legales se diligencien con rapidez y eficiencia, como sucede hoy, se lidere el desarrollo regional con norte estratégico, dinamismo, claridad e inteligencia.
Esperamos que la jornada democrática transcurra en total normalidad. Se deben mirar las mejores propuestas y las ideas que sean ambiciosas pero realizables, y analizar a fondo quiénes pueden garantizar una mayor eficiencia al frente de esta entidad, la cual debe seguir siendo escenario de debate de los más importantes proyectos de la región. La nueva junta directiva también tiene la tarea de comenzar a trazar lo que deberán ser los próximos 100 años de la cámara.
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