Una seguridad metropolitana

Como debe ser desde hace mucho tiempo, Manizales y Villamaría tienen ahora un comando conjunto metropolitano de la Policía, lo que permitirá un trabajo más coordinado y efectivo en materia de seguridad en la región. La puesta en marcha de esta estrategia que pretende luchar contra la delincuencia, con un claro énfasis en las áreas urbanas, responde de manera real al clamor ciudadano por unas condiciones que garanticen la tranquilidad en nuestras ciudades.
 

Durante la activación de la Policía Metropolitana, el presidente Juan Manuel Santos destacó que la seguridad sigue siendo una prioridad de su gobierno, por ser la base del progreso. Qué bien que no se descuide este asunto tan importante para la ciudadanía y que cada vez se respire un ambiente de mayor confianza en el momento de salir a las calles, gracias a que se cuenta con un pie de fuerza que nos cuida y evita que los delincuentes y terroristas traten de desestabilizar la convivencia ciudadana.
 

Es verdad que hoy se ven muchos más policías en las calles, y mejor dotados, lo cual no se veía con tanta profusión hace poco. El mandatario dice que en todo el país son 25 mil nuevos uniformados, distribuidos en 3.700 cuadrantes, y con el apoyo logístico de cerca de 1.200 cámaras. Si bien todavía hay numerosas quejas de atracos, de robos en residencias, de actividades ligadas al narcotráfico y a las extorsiones, tienen que comenzar ahora a bajar los reportes en este sentido.

En el caso de Manizales y Villamaría, que es la novena policía metropolitana que se pone en marcha en el país, se cuenta ahora con 1.073 agentes que serán distribuidos en 36 cuadrantes, con tareas muy específicas de perseguir al crimen organizado. Todos estos hombres también estrenan comandante, el coronel Mario Fernando Guerrero Fonseca, de quien esperamos un gran liderazgo entre la comunidad, con el fin de que con el trabajo concertado de los ciudadanos y los policías se pueda derrotar a las delincuentes. La gran experiencia de este oficial no da para menos.
De la misma manera, esperamos que la Policía y las alcaldías municipales logren una gran coordinación, pues en la medida en que las autoridades civiles y la fuerza pública trabajen de la mano y miren hacia el mismo horizonte será posible frenar a los criminales y, por ende, garantizar condiciones de seguridad que hagan cada vez más agradable y próspera la vida en las ciudades. En el caso de Manizales, en el pasado se han dado roces y divorcios que ahora deben ser superados. Esta es la oportunidad para demostrar que la unión hace la fuerza, más cuando se tienen todos los elementos necesarios para prestar una seguridad óptima. El alcalde de Manizales, Jorge Eduardo Rojas, destacó que en los últimos tres años el pie de fuerza en la ciudad pasó de 250 efectivos a 1.073 (cerca de 350 por turno), lo que cuadriplica las capacidades de reacción de los uniformados ante las demandas de la comunidad. Está todo dado para que los manizaleños nos podamos sentir más tranquilos en el momento de salir a las calles. En el resto de Caldas también se ha mejorado bastante la presencia de uniformados, con cerca de 1.800 distribuidos en los otros 25 municipios de Caldas.
 

Hay que resaltar que con la nueva Policía Metropolitana también surge una sección propia de Investigación Criminal, que contará con el apoyo de especialistas provenientes de la Dijín en Bogotá, lo que hará que se cuente con personal calificado para perseguir estructuras delincuenciales sofisticadas, que logran mimetizarse en nuestras ciudades. Con los hombres, la logística y la voluntad, lo único que falta es que se trabaje en forma coordinada y con buena actitud frente a las comunidades, para que la seguridad mejore bastante en la ciudad y la región.