Un cambio a fondo en movilidad

La advertencia de la directora de Manizales Cómo Vamos, Natalia Escobar, en el sentido de que en tres años el tráfico de carros y motos en la ciudad podría ser casi el doble que el actual, con lo que se verían grandes congestiones de vehículos en las vías urbanas, debe llevarnos a tomar medidas prontas que apunten a cambiar la cultura de la movilidad en la capital caldense, sin descuidar la construcción de nuevas obras de infraestructura que eviten el colapso. El llamado de Manizales Cómo Vamos se basa en datos reales y proyecciones estadísticas de alta probabilidad.

En el debate organizado por esa organización el pasado jueves, resultó bastante fructífero en participación de distintas voces de la comunidad y en la puesta en discusión de interesantes propuestas para hacer cambios profundos en la movilidad de la ciudad. El hecho de que también los secretarios de Planeación y Tránsito de Manizales hayan asistido y resuelto todas las inquietudes de la gente, permite ver que se va logrando la sintonía que se requiere para adoptar salidas creativas que nos hagan una ciudad más amable, lo cual tiene que ser el principal objetivo.

También resulta bastante positivo que los expertos Carlos Cadena, de la Universidad de las Naciones Unidas, y Diego Escobar, de la Universidad Nacional, hayan podido mostrar de manera directa sus percepciones acerca de lo que puede hacerse en Manizales, para que todos los ciudadanos nos beneficiemos de decisiones administrativas que apunten hacia el lugar correcto. Si hoy el 82% de los manizaleños nos sentimos orgullosos de nuestra ciudad, hay que buscar que hacia adelante ese indicador se incremente, en lugar de bajar.

Entre los puntos clave de reflexión y de toma de decisiones está el concepto de privilegiar al peatón y al ciclista, en lugar de mantener la tendencia de desarrollar infraestructura para los carros, sin querer eso decir que se implementen medidas absurdas como el Pico y placa que se ha anunciado. Por el contrario, la idea sería lograr que haya tan buenas opciones para desplazarse a pie o en bicicleta, y hasta el cable aéreo u otros sistemas creativos de transporte público, que los propietarios de vehículos prefiramos usarlos solo para cubrir distancias largas o salir de la ciudad.

Como estamos en el proceso de renovar el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y de firmar un Conpes para el Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP) de Manizales, al cual el Gobierno Nacional entregará cerca de $220 mil millones, es el momento de echar a rodar ideas que nos lleven a modificar a fondo la movilidad y asegurar que en un futuro podamos seguir disfrutando de una ciudad moderna y competitiva, que sea modelo global, como lo desea el experto Cadena, quien conoce de primera mano la experiencia de varias urbes europeas que hicieron cambios a tiempo, hace años, y hoy son ejemplo de buena movilidad y calidad de vida.

Hoy es evidente que hay amplios sectores de la población sensibilizados con estos temas y con ganas de colaborar en cambios de hábitos de transportes, como los jóvenes de la Universidad de Caldas que impulsan los viajes en bicicleta. También hay un sector de masa crítica con brillantes ideas dirigidas al mismo objetivo, donde las bandas y escaleras eléctricas o las mismas bicicletas con motor tampoco pueden desecharse. Y, en la administración municipal, así mismo, parece haber la disposición de acoger iniciativas diferentes a los paradigmas de siempre, que no han permitido avanzar en esa materia.

Lo más importante, sin embargo, es que desde el sector público y privado se impulsen programas de largo aliento en cultura ciudadana, con el fin de que todos los manizaleños cambiemos el chip y estemos dispuestos a exigir un mejor servicio público de transporte, a ser disciplinados en su uso, respetando paraderos y carriles de circulación, acogiendo sistemas de pago con tarjeta y actuando con un civismo que privilegie el bienestar de todos por sobre el bien particular. Podemos soñar con una ciudad maravillosa, pero no debemos quedarnos en el sueño, sino empezar a tomar acciones. De lo contrario nos dejará el bus del desarrollo y la calidad de vida.