La búsqueda del poder en época de elecciones se convierte en muchos casos en el origen de múltiples estrategias para tratar de engañar instituciones y terminar ganando en las urnas, y así alcanzar los principales cargos en los gobiernos. De esta manera, muchas veces se le hace trampa a la democracia y se engaña a los ciudadanos, quienes no quedan con más alternativa que aceptar que se les gobierne por quienes obtengan unas mayorías que se presumen ganadas en franca lid. Es triste darse cuenta tarde de que algunos llegaron al poder impulsados por toda clase de triquiñuelas y peripecias oscuras.
Resulta, por eso, preocupante que el Consejo Nacional Electoral (CNE) haya detectado que 398 mil 275 cédulas fueron inscritas este año de manera fraudulenta en todo Colombia, peor cuando representan cerca del 50% del total de inscritas (782 mil 544) durante el periodo en el que este año la Registraduría Nacional del Estado Civil abrió la posibilidad de inscribirlas, para votar en las elecciones del próximo 25 de octubre. Ahora bien, alivia un poco que se hayan detectado antes de que pudiera completarse el ilícito, el cual fue impulsado por políticos corruptos, evidentemente.
Tenemos que lamentar que de ese total, 10 mil 348 cédulas anuladas corresponden a Caldas, ya que evidencia que las mafias electorales también tienen mucho campo de acción en nuestro departamento, y que si hay un descuido, esos corruptos podrían llegar al poder para seguir cometiendo abusos y darle un manejo de privado a lo que es público. Llama la atención que en municipios como Villamaría 3 mil 795 cédulas hayan sido anuladas, cuando se inscribieron apenas 5 mil 355 este año, o peor aún lo ocurrido en Marulanda, donde de 616 inscripciones 503 fueron anuladas, casi el 85%. Esto es lo que se llama trashumancia electoral, que es popularmente conocida como trasteo de votos.
En todos estos casos que, en lo referente a Caldas también ocurrió en municipios como Neira, Norcasia, Salamina y Manizales, lo que hay son prácticas corruptas que pretenden burlarse de los ciudadanos, quienes salen a votar convencidos de estar contribuyendo a fortalecer la democracia. Esto es similar a lo que ocurre con los votos nulos, tan numerosos en nuestro departamento, y que podrían ser resultado de una estrategia macabra para hacer ganar candidatos a la fuerza. En ambos casos deberían tenerse investigaciones a fondo, con el objetivo de identificar a los autores intelectuales de esas trampas, y poderlos castigar con la fuerza de lo mandado en el Código Penal para estas situaciones.
Se tiene expectativa, así mismo, frente a lo que será el pronunciamiento del CNE frente a las posibles inhabilidades de cerca de 750 candidatos en todo el país, lo que podría dejar por fuera de carrera a varios aspirantes a gobernaciones, alcaldías, asambleas, concejos y juntas administradoras locales en toda Colombia. De Caldas, ya se sabe que la candidatura de Guido Echeverri a la Gobernación tuvo concepto de legalidad por parte del CNE, pero siguen otros casos pendientes, por lo que el dictamen dará claridad para lo que resta de las campañas.
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