Segunda oportunidad para Santos

Arranca hoy un nuevo periodo de cuatro años para Juan Manuel Santos, quien podrá completar así ocho años al frente de la Presidencia de la República, igual que su antecesor Álvaro Uribe Vélez. El pasado 15 de junio, en segunda vuelta, la mayoría de los colombianos lo reeligió con el mandato de lograr la paz con las guerrillas, un proceso de diálogos que comenzó oficialmente en noviembre del 2012 con las Farc y que en pocos meses podría empezar con el Eln. Hasta el momento se han logrado avances importantes, pero aún faltan los puntos más complicados para lograr un acuerdo que le ponga fin al conflicto armado.

En su primer gobierno, que hoy termina, Santos también anunció la puesta en marcha de cinco locomotoras para el logro de la prosperidad en Colombia. Algunas de ellas como la de la vivienda, y en parte la de minería, tiene algunos resultados para mostrar, pero aún les falta bastante para poder decir que son exitosas. Las de infraestructura, innovación y agricultura se podría decir que apenas están comenzando a encarrilarse, y que sus resultados concretos aún se demoran para hacerse visibles.

En el primer periodo de Santos también anunció importantes reformas de índole tributario, político, jurídico y social, pero la verdad es que las más importantes se quedaron en el tintero y los colombianos todavía estamos a la espera de un revolcón real a la justicia, cambios profundos en el sistema de salud, la renovación de las políticas orientadas al campo educativo y la adopción de medidas de carácter electoral y político que garanticen que el país recupere el equilibrio de poderes y que el ejercicio proselitista esté mejor blindado frente a los fenómenos de corrupción.

Las expectativas que se tienen frente al segundo gobierno de Juan Manuel Santos son grandes. No podemos negar que la economía viene bien manejada y que las posibilidades de seguir creciendo están abiertas. También se han dado pasos fundamentales de profundidad social como el reconocimiento de las víctimas del conflicto y la implementación de leyes como la que buscar su reparación y la restitución de tierras que fueron arrebatadas por actores violentos. A Santos también le ha tocado afrontar la protesta social de los agricultores, debido a políticas erradas que vienen desde hace décadas, y que resulta complejo revertir en el corto plazo.

Hoy, en condiciones políticas que no son tan favorables como las que tuvo durante su primer gobierno, el Presidente tendrá que sacar adelante muchos cambios clave, aunque el de mayor fondo será la firma del acuerdo de fin del conflicto. Para ello, deberá rodearse de los mejores ministros y demás coequiperos, cuyas acciones obedezcan a las verdaderas necesidades del país, más que a compromisos de índole político. Además, deberá trabajar de la mano del sector privado, con el objetivo de lograr que haya cada vez más y mejores empleos, que junto con la educación, son los caminos más cortos para derrotar la pobreza y lograr la equidad social.

Un punto en el que no se admiten descuidos es el de la seguridad, pues las Fuerzas Militares tienen que mantener su ofensiva en contra del crimen organizado, venga de donde venga, sin dar el brazo a torcer. De hecho, los miembros de las Farc y el Eln tienen que ser perseguidos de manera implacable hasta tanto no haya un acuerdo que lleve al cese al fuego. Por eso, es muy bueno el mensaje que envía el mandatario al ratificar en su cargo al ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, quien ha sabido mantener una unidad de mando y liderar las diferentes fuerzas.

Desde Caldas también confiamos en que los compromisos asumidos por Santos con esta región podamos verlos hechos realidad en los próximos años, como es el caso del Aeropuerto del Café y la nueva vía Manizales-Honda, entre otros. Además, esperamos que el Gobierno Nacional siga apoyando el posicionamiento de la capital caldense como líder en las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), el fortalecimiento del turismo aprovechando el reconocimiento del Paisaje Cultural Cafetero, y que el apoyo a los productores del grano no se vea menguado.