A reducir los accidentes

Manizales sigue teniendo un alto número de accidentes de tránsito, al parecer, por una combinación de factores. Fueron 2.747 en el 2013, que aunque muestran una reducción frente al año 2012, sigue siendo un alto número para el tamaño de la ciudad. Desde hace rato se tienen identificados los sitios peligrosos, en donde se repiten las escenas de choques, muchos de ellos con consecuencias lamentables. De hecho el Plan Maestro de Movilidad habla de 30, pero las autoridades tienen claro que, de estos, son seis los críticos. LA PATRIA mostró ayer estos puntos.

Está claro que un gran reto para las ciudades en estos tiempos es el del tránsito, pues aumentan los vehículos y las vías no dan abasto para evitar las congestiones. Aunque Manizales no vive los problemas de las grandes urbes, sí sufre de congestión y caos, generado en buena parte por la falta de cultura ciudadana de conductores y peatones, por el no cumplimiento de las normas y la falta de autoridad para hacerlas respetar. Ese es el caldo de cultivo para que se presenten los accidentes.

Las glorietas son un punto crucial. Tal parece que estas, tan buenas para permitir que el tránsito circule de manera organizada, no son bien usadas siempre y hay muchas personas que no conocen las mínimas normas para hacerlo, como tener en cuenta quién lleva la vía y cuándo ceder el paso. Esto debería motivar todo un programa de difusión en cultura ciudadana sobre el uso de estas necesarias obras en la ciudad, pues es evidente que es la mejor manera de agilizar el tráfico, sin necesidad de acudir a los semáforos, que organizan, pero congestionan. Señalan los expertos que las glorietas, una vez se desborda su capacidad, obligan a pensar en otras obras, como los pasos a desnivel, para solucionar estos problemas.

También se tienen otros puntos identificados como la curva de Renault Minuto, en la Avenida Alberto Mendoza Hoyos, que evidentemente tiene problemas, en donde se ocasionan accidentes cuando esas circunstancias de dificultad técnica se suman a la velocidad con la que algunos toman esa curva. Es necesario pensar allí en alguna mejora que disminuya el riesgo.

Se debe tener en cuenta que, de acuerdo con un estudio realizado por el programa de Ingeniería Civil de la Universidad Nacional, sede Manizales, el 95 por ciento de los accidentes se presentan por fallas humanas, lo que llama la atención de manera profunda sobre el profesionalismo que se tiene a la hora de manejar un vehículo. Qué tan fácil se siguen entregando las licencias a personas no solo inexpertas, sino mal preparadas para conducir. A esto se suma que en tres sitios monitoreados encontraron que se viola más de una infracción por minuto en esos lugares y que en todas partes se sobrepasan los topes de velocidad, lo que es una combinación de factores que propicia los accidentes.

Los sitios que presentan el mayor riesgo deben tener la señalización en perfectas condiciones y además deberían ser lugares a los que se les dé prioridad para intervenirse con obras públicas, por encima de otros, pues aquí se está tratando con la vida de seres humanos. Solucionar problemas como estos debería ser obsesión de la Secretaría de Tránsito hasta hallar la solución definitiva.

No obstante, no importan qué tantas obras se hagan en la ciudad si al final del día no hay conocimiento de las normas, no se respetan o, peor aún, se maneja con agresividad. Definitivamente la cultura ciudadana en temas de tránsito es la solución a muchos problemas viales en la ciudad, incluida la congestión que muchos insisten en señalar para exigir pico y placa, que no se necesita. Si se impide el parqueo en zonas prohibidas, si se exige que se respeten los paraderos, si se conduce bajo los topes de velocidad y si entendemos que no se tienen que correr a velocidades superiores a las permitidas, seguramente todo mejorará. Es hora de intentarlo.