Comenzó bien el 2014 en la lucha contra el desempleo. Al cierre de febrero el índice nacional se ubicó en 10,7%, frente al 11,8% del mismo período del 2013. En las 13 áreas urbanas principales también cayó del 12,3% al 11,2% durante febrero, con lo que llegó a su valor más bajo para ese mes en, por lo menos, la década más reciente. El informe del Departamento Nacional de Estadística (Dane) muestra, sin embargo, que la tasa global de participación (personas que están trabajando más las que están en busca de empleo) se ubicó en 63%, nivel que sigue siendo alto.
Dicho resultado se acerca bastante a la meta de darle sostenibilidad al logro de un solo dígito en ese índice. La tendencia es positiva, además, ya que la reducción se observó en el 90% de las ciudades que son medidas por el Dane, lo que significó que 328 mil personas en el país hallaron un empleo en febrero pasado, llegando a 21 millones de personas ocupadas, un nivel que nunca se había alcanzado. Los sectores de comercio, construcción y servicios concentraron la mayor generación de empleo. El contraste en este punto es que la mayoría de las ciudades mantienen sus niveles en dos dígitos.
El comportamiento de ese indicador en Manizales también fue positivo, con el 10,8%, ocupando la posición 14, lo cual es bastante bueno (es la tasa más baja en 13 años). En mejores posiciones están, sin embargo, Bucaramanga (7,9%),
Cartagena (8,8%) y Riohacha (9%), a las que tenemos mucho qué aprenderles en estrategias para generar puestos de trabajo. Por el contrario, las ciudades con cifras más negativas, y que ocupan los primeros lugares en desempleo, son Quibdó (18,2%), Cúcuta (18%) y Armenia (16,8%). Hay que aprender también de ellas para no caer en sus errores y problemas.
La caída del desempleo en el país sintoniza con las cifras de reducción de la pobreza que, según el mismo instituto de estadísticas, llevó a que hoy haya 820 mil personas menos afectadas por ese flagelo en Colombia, al comparar las cifras del 2012 con las del 2013. Ahora bien, es indispensable cuestionar si el empleo que se está generando es de suficiente calidad para que el proceso de cerrar brechas entre las inequidades sociales puedan cerrarse a través de esta vía. Todo indica que aún falta mucho por hacer en esa materia.
También hay que poner la lupa en los puestos de trabajo para las mujeres y para los jóvenes, que son los que menos oportunidades encuentran en el mercado laboral. En todos los casos, es fundamental que se garantice que, por lo menos, esos empleos sean estables, remunerados y con seguridad social. En el caso de Manizales, el punto negativo se observa justamente en el subempleo (personas que laboran, pero que están insatisfechas por competencias, ingresos o insuficiencia de horas), que en la ciudad subió del 8,2% al 8,8% desde febrero del 2013 al mismo mes de este año.
Hoy Colombia es la cuarta economía de América Latina, superada solo por Chile, Brasil y México. El año pasado creció en 4,3% y las proyecciones para el 2014 son del orden del 4,7%. Si esta situación se da, no solo hay posibilidades de seguir escalando en el orden de las economías del continente, sino que podrían darse avances significativos en materia de empleo.
De todos modos, en ese aspecto aún encabezamos el ránking latinoamericano y estamos muy lejos del promedio de América Latina, cuya tasa es de solo el 6,3%. Países como Guatemala, Panamá y Ecuador tienen el desempleo por debajo del 5%. A Colombia todavía le falta mucho para poder decir que genera suficientes empleos para su población activa laboralmente.
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