No le ha ido bien en las semanas recientes al alcalde de Manizales, Jorge Eduardo Rojas Giraldo, con los diversos cambios que ha tenido que hacer en el gabinete, y menos aún con los proyectos de acuerdo presentados ante el Concejo Municipal.
En lo primero, los cambios en la gerencia de la empresa Transporte Integrado de Manizales (TIM) ya pasaron los límites de lo tolerable con cuatro gerentes en medio año, y además porque la Empresa de Renovación Urbana (ERU) tampoco ha sido la excepción. Hay que sumar que en solo siete meses de gobierno ya tomó la decisión de cambiar a dos secretarios, aunque esto es más comprensible.
Lo que sí genera muchas preocupaciones es que de cuatro proyectos de acuerdo presentados ante el Concejo, en el que cuenta con una bancada mayoritaria, el mandatario apenas logre que le aprueben uno. Lo peor es que para ello se gastaron todo el segundo período de sesiones, en uno de los momentos más improductivos de esa corporación en mucho tiempo, si se compara con otros en los que el número de acuerdos aprobados ha sido mayor. En esto, sin embargo, la culpa no es de los concejales solamente, sino de quien debe entregarles los insumos de debate.
Es lamentable que los mencionados proyectos se hayan caído, por ausencia de sustentos técnicos y financieros que les den viabilidad, así como por la falta de juiciosos análisis jurídicos. Es así como se quedaron en la mochila la creación de la Secretaría del Medio Ambiente y de las oficinas de Discapacidad, Mujer y género, y de Infancia y juventud, de las que tanto habló el entonces candidato Rojas. También se quedó en el camino su pedido de autorización para ampliar la capacidad de endeudamiento del Municipio, con lo que buscaba poder desarrollar el proyecto de call center de terrazas de la Autónoma.
El mandatario debe asumir con seriedad los reparos, y diagnosticar en dónde está el problema en lo relacionado con la presentación de los proyectos al Concejo, para que tales vacíos técnicos y jurídicos sean subsanados. No puede permitirse que la gestión de una administración se vea frenada por culpa de asuntos de forma que deberían estar superados. Si el mandatario no cuenta con buenos asesores legales o técnicos debe conseguir otros que le den la confianza suficiente para asegurar que los proyectos no se van a caer por estar mal formulados.
Para los próximos meses de octubre y noviembre, según el mandatario, serán retomadas varias de estas iniciativas para que con mejores argumentos y estudios el Concejo Municipal les pueda dar trámite. Lo complicado es que generalmente durante esas sesiones la discusión del presupuesto municipal para el año entrante absorbe toda la atención, por lo que no será sencillo que se pueda avanzar al ritmo que se necesita. En este sentido es conveniente el llamado del Alcalde a los concejales para que se comience a crear en conjunto el presupuesto del 2013, para ganar tiempo. Ojalá funcione.
Confiamos en que a través del único acuerdo aprobado en las sesiones que acaban de terminar, el alcalde pueda canalizar muchas realizaciones. Al ser autorizado por el Concejo para hacer parte de la Asociación de Ciudades Capitales, se abren posibilidades para que Manizales pueda tramitar recursos que beneficien nuevas iniciativas.
La esperanza es que eso se logre, y que así se puedan matizar en parte los grises momentos por los que atraviesa la actual administración municipal. Lo que deseamos es que el alcalde Rojas encuentre el rumbo, pues en la medida en que lo haga ganará la ciudad y ganaremos todos; son múltiples las tareas en las que se exige pensar y actuar con efectividad y paciencia.
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