Los cambios de nuestros vecinos

Nuestros países vecinos Panamá y Costa Rica viven momentos políticos de coyuntura que no deben pasar por alto los colombianos, pues lo que allí ocurra en los próximos años también podrá incidir en el futuro de nuestro país. Mientras que en el primero las elecciones del pasado domingo dejaron como ganador al exvicepresidente, quien en los dos últimos años se fue a la oposición, en Costa Rica se posesionó ayer un político que se les metió por el medio a los dos partidos más fuertes de ese país en las últimas siete décadas.

En Panamá, el empresario Juan Carlos Varela, del partido Panameñista, será quien le reciba el gobierno a Ricardo Martinelli, quien dedicó su administración a desarrollar grandes e importantes obras de infraestructura en ese país, pero que pese al buen momento económico, en general, no pudo lograr que sus candidatos (su esposa buscaba la vicepresidencia) se alzaran con la victoria. Varela se retiró del gobierno de Martinelli por desacuerdos con respecto al manejo de las políticas de inversión y a sus programas sociales.

Lo que haga Panamá será clave para varios temas que le interesan a Colombia, no solo por la posición que adopte frente a las intenciones expansionistas de Nicaragua, en cabeza de Daniel Ortega, sino por compartir con nosotros el Océano Pacífico. De la misma manera, su posible restablecimiento de relaciones con Venezuela hay que verlo con atención, para que no seamos víctimas de sorpresas que puedan perjudicarnos.

En Costa Rica, Luis Guillermo Solís, del Partido Acción Ciudadana de centroizquierda, y quien derrotó la hegemonía de socialdemócratas y socialcristianos que por 65 años manejó esa nación, tiene el reto de mantener la senda de prosperidad que traía el gobierno de Laura Chinchilla, pero además interpretar los deseos de cambio que el pueblo costarricense expresó al elegirlo como presidente.

Para Colombia es fundamental seguir contando con Costa Rica como un aliado, por diversos motivos. Dos de ellos son su situación limítrofe con Nicaragua, país con el que mantenemos un diferendo por el Archipiélago de San Andrés y Providencia. Así mismo, está a la vista su futuro ingreso a la Alianza del Pacífico, de la que ya participan México, Perú y Chile, con lo que será vital mantener políticas comerciales coherentes y excelentes relaciones que faciliten el intercambio en equipo de la región con la zona de Asia-Pacífico.

Es llamativo anotar que en ambos casos, en Panamá y Costa Rica, se impusieron propuestas presidenciales opositoras, a pesar de la buena salud de ambas economías, que son las de mejor comportamiento en Centro América actualmente. En ambos casos las acusaciones de corrupción oficial y la falta de transparencia parecen haber jugado en contra de los proyectos continuistas, lo que deja lecciones de enorme valía a nuestras democracias.

Hoy Colombia afronta un debate electoral con cinco propuestas bien distintas, todas con posibilidades de lograr los mayores respaldos, aunque las encuestas recientes han marcado la polarización entre el objetivo de reelección del presidente Juan Manuel Santos y la propuesta de regresar a las sendas del uribismo con Óscar Iván Zuluaga. Cualquiera que sea el ganador, lo deseable es que nuestras relaciones con los vecinos se mantengan en términos respetuosos, cordiales y colaborativos.