Las sedes de la buena educación

Hablábamos esta semana de la importancia que significa mantener los programas que buscan mejorar la calidad de la educación en Manizales y en Caldas. Una buena educación requiere también de espacios apropiados para el buen desarrollo de los estudiantes, que tenga dónde desarrollar todas sus capacidades, con comodidad y la seguridad de instituciones adecuadas. Desde que el Ministerio de Educación presentó su programa de infraestructura educativa, que ofrece cofinanciar el 70 por ciento de la inversión necesaria, siempre que los entes territoriales aporten el 30 por ciento restante, se han intentado proyectos para conseguir esos recursos de la Nación.
Fue así como la semana pasada el Concejo de Manizales aprobó una adición presupuestal por 40 mil millones de pesos para invertir en infraestructura educativa en el municipio. Estos recursos buscan que se pueda traer una contrapartida de 90 mil millones de pesos del Ministerio de Educación, pero para ello debe empezar a presentar proyectos que sean viabilizados. Con el fin de obtener las contrapartidas deberá pelearse codo a codo con otras regiones del país que también buscan dinero para sus escuelas y colegios.
La ministra, Yaneth Giha, en su visita a Manizales el pasado sábado dejó claro que por ahora aportará 7 mil millones de pesos para la reconstrucción del Colegio 7 de Agosto, en el barrio El Carmen, y para invertir en otros dos establecimientos que están por definirse con el Municipio, que les sumará a esos recursos 3 mil millones de pesos para avanzar en este proyecto, pero queda pendiente el resto de lo ofrecido en el programa, un premio que se merece Manizales por los esfuerzos realizados en los últimos años en mejorar la calidad de la educación y por liderar las políticas públicas que la estimulan.
Caldas, por su parte, proyecta invertir 30 mil millones de pesos, de los cuales 15 mil serían de recursos propios, otros 15 mil en contrapartida de los municipios, para lograr también una cofinanciación del Ministerio cercana a los $100 mil millones en el programa de infraestructura educativa. Estos son presupuestos clave, pues las sedes en muchos municipios se han ido deteriorando y se hace necesario trabajar en la reparación de varias de ellas, en el reforzamiento estructural para acondicionarlas a las normas de sismorresistencia más modernas o para construir nuevas.

La capital de Caldas invirtió en el 2016 un total de 9 mil 171 millones de pesos en la construcción del Colegio San José y en la mejora de otros establecimientos, lo cual logró con casi 5 mil millones propios y el resto los cofinanció el Ministerio. Ahora bien, de nada sirve tener los proyectos si no se concretan. La ciudad debe hacer todos los esfuerzos para lograr las contrapartidas necesarias, pues es evidente que necesita de esta inversión y que con recursos propios es imposible ponerse al día en las necesidades de infraestructura que tienen las escuelas y colegios. Además, debe seguir mostrando que la mejora en los resultados de la educación no es un azar. Estos dineros serán para aulas. Una proyección de 829 en Caldas y Manizales y no para otras inversiones igualmente necesarias para la mejor educación como campos deportivos o dotaciones, pero es un buen comienzo. En la medida en que la infraestructura se renueve, luego será más fácil liberar recursos para esos complementos.