Las pistas de Manizales

Hemos sufrido mucho los manizaleños con los problemas de los viajes aéreos desde y hacia otras ciudades. Cuando no es el clima el que perjudica las operaciones, son las emisiones de ceniza del volcán nevado del Ruiz o las disposiciones arbitrarias de las aerolíneas que les ponen condiciones a los aterrizajes en la pista de La Nubia. Por eso es tan importante que, después de tanta espera, haya sido adjudicada la instalación de un VOR (acrónimo de VHF Omnidireccional Range) en la terminal aérea manizaleña, con el cual los pilotos ya no tendrán que depender solo de sus facultades visuales.

El responsable de instalar el radiofaro, de marca Thales, es el consorcio conformado por la empresa española Geci y la colombiana Socotel Ltda. Al aparato, que descansará sobre una estructura de 12 metros de altura en el sector de Villa Kempis, se le calcula una vida útil de 15 años, lo que significa que tendremos ayuda en la navegación aérea para rato. Si bien, el exministro Germán Cardona Gutiérrez ya no se encuentra al frente de la cartera del Transporte, es necesario reconocer que gracias a sus gestiones se tramitó la licitación que terminó con la escogencia del consorcio que tendrá funcionando el VOR a finales de este año o principios del 2013.

Una vez instalado, las operaciones en La Nubia no solo podrán extenderse hasta cerca de las 6:30 de la tarde, sino que los aterrizajes y despegues se harían aún en condiciones de nubosidad que hoy no permiten la aproximación a la pista, lo que ocasiona que muchos de los vuelos sean desviados hacia Pereira, o cancelados, lo que deriva en un duro golpe a la competitividad de la ciudad. Ojalá que, con este importante paso, se logren recuperar sectores como el hotelero y el turístico que presentan balances tan negativos en épocas recientes.

Si bien esta buena noticia para La Nubia tiene que alegrarnos, también es cierto que en el corto y mediano plazo nuestras preocupaciones tienen que estar orientadas a sacar adelante el proyecto del Aeropuerto del Café, que se construye en Palestina (Caldas). Sin embargo, de acuerdo con lo que se discutió el miércoles pasado en el Concejo Municipal, la situación de la financiación no está fácil, por lo que los caldenses no podemos quedarnos tranquilos esperando a ver si llegan de Bogotá los recursos que se necesitan para terminar con éxito la obra.

Ahora que no está Cardona en el Ministerio es cuando más se necesita que las fuerzas parlamentaria y gremial, y los gobernantes de la región trabajen unidos para presionar en la consecución de los recursos que hacen falta. Es cierto que será necesario esperar a que salgan los estudios que actualmente se desarrollan en Aerocafé, con los cuales se busca establecer con exactitud los ajustes técnicos que habrá que hacerle al proyecto y los costos definitivos, pero eso no puede significar que no empecemos desde ya a tocar las puertas de la Presidencia de la República, para que se concrete el apoyo a una obra tan importante para la región. Si hay necesidad de hacer un nuevo Conpes, que se haga.

Debemos recordar, además, que aún tenemos en el Gobierno Nacional aliados que nos pueden ayudar a empujar hacia el mismo lado, como son los casos de Carlos Alberto García Montes, subdirector del Invías, y Héctor Jaime Pinilla Ortiz, vicepresidente jurídico de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI). Todas las fuerzas de Caldas, acompañadas por ellos, pueden lograr que el sueño de tener un gran aeropuerto no se quede en un plan inconcluso.

Es vital hacer gestión para cuidar que se invierta bien lo que ya fue asignado al departamento, pero también para lograr más recursos que mejoren nuestra infraestructura. En lo que tiene que ver con Aerocafé, hay que apuntarle a que para el 2013 esté asegurado el dinero suficiente, que permita que la obra pueda despegar sobre bases sólidas y concretarse rápidamente.