Desde que afloró, en el 2008, la gran crisis europea, ese continente ha venido de tumbo en tumbo, con negativas influencias para el resto del mundo. Los resultados de la reciente elección del Parlamento Europeo, al que llegaron 15 fuerzas de ultraderecha de 13 países que ocuparán 100 curules, y que están decididas a tumbar el Euro y la zona Schengen (lo que dejaría sin efecto los avances de Colombia para que no haya exigencia de visado, por ejemplo), representan una enorme amenaza no solo para la misma Unión Europea (UE), sino para el mundo entero.
Si bien, por ahora, apenas corresponden al 13% del total de escaños en ese parlamento, sus presiones a los gobiernos de sus respectivos países podrían terminar arrastrando a esa organización comunitaria hacia decisiones que desbaraten un modelo que hasta hace poco era visto como ejemplo. Lo ocurrido en el Reino Unido, donde el Partido de la Independencia (Ukip) fue la fuerza más votada, es bastante representativo de lo que está pasando, y llevará a David Cameron a ser más cauteloso frente a la UE. Peor aún resulta lo de Francia, donde el triunfo de la extrema derecha de Mariane Le Pen, gran protagonista de la jornada, deja al socialista François Hollande con poco margen de maniobra.
Como si fuera poco, en Dinamarca, Hungría, Austria, Holanda, Finlandia, Grecia, Alemania, Polonia, Suecia, Bélgica y hasta en Italia, los movimientos antieuropeos avanzaron en forma franca, incluyendo al partido neonazi alemán NPD, comandado por Udo Voigt, quien es visto como una gran amenaza respaldada por cerca de 300 mil votos. Ese fenómeno podría generar nuevos problemas en esa zona del planeta. Es el colmo que surja con tanta fuerza un movimiento de esta clase, pese a la evidencia de su responsabilidad en la barbarie de la Segunda Guerra Mundial. El mundo tiene que estar muy atento.
Todo indica que para poder frenar esta tendencia ultraderechista, la UE tendrá que comenzar a establecer algunas reformas que le cierren la posibilidad a que se fortalezcan cada vez más los nacionalismos extremos. Los grandes líderes del continente, comenzando por la alemana Ángela Merkel, deberán reflexionar sobre este asunto, para que no se desboquen las fuerzas opositoras.
De la misma manera, lo que hoy ocurre en Ucrania es tema central de la problemática europea, pues los roces que se han tenido con la Rusia de Vladimir Putin, y la nueva situación en el Parlamento Europeo podrían hacer que la tensión se incremente, generando nuevos líos. De hecho, la amenaza rusa de cortar el suministro de gas a Ucrania también afectaría al resto del Europa, porque gran parte de las tuberías tienen que cruzar por el convulsionado país. Si esa situación se da, los líderes de la UE podrían recibir un nuevo golpe, que debilitaría aún más a la organización.
Ahora bien, lo que resulta claro es que en las sociedades europeas se está expandiendo un sentimiento xenófobo, seguramente producto de la crisis económica que puso a sus ciudadanos a competir con los inmigrantes por los puestos de trabajo en todos los niveles. Gran parte de los europeos quisieran que se restringiera la libre circulación que hoy se da entre sus países y que haya controles más fuertes a los que llegan de afuera, para evitar que se queden con las pocas plazas laborales. Es el peor momento para los partidarios de la integración y el mejor para los amantes de las soberanías nacionales y los proteccionismos, en mucho tiempo.
El resto del mundo tiene que estar muy atento de lo que pase allí, ya que podría ocurrir que los latinoamericanos, y entre ellos los colombianos, comencemos a padecer las consecuencias del fortalecimiento de esas posiciones hostiles. Incluso, el hecho de que los neonazis ganen espacio allá puede convertirse en aliciente para que los grupos que comparten esa misma línea de pensamiento radical en nuestro país conquisten nuevos espacios, que los conviertan en peligros reales para nuestra sociedad.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015