La Licorera, a levantar cabeza

Los resultados económicos de la Industria Licorera de Caldas (ILC) nos dejan ante la evidencia de que la gran empresa que otrora fuera denominada el 'banco del departamento' hoy está lejos de ello. Sus logros durante el 2012, con 15 millones 723 mil botellas vendidas de productos propios, son apenas el 50 % de los niveles que se alcanzaban, en promedio, hace 10 años. Lastimosamente estamos frente al panorama de una destilería con la urgencia de recuperar el tiempo perdido.

Cuando se creía que el 2012 sería el año de quiebre en la tendencia, después de los malos resultados que se profundizaron durante la administración del exgobernador Mario Aristizábal Muñoz, el año pasado resultó peor que el 2011, cuando se lograron vender 17 millones 15 mil unidades de productos propios y unas 20 millones sumando maquilas y alcoholes. Frente a esta dura realidad, no será fácil cumplir este año con la meta de vender 24,3 millones de botellas de 750 mililitros, entre ellas unas 20 millones de marcas propias.

Lo más preocupante es que la marca líder, el Ron Viejo de Caldas, ha caído a la mitad en ventas en solo cinco años, ya que en el 2007 se comercializaron 20 millones 842 mil 599 botellas, y el año pasado la cifra solo alcanzó los 10 millones 659 mil 589 unidades. Durante el mismo lapso las cifras del Aguardiente Cristal se han mantenido relativamente estables, al pasar de 4 millones 681 mil 479 botellas vendidas en el 2007 a 5 millones 8 mil 658 botellas el año pasado.

Se anuncian nuevas estrategias de mercadeo, como estar presentes en las más importantes fiestas y carnavales que hay en Colombia, lo mismo que con mayor promoción para las fiestas especiales, como los días de la Madre y el Padre, por ejemplo, pero se tendrán que explorar toda clase de caminos de comercialización y convenios interadministrativos con diferentes regiones, para lograr que el mercado se expanda y también reconquistar zonas perdidas.

Para desarrollar bien estas operaciones de avance en el mercado, vuelve a ponerse en primer plano la necesidad de buscar un socio estratégico que tenga probadas habilidades para el comercio de los licores a gran escala. Es un asunto en el cual no se pueden dar más largas, pues cada día que pasa estamos cayendo en el ritmo de ventas y estamos perdiendo oportunidades de captar consumidores. En esta dirección hay que caminar con urgencia.

Una medida que está a la vista es la reapertura de fronteras departamentales para la comercialización de licores, con lo que los desafíos para la ILC se multiplican, pues además de tener que buscar nuevos mercados nacionales y extranjeros tendrá que librar una lucha interna frente a los licores de otras empresa que buscarían penetrar aquí. Sin embargo, es muy probable que este escenario de apertura sea favorable, siempre y cuando estemos preparados para ello.

Está muy bien que para este año estén previstas inversiones por cerca de $10 mil millones para la modernización de la tecnología de la planta de producción, con el objetivo de hacerla más eficiente, pero da la impresión que con lo que hay se han logrado en el pasado producciones más grandes, por lo que el gran problema no es que la empresa no esté en capacidad de elaborar los productos, sino que los grandes lunares son el mercadeo y la comercialización, a lo que se le debe prestar la mayor atención.