Indicadores para el cambio

Manizales Cómo Vamos es un esfuerzo colectivo, no solo de instituciones locales, que busca poner en blanco y negro las cifras de la ciudad, lo más actualizadas posible, para que sirvan a los encargados de decidir las políticas públicas. El pasado jueves presentó un nuevo informe de indicadores de calidad de vida, el cual arrojó resultados útiles para comprender mejor la ciudad y sus ciudadanos.

Unos datos que definitivamente llaman la atención son los de seguridad y cultura ciudadana. Al parecer, buena parte de esta ciudad justifica la violencia y no solo eso, sino que uno de cada cuatro ciudadanos encuestados manifestó que está de acuerdo con que se tome justicia por propia mano. Los jueces deberían reparar en si la ineficiencia de la administración de justicia contribuye a este pensamiento, muy lejos del país de reconciliación que se espera construir desde La Habana.

No vale la pena simplemente cuestionar este asunto, sino que se tiene que llegar al corazón del problema, a conocer qué es lo que provoca que en esta ciudad un porcentaje tan alto encuentre esto viable. Allí hay todo un trabajo para que las entidades encargadas de la convivencia vean dónde se origina la violencia en una sociedad que maltrata a sus niños, a sus mujeres, que muestra un alto número de riñas, por encima de los promedios nacionales, y en donde los homicidios por discusiones menores se han vuelto comunes. También llamamos a las autoridades para que hagan claridad con sus cifras de homicidios, pues no puede haber una diferencia de 14 entre el Forensis, de Medicina Legal, y la Policía, esto es más del 10 por ciento. Hay que explicarlas con detalle y casi que individualizarlas para que pueda haber confianza en la cifra.

A esto se suma que la percepción de seguridad tuvo una caída estrepitosa, aunque entraña una paradoja, comparada con las demás ciudades de la Red Cómo Vamos es donde la gente se siente más segura. Si bien este año la creación de la Policía Metropolitana busca combatir tal situación, se siguen presentando atracos, robos a mano armada, asaltos a viviendas sin que se encuentre una solución palpable. Tener más policías ayuda, pero no puede ser la única solución, aquí tiene que haber un compromiso integral para poder cumplirle a la comunidad que está pidiendo seguridad a gritos.

La educación parece ir mejor, pero no lo suficiente, pues estamos bien en la mediocridad colombiana, lo que no es como para bailar sobre los resultados. Se deben fijar metas y estrategias para cumplirlas. Ver cómo todo ese interés de grupos diferentes en la ciudad por lograr una educación de calidad para todos se ve reflejada en mejores resultados cada vez, hasta dar un salto cuantitativo en las pruebas y que, por supuesto, también se note en los educandos, con conocimientos más integrales para la vida. No queremos una sociedad de sabihondos, sino de seres humanos con formación integral.

Los indicadores económicos mejoran y hay que fortalecer esfuerzos para que se mantengan así durante mucho tiempo, que no sean flor de un día, sino que la mejora en el empleo, el aumento de la clase media, la disminución de la pobreza siga la tendencia y ojalá se impulse, y por eso no se puede bajar la guardia, pues el índice Gini sigue muy mal, en 0,47, lo que muestra la desigualdad, tema que lleva a muchos problemas sociales y que impacta más fuerte a las clases menos favorecidas, como por ejemplo la reafirmación de la desnutrición en menores de cinco años, que llegó a 14 por ciento en el 2013.

De todo esto, también hay que exaltar cómo para la presentación de los indicadores, una vez más el auditorio se quedó corto, lo que confirma que hay interés de un importante sector por estar informado de lo que pasa en la ciudad y de incidir en cambios positivos, cosa que hay que buscar la manera de aprovechar y articular.