Desde que comenzó en Túnez la que se ha llamado Primavera árabe, a finales del 2010, el hervor político en el norte de África y en el Oriente Medio asiático no ha cesado y amenaza con volverse más intenso cada vez. Los recientes hechos en Egipto, donde el presidente democrático el islamista Mohamed Mursi fue depuesto por un golpe de Estado liderado por las Fuerzas Militares de ese país, son la expresión de un conflicto que trasciende lo económico y político, y bordea peligrosamente los asuntos religiosos.
Cumplida una semana del golpe, que inicialmente se creyó no generaría demasiados efectos violentos en ese país, se tiene claro que han muerto cerca de 60 personas en las revueltas, la mayoría islamistas en choques con el Ejército, y que la división del país es ahora mucho más profunda, por lo que el remedio está saliendo más caro que la enfermedad, como suele suceder cuando no se respetan las bases de la democracia.
Aunque la situación económica era complicada y las demandas sociales no tenían eco en la administración de Mursi, lo más adecuado debió ser buscar salidas institucionales y, si era el caso, trazar alguna forma de transición democrática, diferente al golpe. Precisamente eso es lo más desilusionante de los recientes hechos, queda el mensaje de que para obtener el gobierno es más efectiva la fuerza que los votos, lo que puede llevar a una nueva espiral de totalitarismos en esa región del mundo.
Pese a que se cuenta con un nuevo primer ministro, el economista Hazem al Beblaui, quien se propone convocar a nuevas elecciones a comienzos del 2014, la determinación del poder judicial de detener a Mohamed Badía, líder de los Hermanos Musulmanes, hace que la posibilidad de integrar a los islamistas al gobierno resulte muy difícil, y por tanto que los conflictos entre fuerzas políticas y religiosas se vuelvan cada vez más difíciles de controlar. Ni siquiera que el premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei sea ahora el vicepresidente para Relaciones Exteriores garantiza que la tranquilidad regrese pronto a ese país.
Lo más complejo es que los ánimos están caldeados en naciones vecinas, y ya hemos visto cómo estas revueltas y oleadas de violencia se van esparciendo por la zona, dando lugar a nuevos conflictos de difícil solución, como es el caso de Siria, que comenzó hace poco más de dos años y aún no se encuentran los caminos para que regrese la calma. Por el contrario, cada vez se observan más actores foráneos poderosos que le echan leña al fuego y que amenazan con seguir escalando la guerra. En el caso egipcio, la solidaridad de Irán con los islamistas de El Cairo podrían llevar a que el escenario se enrarezca aún más.
Egipto ha pasado por duros momentos durante las décadas recientes, comenzando por el asesinato del presidente Anwar el Sadat, en 1981; luego una sublevación islamista en 1990 que dejó cerca de 700 muertos y, posteriormente, en 1997, la masacre de 58 turistas extranjeros en la región de Luxor. Hace apenas dos años y medio, terminó el régimen de 40 años de Hosni Mubarak en un golpe de Estado liderado por las mismas fuerzas que llevaron a la caída del islamista Mursi, la semana pasada.
Hoy el panorama es de incertidumbre total, y con una radicalización de posiciones que podría empeorar. Además, más que los problemas políticos y religiosos, la economía en crisis fue la que llevó a la caída de Mursi, lo cual tendrá que ser afrontado por el actual gobierno de transición y el que resulte electo en próximos meses. La desesperación de los egipcios seguirá firme y creciendo, y si no se les respeta a los islamistas su avance en los diferentes espacios democráticos, se estaría generando una espiral de violencia con consecuencias insospechadas.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015