De qué duda la Asamblea

No hay duda del futuro energético de Caldas y, sobre todo, del que tiene el oriente del departamento. Desde hace rato se viene hablando del asunto y de la posibilidad de desarrollar en esa región un grupo de microcentrales, la primera de las cuales ya está caminando y con la firme propuesta de poner a generar energía desde el primero de enero del 2016. Inficaldas recibió la oferta de participar en este proceso, pero dejó vencer los términos, en tiempos en que no tenía recursos para ello. No obstante, gracias a la buena gestión del actual gerente y del gobernador, con los dueños del proyecto El Edén entre Pensilvania y Manzanares, y a que se dio la posibilidad de obtener unos rendimientos de Chec, que no se tenían previstos, se cuenta en este momento con la oportunidad y los recursos para ser socio de esta iniciativa.

No obstante, de nuevo las mayorías de la Asamblea de Caldas, conformada en buena parte por quienes llevaron a Julián Gutiérrez a la Gobernación, han expresado una serie de inquietudes y han dilatado el trámite al proyecto de ordenanza que necesita Infi para hacer la adición presupuestal de 39 mil millones de pesos que llegan por una prima de la Chec de colocación de acciones que se dio en el año 2005. Es un poco más de lo que necesita para invertir en el proyecto, en el que además, se abrió la posibilidad para que Manzanares y Pensilvania también puedan participar hasta con un cinco por ciento del 30 por ciento correspondiente a Inficaldas. Que los dos municipios sean socios de un proyecto de esta envergadura, que estará en sus predios y que les generará regalías, es una posibilidad clave para su desarrollo. Además, el propio Infi podrá prestarles los recursos para que se hagan a esa mínima, pero importante participación, pues se trata de una inversión a largo plazo.

De acuerdo con los estudios técnicos, la inversión en este tipo de obras está garantizada durante mínimo 50 años, 10 de los cuales cuenta con un compromiso de compra de la energía que se produzca. Se trata de un buen negocio, cosa que en sectores de la Asamblea, por alguna razón, parece no entenderse. Qué oportuno que esta corporación se interese por las inversiones de Caldas y por el futuro, lo que no compartimos es que se dilate la toma de decisiones, pues puede afectar los tiempos para la inversión, lo que condenaría al departamento a no ser parte de este proyecto, en tiempos en que las finanzas están tan golpeadas por la falta de inversiones que así redunden.

Estas sesiones van hasta fin de mes. Por qué no darle prioridad a este proyecto en lugar de dedicar el tiempo a otras cosas. ¿Se necesitará de unas extras cuando poco han sesionado en este periodo? Esperamos que no se trate de un tema de minucia electoral, de buscar que se den contratos en decenas de obritas con estos recursos, sino que los reparos que han hecho suponemos que tienen fundamento. Es hora de que confíen en quien está al frente del Inficaldas, profesional que ha demostrado en su vida ser probo y es prenda de garantía de que no se va a perder un peso. Es ganancia en una entidad que se ha caracterizado por ser caja menor para sostener estructuras políticas en el pasado.

Este proyecto es una oportunidad de oro para que la Asamblea demuestre que los intereses del departamento están por encima de partidismos o personalismos, para sembrar la semilla que puede abrir la puerta a nuevas inversiones de la entidad en el tema energético. Si hoy la Chec le entrega a la región, con apenas 18% de participación en ella, dividendos y recursos que no le daba antes cuando la participación era mucho mayor, por qué no pensar en que microcentrales como la de El Edén sean el futuro del sustento económico para el departamento. Es la oportunidad además para que Inficaldas, que tanto lo necesita, recomponga el camino.