De nuevo Caldas en interinidad

La decisión de la Sala Electoral de la Sección Quinta del Consejo de Estado de suspender de manera provisional al gobernador de Caldas, Guido Echeverri Piedrahíta, en el momento de admitir una demanda en contra de su elección, hace que nuestro departamento complete una seguidilla de cerca de cinco años en una especie de interinidad, lo que resulta muy perjudicial para el desarrollo de cualquier iniciativa de largo aliento. Es verdaderamente lamentable que estemos hoy en esta situación, que genera múltiples incertidumbres para el futuro de la región.
La determinación provisional del alto tribunal administrativo está basada en el Artículo 303 de la Constitución Nacional que prohíbe la reelección inmediata de gobernadores, y surge al admitir una demanda en la que se pide la anulación de la elección del mandatario. No obstante, el caso empieza un estudio de fondo en el Consejo de Estado para, en unos meses, pronunciarse de manera definitiva. Es lamentable que esto se dé cuando Echeverri apenas comenzaba a ejercer un mandato para cuatro años.
El gobernador suspendido había sido elegido por primera vez en octubre del 2011, pero solo pudo ocupar ese cargo hasta mayo del 2013, cuando el Consejo de Estado anuló su elección, debido a que su esposa había ejercido como secretaria de Hacienda encargada de Manizales un año antes de las elecciones en las que ganó. El año pasado, después de haber recibido un concepto de la Sala de Consulta del Consejo de Estado, en el que se afirma que no había impedimento para ser candidato, ya que la primera elección fue anulada, Echeverri se volvió a presentar y obtuvo un triunfo arrollador que lo volvió a llevar al Palacio Amarillo.
En plena campaña vino una impugnación en su contra, esta vez presentada ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), entidad que falló a favor de la continuidad de la aspiración de Echeverri, al considerar que en este caso no se daría una eventual reelección, debido a que después de su primer periodo hubo otra elección que llevó a Julián Gutiérrez al cargo de Gobernador. Ahora, la confusión acerca de si podía o no presentar su candidatura es total, y Caldas vuelve a quedar en vilo frente a lo que podría significar el llamado a nuevas elecciones en unos meses, en caso de que sea ratificada la determinación de ayer.
Es triste que esto le esté pasando a Caldas, cuando se pensaba que todo había regresado a la normalidad y que habría gobernador durante cuatro años. Ahora bien, Echeverri siempre supo que había personas interesadas en atravesarse en su camino y que vendrían demandas sobre las que tendría que responder, y que en la multiplicidad de interpretaciones que tienen las leyes cabía la posibilidad de que su gobierno se viera truncado de nuevo. Realmente fue grande el riesgo que corrió el gobernador Guido Echeverri y ahora vendrá un nuevo periodo de interinidad que no sabemos a dónde podrá llevarnos.
La interinidad en el cargo de Gobernador comenzó con la suspensión en septiembre del 2011 del entonces gobernador Mario Aristizábal, quien pasó a ser remplazado temporalmente por el viceministro del Interior Juan Fernando Londoño, y luego por Francisco Prieto por varias semanas. Después se posesionó Guido Echeverri, quien pudo gobernar durante 17 meses. Se dio luego el encargo, por varios meses, de Juan Martín Hoyos, quien permaneció hasta que se posesionó Julián Gutiérrez, quien fue elegido en las urnas, en agosto del 2013. El episodio actual representa para Caldas un nuevo bache, si se cuentan en ellos el estar en Ley 550 y la posibilidad de entrar de nuevo en Ley de Garantías.

En esto de la interpretación de la Ley no hay nada escrito, por lo que por el bien de Caldas esperamos que el Consejo de Estado pronuncie muy pronto su fallo definitivo, y lo que venga hacia el futuro no signifique que aparezcan nuevos escollos en el camino, sino que muy pronto se retorne la normalidad y no haya más sobresaltos que nos sigan dejando en el limbo.