A controlar la contaminación

De acuerdo con Manizales cómo vamos, la capital caldense es la tercera capital de la Red con mayor concentración de partículas contaminantes en el aire, superada solo por Medellín y Bogotá, urbes que han vivido serias emergencias debido a la gran cantidad de partículas tóxicas en el ambiente. Según esa misma referencia, el aire es menos contaminado en ciudades como Cali y Pereira. Expertos aseguran que la mala calidad del aire es causante de graves enfermedades respiratorias, cerebrovasculares y algunos cánceres.
Un informe presentado ayer por este diario muestra cómo hay lugares específicos en Manizales, donde los niveles de contaminación rayan con el exceso, y en donde abundan las partículas conocidas como PM10 y PM2,5, calificadas como peligrosas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las segundas ofrecen un mayor riesgo por ser más pequeñas y poder viajar por todo el aparato respiratorio causando daños. No es gratuito que las enfermedades respiratorias se ubiquen en segundo lugar como causa de muertes, según estudios de la Dirección Territorial de Salud de Caldas.
Las mediciones que se han hecho con equipo especializado evidencia que en Manizales el aire tiene una sobrecarga de estas partículas peligrosas, sobre todo en el sector de Fundadores, lugar en el que convergen numerosas vías en diversas direcciones, razón por la que se relaciona la alta contaminación con el tráfico automotor. En esto hay que anotar que los que más contaminan son los vehículos de servicio público, especialmente algunas busetas que funcionan con diésel y que, al parecer, mantienen descalibrados sus motores. Transitan dejando largas estelas de humo negro que fastidian en las vías respiratorias. 
En este sentido se requiere que las autoridades locales asuman un papel más decisorio en los cambios que deben hacerse para solucionar la grave situación de contaminación en Manizales. No pueden seguir permisivas con las empresas de transporte urbano que no hacen un control riguroso entre sus vehículos para evitar que circulen aquellos que llenan las calles de hollín. Está claramente identificado que esos carros son los más contaminantes, lo que inclusive genera dudas entre los ciudadanos acerca de los controles que se hacen a sus emisiones cada año. El diésel ha mejorado bastante en su calidad en Colombia, lo que evidencia que las negras emanaciones obedecen a malos mantenimientos y uso equivocado de los aceites para el motor. 
En una ciudad intermedia como la nuestra, que se caracteriza por estar en una montaña y rodeada de paisajes llenos de verde no podemos pasar la vergüenza de aparecer entre las más contaminadas. Por el contrario, ahora que se prepara el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Manizales, resulta clave que se tome nota de estas dificultades y se incluyan medidas que ayuden a bajar la contaminación. La idea de hacer de la ciudad un parque, como se pregonaba en el proyecto que el año pasado se cayó en el Concejo, hay que mantenerla y convertirla en hechos. También hay que poner a funcionar los comparendos ambientales, que hasta el momento se han quedado en cantos a la bandera.

Si queremos seguir siendo una ciudad con una buena calidad de vida, el trabajo por lograr una sustentabilidad ambiental es fundamental. De hecho, ese tiene que ser uno de los más fuertes argumentos para hacer cambios profundos en los sistemas de transporte público, para que no solo sean más eficientes, sino que puedan transportar más gente con niveles de contaminación menores. Este es un asunto urgente, que la administración municipal debe impulsar como prioridad; la ampliación del sistema del cable aéreo aparece como la mejor alternativa.