Agilidad en elección de Fiscal

Avanza rápidamente el proceso de selección de un nuevo Fiscal General de la Nación. Tras la decisión del Consejo de Estado de declarar nula la elección de Viviane Morales en ese cargo, la Presidencia de la República entregó la semana pasada la terna de la cual saldrá el nuevo titular de ese organismo de investigación, y la cual está conformada por connotados juristas que, como han coincidido diferentes líderes nacionales en afirmarlo, incluso desde la oposición al Gobierno, podrán llevar a cabo un buen trabajo al frente de dicha responsabilidad.
La Corte Suprema de Justicia tiene ahora el balón en su cancha, con los nombres de Eduardo Montealegre, Mónica De Greiff y María Luisa Mesa para escoger. La única duda se refiere al tiempo que estará en el cargo el nuevo Fiscal, ya que pese a que el Consejo de Estado conceptuó que tal periodo es institucional y no personal, con lo que el elegido se quedaría sólo hasta julio del 2013, hay quienes piensan que tal designación debería cubrir un tiempo de cuatro años.
De Greiff es abogada de la Universidad del Rosario y ha sido, entre otras, viceministra de Minas, ministra de Justicia, comisionada de Televisión y gerente de la Empresa de Energía de Bogotá. Mesa, también egresada del Rosario, ha ocupado altos cargos en la Superintendencia de Sociedades, Avianca y Cámara de Comercio de Bogotá, y es la primera mujer consiliaria de la Universidad del Rosario en 350 años. Montealegre, por su parte, es egresado de la Universidad Externado, con especializaciones en derecho penal, y ha sido viceprocurador General de la Nación y presidente de la Corte Constitucional, entre otros.
Los magistrados de la Corte, quienes aceptaron haberse equivocado en la elección de Morales, deben asumir con mucha responsabilidad este proceso y escoger a quien garantice la mayor autonomía e independencia en ese cargo, del cual dependen tantos procesos de importancia para el país. De igual manera, deben esforzarse en lograr un consenso sin dilaciones alrededor de uno de los tres nombres, y que no se repita el triste episodio de cuando Guillermo Mendoza Diago estuvo en condición de interino durante 18 meses.
Lo que se sabe es que el próximo jueves, 22 de marzo, comenzarán las entrevistas a los candidatos, insumo fundamental para ser discutido en la Sala Plena del alto tribunal (22 magistrados) y pasar luego a las votaciones. Sin embargo, tal vez este proceso no sea fácil en la actual coyuntura, cuando está de por medio la aprobación de la reforma a la Justicia, impulsada por el Gobierno Nacional, y frente a la cual las distintas cortes tienen tantos reparos.
De todos modos, debemos entender que el país no soportaría que la escogencia del nuevo Fiscal General vuelva a dilatarse, ya que una interinidad le haría mucho mal a la justicia, no porque quien está hoy al frente, Martha Lucía Zamora, no sea competente, sino porque al no estar al frente de la entidad alguien en propiedad los procesos van a tener un flujo paquidérmico, mientras el país ansía y necesita que casos como el de las “chuzadas”, Agro Ingreso Seguro y la contratación de los Nule sean plenamente aclarados.

Sin dejar de desconocer que en cualquiera de las decisiones puede haber algún sesgo político, Colombia espera mucha seriedad de la Corte. Así haya desacuerdos con el Ejecutivo alrededor de los detalles de la reforma a la Justicia, no puede usarse eso para distraer algo tan vital. Si se pide que el nuevo Fiscal corresponda a principios de integridad profesional y rectitud en la aplicación de la justicia, pese a las presiones que pudiera recibir en algún momento de sectores poderosos de la política, no se les puede exigir menos a los magistrados que tienen la tarea de elegir al mejor. Ojala esta vez reine la sensatez.