Se conmemora hoy el primer centenario del comienzo de la Primera Guerra Mundial. El 28 de julio de 1914, justo un mes después de que un grupo separatista mató en Sarajevo al archiduque Francisco Fernando, heredero al trono del imperio Austro-Húngaro, comenzó la invasión de Serbia y a partir de ahí una serie de sucesos que hicieron escalar esta confrontación a tal punto que llegó a cobrar por lo menos 10 millones de muertes, según los cálculos más optimistas, aunque la mayoría hablan de por lo menos 17 millones de víctimas mortales, a los que se sumaron a partir de ahí 28 millones por cuenta de la gripe.
Un siglo después, las tensiones territoriales siguen vigentes. Conflictos como el de Ucrania, el de Gaza, el de Siria aunque pueden remontarse a siglos, tuvieron en la Primera Gran Guerra ingredientes que aún hoy generan todo tipo de rivalidades fronterizas, étnicas o religiosas, sin descontar las geopolíticas. Esa confrontación fue la más violenta que el planeta vivió hasta que llegó la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la reflexión sobre ella no alcanzó para evitar que se viniera la otra y todo por esa misma cadena de sucesos, por cuenta de la interdependencia entre las naciones que trajo el mundo moderno, el mismo que también perfeccionó los sistemas de matar.
Fue también la primera guerra tecnológica, cuando se usaron aviones, zepelines, ametralladoras, tanques, que hicieron que las bajas se multiplicaran, a tal punto que los ciudadanos que en principio apoyaron la guerra convencidos de que habían entrado en un conflicto corto, empezaron a hastiarse y a presionar su finalización, pues además de la muerte, se vino la pérdida de calidad de vida, de empleos y la disminución real en los ingresos de los trabajadores por cuenta de la inflación que se disparó en la mayoría de los países en guerra. Así mismo, la propaganda gestionada desde los regímenes en cada bando hizo de las suyas y la censura fue fuente de cultivo para alimentar sentimientos patrióticos y hacer ver grandes fracasos militares como sacrificios necesarios, en unos casos, o como triunfos, en otros.
Adolfo Hitler es producto de la desazón con la que quedó un sector del pueblo alemán, que siguió construyendo el mito de que su nación fue traicionada incluso por los pacifistas o moderados de su propio país. Esto que no era del todo cierto sirvió de caldo de cultivo para que Alemania se rearmara y tratara de recuperar la humillación y el terreno perdido en la Primera Guerra. El nacionalismo hizo de las suyas, mientras en Italia el fascismo recorría los mismos pasos. Al final, los aliados que tras el triunfo se dividieron y priorizaron sus propios intereses se hicieron los de la vista gorda para permitir que ese nostálgico de venganza volviera a embarcarse en una guerra para dominar Europa.
Eso lleva a pensar que tienen tanta culpa en la reaparición de la guerra quienes volvieron a escalar en sus rearmes y su tono beligerante, como quienes simplemente se hicieron los de la vista gorda pretendiendo que nada pasaba y que el mundo no iba a entrar otra vez en esa batalla sin cuartel, un tema que bien vale la pena tener en cuenta por estos días, cuando la Unión Europea acaba de incrementar sus sanciones contra Rusia, pero con el temor de que eso afecte los mercados internacionales, nada distinto a lo que sucedió cuando se dejaron de tomar medidas más severas en los años 30 contra la Alemania nazi por temor a que la economía que apenas sobreaguaba después del crac del 29 sufriera otro golpe.
LA PATRIA viene publicando desde hace un mes una serie de informes de distinta índole que nos permitan entender un poco mejor este gran conflicto que aún tiene sus secuelas. Qué importante que cuando tanto se repite aquello de aprender de las lecciones del pasado realmente lo apliquemos y no caigan los líderes en justificar la guerra, pero tampoco en dejar que llegue, como también es clave que los pueblos no secunden tales causas que solo llevan a males mayores.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015