Ya hay 4 mil documentos represados en la Oficina de Instrumentos Públicos de Manizales

JUAN CARLOS LAYTON

LA PATRIA | MANIZALES

2 mil antes y otros 2 mil más durante estos días por las protestas que se iniciaron desde el 28 de octubre, para un total de 4 mil aproximadamente.

Este es el balance de documentos sin diligenciar y que hoy están represados en la Oficina de Instrumentos Públicos de Manizales, luego del paro nacional que organizaron los funcionarios de estas oficinas en varias ciudades del país y que hoy completa 22 días, ante sus reclamos, principalmente por la falta de personal.

Yohnnier Giraldo Betancur, uno de los tres abogados de esta entidad en Manizales, asegura que el problema en el caso de esta ciudad es que se requieren entre 5 y 6 abogados calificadores para revisar estos certificados de escrituraciones, venta o hipoteca, estudios jurídicos, anotaciones o desenglobes, entre otros registros.

Pero a la fecha solo se tienen 3 profesionales, aunque en la misma oficina hay personal calificado en otras labores, con más de 30 años de experiencia, pero que, según su queja, no le sirven a la Superintendencia de Notariado y Registro.

El problema, sostuvo, es que a la oficina ingresan entre 140 y 150 documentos diarios, por lo que el represamiento, antes del paro, ya sumaba 2 mil y a la fecha se duplica con las inactividades.

Los protestantes dicen que en condiciones normales un documento se podía expedir en unos cinco días, pero hoy, ante la falta de personal, se demoran hasta 2 meses.

Otras quejas

Como si fuera poco, reclaman por mejores condiciones laborales, puesto que, aunque no es el caso de Manizales, sí hay oficinas en el país con problemas de infraestructura, agrietadas, y hasta sin luz y sin agua. Sin embargo, en la capital caldense sufren por la dotación de equipos, incluyendo ganchos de cosedora y malos computadores.

También se quejan de la tercerización de este servicio público, pues muchas tareas ya las realizan en notarías y privados, afectando la calidad del servicio. Giraldo Betancur asegura que las personas que están sindicalizadas sienten persecución de la Superintendente, Goethny Fernanda García.

"Como ve no estamos pidiendo aumentos de sueldo ni otras arandelas en las que terminan muchas protestas. Son peticiones válidas, para prestar un buen servicio público, pero la Superintendente no nos ha querido escuchar", aseveró.

Un freno a la recuperación

La gerente de Camacol en Caldas, Angélica María Orozco, reiteró su preocupación, al insistir en que este hecho genera grandes afectaciones para el ciudadano que está a punto de recibir su vivienda, pues imposibilita los trámites de escrituración de los inmuebles, y otra serie de diligencias como cesiones, hipotecas, herencias, ventas, licencias de construcción, certificados de propiedad y certificados de tradición.

Lamentó que esto se presente, justo en un momento trascendental para la reactivación económica, ya que se generan pérdidas millonarias tanto para los constructores, que frenan sus trámites para el inicio de obras y entrega de inmuebles, como para el ciudadano que no puede recibir sus inmuebles y debe seguir pagando arriendo y otros gastos o porque no puede hacer ninguna transacción con sus propiedades.

Orozco hizo el llamado para que la Superintendencia destrabe este proceso y nombre a los calificadores necesarios, principal problema de las peticiones que hace el sector, ya que a este ritmo se afectarán muchos proyectos.

"Desconozco las razones": Supernotariado

En declaraciones nacionales, la Superintendente de Notariado y Registro, Goethny Fernanda García, sostuvo que hay cinco sindicatos y uno de ellos está en desacuerdo porque dicen que modernización es sinónimo de privatización. "Se necesita ayudar a los usuarios del servicio en hipotecas, y ventas, no conocemos las razones de este cese de actividades", comentó. También sostuvo que pedirá que se declare ilegal el paro y que mantendrá mano firme, pues lo que reclaman unas oficinas no es cierto.

Hoy ya son unas 80 oficinas de 195 en el país que están en paro. LA PATRIA llamó a la Superintendente, pero al cierre de esta edición, no contestó. Se enviaron las preguntas a la jefatura de comunicaciones.