Se "mueven" la vía y empresas en la entrada a Chinchiná

JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES

Hace una semana cerró la estación de gasolina La Variante, en la entrada a Chinchiná, debido a los problemas que surgieron por la inestabilidad de tierra en el sector. Su propietario sostiene que después de casi 20 años tuvieron que tomar esta decisión, ante el riesgo de daños, la ruptura de un tanque o un derrame de gasolina.

Aunque hasta ahora no han pensado en tomar una decisión similar en El Ranchero Paisa, ni han tenido problemas, sí reconocen que la situación es complicada, motivo por el cual solo les queda esperar.

Grandes compañías como Industrias Arme, que hoy tiene sus bodegas en ese mismo sector, en un área de 6 mil metros cuadrados, también ha considerando la posibilidad de trasladarse.

Su presidente de Junta, Héctor Mejía, asegura que por el momento continuarán en el sitio, pero indudablemente se han visto afectados, con tarjaduras leves en algunas partes de la edificación.

Estos problemas podrían ser casos particulares si no fuera porque la concesión Autopistas del Café tiene el mismo propósito de correr la carretera y crear un nuevo eje vial, ante la serie de dificultades que enfrenta por la denominada falla de Chinchiná, que amenaza con llevarse buena parte de la vía. Se suma la socavación que ha provocado el río Chinchiná, ante la extracción de material del río.

Por esta razón, el grupo Odinsa, representante de esta concesión, y el gerente de Autopistas, Luis Guillermo Velásquez, ratificaron esta semana que el proyecto va en serio, al punto que ya tienen los diseños definitivos, y ya los dieron a conocer ante el Gobierno Nacional.

Frente común

De acuerdo con sus cálculos, la nueva obra tendría un costo cercano a los $40 mil millones, en un tramo que se estima de 1,2 kilómetros, en doble calzada (ver infográfico).

El nuevo trazado estaría cerca del puente Doménico Parma, antes de llegar a la estación de gasolina.

La idea es cortar montaña por el sector derecho de la vía Chinchiná - Pereira, para fijar un nuevo trazado detrás de las bodegas de Arme, y salir al sector de Guayabal, antes del peaje de Tarapacá II. La propuesta se expuso ante gremios y dirigentes empresariales de Manizales, el pasado miércoles, incluyendo la Andi, el Comité Integremial y la Cámara de Comercio, con el fin buscar un consenso frente al actual problema y hallar una solución que se calificó de inminente.

Velázquez López sostuvo que está en juego la comunicación entre el oriente y el occidente del país, y particularmente con Manizales, motivo por el cual es una solución que se debe acometer a la mayor brevedad.

El presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Manizales, Gildardo Armel Arenas, explicó que la propuesta es viable, motivo por el cual el interés es crear un frente común con el fin de pedirle al Gobierno Nacional que se termine esta obra como debe ser.

Culpan a Autopistas

Pero en medio del dilema por el daño que se prevé en este sector, algunos propietarios no están contentos con el manejo que le ha hecho a la vía Autopistas del Café.

Para Gonzalo Maya Correa, propietario de la estación La Variante, simplemente se trata de un negocio que se va a perder, después de 19 años, y que la misma suerte podría correr el restaurante.

En su concepto, el problema tiene que ver con un mal manejo de aguas de parte de Autopistas del Café, pues aunque el negocio fue abierto desde 1993, solo hace un par de años comenzó a molestar el terreno. Además, aunque se les solicitó desde hace unos tres años la construcción de cunetas y filtros en lo que corresponde al lote de la estación de servicio, asegura que no les prestaron atención, pese a estar obligados a mantenerla.

"Todo el agua se introduce por las cunetas y el terreno que no tiene filtros, al punto que hasta sale por las oficinas cuando llueve".  
Para el gerente de Autopistas esto no es tan cierto, considerando que la concesión no construyó esta vía, y solo en los últimos años se la recibió a Invías. "En el mandato de operaciones es muy claro que Autopistas no es responsable de ninguna falla geológica", explicó.

También se preguntó bajo qué condiciones y quién le dio permiso a esta estación de servicios para su construcción, pues se deberían tener todas las previsiones ante los antecedentes que muestran que todo es producto de una falla, dijo.

Reiteró la importancia del nuevo eje vial, motivo por el cual se solicitaron recursos al Fondo Nacional de Adaptación, para hacer los tratamientos de estabilización geológica.
En el caso también entró a mediar el alcalde de Chinchiná, Jahír Tabares, quien sostuvo que es necesario hacer un tratamiento a esa falla y determinar la magnitud del problema, más cuando está en juego toda la conectividad regional y se vienen proyectos como el de Autopistas de la Montaña, y el de Manizales - Mariquita.

Aunque asegura que son muchas las versiones que se han manejado por la inestabilidad, incluyendo malos manejos de aguas, además de la falla de Chinchiná, en su concepto, lo primero es hacer un estudio para determinar cuáles son los problemas reales y ofrecer soluciones concretas.

Su advertencia es que hay que tratar no solo la vía nueva que llega al municipio, sino evitar que se vaya a perder la antigua, por el bien regional y de su municipio.

Sostuvo que ya han adelantado reuniones con el Invías, Autopistas y el Gobierno Nacional con el fin de que los apoye y se logren soluciones inmediatas.

Por ahora, tanto funcionarios, como dirigentes reconocen que hay que llegar a acuerdos inmediatos, dejar las divisiones y asumir responsabilidades, pues lo más claro hasta el momento es que el sector se mueve.

Quiebra del Billar

En 15 días se iniciará la solución vial en el sector de la Quiebra del Billar.

La decisión final apunta a construir un viaducto en la vereda Quiebra del Billar, corregimiento Panorama, vía Pereira, el cual contaría con una longitud de entre 80 metros y 120 metros.

La construcción está tasada en unos $5 mil millones y se espera concluir hacia finales de este año. El gerente general de Autopistas destacó que se han ejecutado obras por unos $10 mil millones para estabilizar el terreno y el puente actual que se tiene, y que hoy se utiliza en doble sentido.