JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES
¿Qué pensarían hoy los grandes dirigentes cafeteros, fundadores y promotores de la caficultura colombiana, ante la actual coyuntura que vive la actividad y, particularmente, la pérdida de institucionalidad y los diálogos a dos bandos, entre uno y otro sector?.
La pregunta se la hacen continuamente los productores de base, en medio de cada manifestación que realizan y de la que está por venir.
También ha sido motivo de debate de los dirigentes que hoy representan al sector en la Federación de Cafeteros, pero que están divididos entre lo que fueron las grandes productoras de café de Colombia y el llamado nuevo Eje Cafetero del país.
Igual aporta al debate el gremio de disidencia, que recién se creó, bajo el nombre de Dignidad Cafetera, célebre por las altas ayudas que alcanzó tras el último paro, pero también cuestionado por supuestos intereses políticos.
Para varios analistas, toda esa atomización de poder y la fragmentación de conceptos, solo demuestran que el sector más firme de Colombia hoy se mantiene más dividido y afectado que nunca, después de los dos últimos años y de cinco protestas en el país.
Sin embargo, en medio de tantas fracturas, los diferentes grupos le envían dardos principalmente al Gobierno Nacional frente a su directa responsabilidad, pues, en su concepto, justo en el Gobierno de corazón cafetero hay menos consensos, menos decisiones de fondo y más acciones para tapar incendios, que prevenirlos y actuar con anticipación.
En el análisis se escuchan voces como las del Miembro principal por Caldas al Comité Nacional, Eugenio Vélez Uribe, quien resalta que lo hoy se requiere es una profunda política de estabilización de precios, que integre y fortalezca la agricultura, pero a su vez logre modernizarla, siendo claros si se va a apoyar más o no.
Su preocupación se centra en que hay voces, incluso de asesores de la Federación, con respecto a que la caficultura empresarial no tiene futuro, aunque representa cerca del 40% de la contribución cafetera y de la producción nacional.
El exidirigente cafetero Mario Gómez Estrada va más allá. En su concepto hay que replantear la imagen de una entidad que para muchos se ve decadente y caduca, por lo que la fórmula está en la reforma de estatutos, hecho que permitiría una modernización y la entrada de otras voces que opinen y representen al sector.
Coincide con Vélez Uribe en que seguir negociando con quienes no representan estatutariamente la Federación ha sido y será un error. Sin embargo, no descarta la interlocución con estos nuevos líderes, por lo que plantea la importancia de refrescar el mandato cafetero, e incluso anticipar las elecciones, con la seguridad de que los dirigentes cafeteros buenos serán respaldados nuevamente por los cultivadores del país.
"Ya no tendrá nadie la disculpa de que no pudo participar. Si la disidencia se toma el poder, serán sus ideas las que primen, pero con la autoridad de hablar en nombre del sector".
Sin embargo, anticipa que no se siente un viudo del poder, ni está abriendo espacio para su ingreso, pues no quiere volver. "El espacio lo tuve, pero no me acompañaron los votos, de manera que ya no", resaltó.
Aunque a unos dirigentes no les suena el anticipar elecciones o reformar estatutos, sí esperan que la llamada "Misión de estudios del Café", presidida por el excodirector del Banco de la República Juan José Echavarría, presente un plan de fondo para esta actividad. Aún así, también le llueven críticas de unos cafeteros, por considerar que también está dentro del programa para apoyar y continuar las políticas de Santos, haciéndolo arte y parte de las decisiones del país.
En la pasada reunión de Dignidad Cafetera en Armenia, el pasado 3 de julio, se reiteró la necesidad de recuperar el liderazgo y fortalecer la independencia de un gremio que le hable de cerca al Gobierno, pero que tenga la capacidad de confrontarlo ante cualquier decisión.
En lo que tiene que ver con el gerente de la Federación, Luis Genaro Muñoz, tanto la disidencia como los dirigentes por Caldas coinciden en que la división persiste y que es claro que hay una “calma chicha” entre 12 comités, contra los de Caldas, Cundinamarca y Antioquia que siguen creyendo en que hay una regular administración.
"No hemos cambiado de posición, lo que pasa es que el discurso no puede seguir siendo que cambien al actual gerente, frente a los nuevos retos y problemas que tiene el sector", resalta Vélez Uribe.
Pese a la serie de cuestionamientos que se les han hecho al nuevo movimiento, Orlando Beltrán, delegado por el Huila de Dignidad Cafetera, reitera que aunque no les crean, los campesinos no quieren ir a paro, ni ellos tienen un interés político en esto. Asegura que están presionados por el incumplimiento del Gobierno Nacional.
Allí también hay voces disidentes. Aunque algunos resaltan que esto es verdad, José Marín Henao, representante del Movimiento y cultivador de Andes Antioquia cree que esta no es la solución, para una economía que hoy muestra síntomas de debilidad, y que después de un paro podría ahondar en una crisis económica nacional.
Para algunos dirigentes consultados por LA PATRIA, los acuerdos previos al 19 de agosto, cuando se programó el próximo paro agrario nacional, serán fundamentales para demostrar qué tanta capacidad de reacción tiene el Gobierno para llegar a tiempo, atender las necesidades del sector y frenar el paro, sin ceder más.
La pregunta sobre ¿qué pensarían los viejos líderes vuelve a aflorar". Para los dirigentes cafeteros la respuesta corta, sin pensarlo tanto, es que efectivamente tantas voces, buenas intenciones e intereses demuestran que en la actividad cafetera el liderazgo se perdió.
Mario Gómez Estrada, exdirigente cafetero de Caldas:
"Uno ve a la Federación de Cafeteros cumpliendo el melancólico papel de tesorera de los dineros del auxilio cafetero (PIC). La política cafetera las siguen discutiendo en las mesas de diálogo de ese acuerdo 'angelical' que se hizo con el vicepresidente de la República, y la Federación está como resignada a ver qué deciden, para ser garante, lo cual me parece que desmerece el papel que ha hecho la Federacafé en sus 86 años de vida".
“Todos estos factores muestran una situación que era inpensable, en el sentido de que la Federación pudiera colapsar, según lo ven muchos analistas. Yo prefiero creer que todavía hay salvación, pero esta se encuentra en los propios estatutos de la Federación, y es buscar un aglutinante, pues dicha división es perversa y mala, pues son tres grupos emitiendo las ideas, por lo que sería mejor discutir con una caficultura unida que dividida".
"El escenario es demasiado oscuro, para que la Federación esté dividida en sus conceptos, y se esté en el marasmo en que anda en este momento la dirigencia cafetera".
Miembro por Caldas al Comité Nacional, Eugenio Vélez Uribe:
“El país tiene que definir si apoya a la caficultura integralmente o someterse a lo que se pueda venir por no proteger un sector tan estratégico para el devenir económico del país. "Si no la apoya debe pensar en una especie de plan Marshall (plan de los Estados Unidos para la reconstrucción de los países europeos después de la Segunda Guerra Mundial) a ver qué salidas dignas se les da a las familias cafeteras.
De apoyarse, que es lo creo que hará, se necesitaría una política de estabilización de ingresos y de competitividad.
No tienen que ser subsidios, pero sí se debe apuntar a mecanismos de bolsa, créditos y hasta retención de café, que impidan que el sector se extinga a su suerte. Eso atado, a una política agrícola nacional, que no conlleve a que solo se fomente la siembra de cultivos solo por sembrar, si no que haya una garantía o control que mejore su condiciones de precios”.
Marcelo Salazar, presidente del Comité de Cafeteros de Caldas:
"El problema del sector agropecuario no termina en el PIC (Programa de Ingreso al Caficultor), el sector requiere de una inmensa y profunda reforma donde se tienen que sentar los gremios, las instituciones, los productores, la sociedad civil, el Gobierno y el Congreso Nacional, para diagnosticar cuáles son las necesidades del sector agropecuario y el porqué está llegando a estas circunstancias de paro y de inconformismos".
El sector, incluso tiene que volver a planes como los Programas de Reactivación Agropecuario (PRAN), que determinen su situación. También a programas de competitividad, como el que se tuvo en su momento, con un plan de fertilizantes a la renovación de cafetales, que podría fortalecer los planes de renovación.
Fernando Castro Polanía, miembro principal por el Huila al Comité Nacional:
"No creo es que se tengan que anticipar elecciones, porque entonces ¿por qué no se adelantan las de presidencia, u otros cargos?, ahí no está el problema, porque fueron personas elegidas legalmente por el mandato cafetero.
Tampoco creo que la Federación sea la culpable de la caída de precios o de la actual situación. Contrario a lo que dicen los detractores de la Federación, pienso que sí ha habido liderazgo y la forma está en como se ha renovado más de la mitad del parque cafetero de Colombia y se ha reducido a niveles mínimos la roya. Hoy tenemos una caficultura joven, tecnificada y productiva, y entonces cómo van a decir que no ha habido liderazgo.
Lo que sí veo es que no se ha hecho un estudio completo entre todos los sectores del país para definir una política agropecuaria seria, y hacer un replanteamiento en la industria cafetera, su futuro y las condiciones para que sea sostenible, por eso a mí me parece que el Gobierno apenas está despertando y solo se ha concentrado en el sector minero.
Para mí el paro agropecuario es un sentir de todos los sectores, porque el agro se está quebrando".
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015