JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES
Reconoce que sintió mucho dolor cuando supo la noticia de que no renovarían su cargo como Presidente en la Cámara de Comercio de Manizales, y hasta le "chocolearon" los ojos, luego de que su equipo de trabajo le expresó su tristeza ante la decisión.
Pese a ello, Gildardo Armel Arenas resalta que se va con mucha alegría al dejar la entidad con buenos resultados, que es un libro abierto, rankeada entre las 10 mejores del país.
También reconoce que pese a la gestión y al cacareo de muchos proyectos, Tribugá es una frustración, y que le hubiera gustado estar en los 100 años que celebrará el próximo año la entidad.
Así describe este dirigente su gestión durante 10 años en la Cámara, la cual dejará el 31 de agosto, luego de que la nueva junta, que asumió el pasado 3 de julio, decidió por mayoría apostarle a un nuevo presidente que asumirá las riendas de la entidad.
Balance
¿Qué balance puede entregar después de 10 años al frente de la entidad?
Quedo con una satisfacción enorme porque no hay sino buenos resultados. No solo es una de las 10 mejores cámaras calificadas del país de 57 que hay, sino que logró que la región tuviera el primer lugar en Doing Business, gracias al trabajo entre la Alcaldía y la Cámara, además de obtener el mejor índice de legalidad del comercio con una formalidad que pasó del 65% al 91%, con procesos ágiles y eficientes. Cuando llegue a la Cámara, los procesos se demoraban 35 días para crear empresa, hoy gracias al Centro Empresarial, se logra en un solo día, un solo paso y un solo lugar.
¿Cómo quedan las finanzas de la Cámara?
Muy bien. La entidad maneja un presupuesto de unos $5 mil millones anuales, es muy bien manejado y hay mucha transparencia. Todo queda presupuestado para ejecutar un plan de acción, que es el que la junta aprueba y que siempre hemos cumplido por encima del ciento por ciento.
La actual junta dice que falta más presencia para llegar a los municipios, incluso estiman que a eso se deben las bajas votaciones para junta...
No es cierto. El pasado martes tuve la oportunidad de mostrarles el informe de gestión, donde queda claro que cada año iba en ascenso la presencia de los municipios. Llegamos a tener más de 200 eventos en un año, y más de 8 mil asesorías, consultorías y capacitaciones a los empresarios. El que diga eso no conoce lo que se está haciendo en la Cámara y no es cierto que los hubiéramos abandonado. Al contrario edificamos una oficina en Riosucio por más $450 millones, y estamos buscando un local para Anserma y Aguadas, para darles oficinas propias.
¿Si hay tantas facilidades para hacer empresa, por qué no hay tanto emprendimiento?
Porque hay otra serie de situaciones que no dejan que se logre esa dinámica. Un ejemplo es que desde hace ocho ó 10 años está llegando Carrefour a la región, pero se le pusieron todas las trancas del mundo. Mientras que en otras ciudades hay incentivos para las empresas que vienen a abrir sus negocios, aquí no, todavía nos falta ser más propositivos para atraer la inversión extranjera.
Los proyectos
Uno de los múltiples cuestionamientos que le hacen a la Cámara es la falta de protagonismo y liderazgo ante la serie de problemas que ha vivido la ciudad. ¿Lo cree así?
La Cámara siempre ha hablado cuando lo tiene que hacer. Al contrario fuimos criticados por muchas cosas en las que no estuvimos de acuerdo. Siempre fui crítico, así fuera opositor a la mayoría, y fui muy honesto para que primara siempre el interés general o regional que el particular.
En cuanto al avance de los macroproyectos ¿queda con alguna frustración?
Por supuesto, le quedan a uno varias frustraciones como el hecho de no poder disfrutar un poco más ese trabajo que se está haciendo en el área metropolitana, por el cual luchamos hace muchos años, desde Mario Calderón (anterior presidente de la entidad). Otro proyecto que me voy sin que sea realidad y que frustra un poco, es que no se haya puesto el primer ladrillo en Tribugá, obra que se tiene que hacer algún día, pues el país necesita un puerto multimodal. Además hay que mejorar la infraestructura, porque no tenemos un buen desarrollo, y confiamos que pronto concluya Aerocafé.
¿Qué hay de los demás proyectos en los que fue tan crítico?
Siempre fuimos muy críticos, nunca tragué entero y sigo siendo un crítico frente a que no hay derecho que una doble Calzada como la de Armenia-Pereira-Manizales no se haya terminado después de 15 años, no hay derecho que no tengamos una carretera importante con Bogotá y que no esté Tribugá, pero eso es lo que produce la tierra y nuestro país, y esperemos que pronto se pueda crecer en infraestructura para competir con las grandes ligas.
Los enfrentamientos
Se cuestionó mucho que usted pedía más solidaridad de la gente y los gremios, justo cuando se vivían problemas como la falta de agua en la ciudad ¿qué pasó allí?
Lo que decía entonces es que no era el momento, en la mitad de un problema, pedir la cabeza de un alcalde, cuando la ciudad estaba ardiendo en llamas. Lo que decía es que primero arreglemos los problemas, y después pidamos cuentas. Sí creía que hubo improvisación de la administración municipal de no tener la Planta de Niza funcionando, pero fueron malinterpretadas mis palabras.
¿Cuál fue el problema con la Corporación Cívica, por qué se retiró?
Fui muy crítico, porque creo que en el pasado proceso electoral intentaron politizar la entidad. Hubo claras muestras de integrantes de su junta directiva, que además presidían la entidad, pues eran candidatos o precandidatos a la Alcaldía, y había personas muy allegadas tanto personal como financieramente a uno de los partidos. Eso lo vio todo mundo, que había un interés político, y a raíz de eso decidí de retirarme de la CCC.
¿Y hoy cree que persiste esa intención?
No volví a la Corporación Cívica, pero aspiraría que volviera a ser ese ente de épocas como Luis Fernando Franco Acevedo, que siempre ha denunciado las cosas mal hechas. Por eso pienso que debe retomar el concepto con el que fue fundada hace mucho tiempo, con el mejor de los intereses.
También se habla de divisiones suyas con gremios como el Comité Intergremial ¿Las hay?
Hubo diferencias y discrepancias, pero todas normales dentro de una junta o un seno gremial o sectorial. Lo más importante de una sociedad como la nuestra es el disenso, y muchas veces es necesario, y aunque los hubo siempre fue dentro de un respeto.
Los retos
¿En Caldas siempre ha habido un divorcio marcado entre la clase privada y política, eso ha mejorado?
Sí, pienso que he dejado un granito de arena, porque las reuniones que venimos haciendo con los congresistas, el gobernador, el alcalde, la academia y los gremios son un paso a ese anhelo de trabajar unidos. Perdimos muchos años atrás hablando de buenos y malos, y de desintegración, pero hay unos procesos importantes con un alcalde y un gobernador que piensan trabajar unidos.
¿Pero igual pasó en la anterior administración donde el alcalde y el gobernador hablaron de uniones, pero las cosas no fluyeron como se pensaba?
Sí, pero fueron cuatro años duros para el departamento. En este momento la conversación y el diálogo que existe entre el gobernador y el alcalde es en pos de esta región, no de intereses particulares y personales.
Los retos
¿Cuál es el reto más importante para quien venga a reemplazarlo?
El reto interesante y bonito es la celebración de los 100 años, porque no se cumplen todos los días. Lo otro es acompañar esta integración regional, no solo con los municipios de Caldas, sino con Risaralda, Quindío y Norte del Valle, y seguir apoyando las obras de infraestructura, porque un país sin infraestructura no tiene futuro, y nosotros tenemos una infraestructura de hace 30 años.
¿Queda satisfecho con su gestión?
No solo satisfecho, sino contento de haber cumplido al ciento por ciento, con una entidad que la pueden mirar por todos los lados porque es un libro abierto.
Otro rumbo
¿Es cierto que usted está jubilado?
No estoy jubilado, sino pensionado, porque quiero seguir trabajando. Claro que lo estoy, recibiendo una pensión de lo que he trabajado nada menos que durante 40 años, esa plata la ahorre en el ISS, estaba pensionado y fui privilegiado durante este último año, pero no quiere decir que estuviera haciendo algo distinto de lo que estaba autorizado por la junta de la Cámara de Comercio.
Su nombre siempre sonó mucho cada que había elecciones ¿Ahora que se libera de esta responsabilidad, estará en la baraja de cargos públicos?
Siempre tuve esa fortuna de que me ofrecieran candidaturas a la Alcaldía, la Gobernación y al mismo Congreso, lo que siempre descarté. Ahora estoy entregando al 31 de agosto y en su momento hablaremos de eso.
¿Hay peligro que se politice la Cámara?
Ojalá que no. Hay amenazas en muchas cámaras, dicen que la de Manizales también. No quiero afirmar nada de eso, pero sí sería muy bueno que se abran los ojos, porque si esto llega a ocurrir, sería muy triste para su institucionalidad y para la Cámara de Comercio.
La noticia
Una firma cazatalentos será la encargada de elegir al próximo presidente de la Cámara de Comercio.
La decisión la tomó la nueva junta directiva que se posesionó el pasado martes y en la que quedó como presidente Jhon Jairo Gómez Valencia, representante de la comercializadora La Pipa.
El dato
10 años, el tiempo que estuvo al frente de la Cámara, Gildardo Armel Arenas.
La frase
"La Cámara tiene que seguir siendo la agencia de desarrollo, vienen nuevos proyectos, pero hay que concluir obras como Aerocafé, ahí el llamado es a cerrar filas en pro de esa obra que necesitamos".
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