JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES
"Necesitamos que el ministro de Hacienda diga la verdad de lo que significa la Ley de licores para los departamentos y el país, pues lo que se hará básicamente es permitir que las multinacionales le monten competencia a las licoreras nacionales".
El temor lo expresaron ayer los representantes del Sindicato de Trabajadores de Bebidas Alcohólicas (Sintrabecólicas), durante el paro que efectuaron por un solo día, hasta las 6:00 p.m.
De acuerdo con el presidente del sindicato, Carlos Aníbal Loaiza, el acuerdo permitirá abrirles las puertas a trasnacionales como Diageo y Pernod Ricard para que monten plantas de destilación en diferentes partes del país.
Aunque en la Ley de Licores se definió que los departamentos seguirán con el monopolio rentístico, lo que significa que mantendrán su independencia para el recaudo de impuestos, según Loaiza esta es otra mentira, pues si se abren las puertas a la producción, también se afectarán las rentas de las licoreras, destinadas a la salud, la educación y el deporte.
El sindicato insistió en que aunque sabían que la apertura de fronteras se iba a dar y que en cualquier momento tendrían que enfrentarlo, en su concepto este tipo de "entuertos" son los que les dejan un sinsabor, porque es evidente que habrá competencia.
Según Loaiza, aunque el paro terminó por ahora, de ser aprobada la Ley de Licores la demandarán.
Hay riesgos
El gerente de la Licorera de Caldas, Luis Roberto Rivas Montoya, también reconoció su temor frente a la apertura de la producción de licores, pues en medio de las decisiones que buscan ser democráticos y evitar la discriminación con respecto a la competencia, también se afectarán los recaudos departamentales y se generarán vicios constitucionales.
"Creo que se debe mantener ese monopolio, pues de lo contrario también se generaría un problema de salud pública".
Lo que sí defendió el gerente, fue la apertura de fronteras, y que haya un régimen impositivo equitativo para todos los licores, nacionales e internacionales.
Bajo el nuevo proyecto, se plantea hacer un cobro similar tanto para rones y aguardientes como para los licores importados, con un precio fijo de $220 por grado alcoholimétrico. Eso unido a un impuesto adicional del 25% que se cobraría sobre el precio de venta de cada producto (ad valorem).
Adicionalmente, se incluiría el cobro de un 5% del IVA, pero sería descontable, pues el impuesto ya se ha cubierto o pagado en otros procesos, lo que permitirá reducir la carga impositiva.
La propuesta de Rivas es que ese impuesto adicional no sea del 25%, sino del 20%, pues también cree que el exceso de impuestos sería delicado para el sector.
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¿Qué opina de la Ley de licores?
* Víctor Marín, operario planta de envasados: Que nos terminan cerrando la Licorera por cuenta de la competencia que piensan abrir.
* Exediel Zuluaga, interventor de mercado: Tememos que vayan a desmontar el monopolio de la producción, comercialización y distribución.
* Silvio Villegas, operario producto terminado: Que nuestros licores no sean protegidos en materia impositiva, al subir de precios, contra la reducción de los internacionales.
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