ILC y distribuidor insisten que no le han incumplido al Valle

JUAN CARLOS LAYTON

LA PATRIA | MANIZALES

Un nuevo palo en la rueda se le presentó a la Industria Licorera de Caldas (ILC) para tratar de superar sus metas de ventas este año y salir de la etapa de bajonazos que ha tenido durante la última década.

A pesar de la dinámica de crecimiento en los últimos meses y del posicionamiento del Ron Viejo de Caldas, nuevamente, como líder en Colombia, la terminación del contrato de ventas con el Valle del Cauca podría impedirle a la destilería llegar este año a unas ventas totales siquiera de 23,5 millones de botellas.

El problema surgió, luego de que el Valle del Cauca envió una carta a la Gobernación de Caldas en la que le anunció la decisión de terminar el convenio de ingreso de licores, a partir del 16 de octubre.

La medida se sustenta en que, al parecer, hubo un incumplimiento en el 2009 en la introducción de los licores de Caldas hacia el Valle, durante la administración de Mario Aristizábal Muñoz, y la gerencia en la ILC de Carlos Arturo Fehó Moncada.

Según lo estimado, se dejaron de comercializar 1,5 millones de botellas durante el segundo semestre de ese año, de un contrato previsto de 2 millones de botellas, motivo por el cual se afectaron las rentas de ese departamento.

Bajo estas condiciones, la pretensión del Valle es que les cancelen una deuda que se generó por este concepto de $15 mil 310 millones, o de lo contrario se cerrará el convenio, bajo la discrecionalidad que tiene esa región de hacer uso del monopolio rentístico.

No hubo incumplimientos

Tanto el gerente de la ILC, Miguel Trujillo Londoño, como el representante del distribuidor Sultana del Valle, James Murillas Giraldo, aseguraron que no hubo incumplimiento, pues jamás se frenaron las ventas en ese departamento.

De acuerdo con Trujillo Londoño, las cuotas contractuales son definidas siempre entre el distribuidor y la Licorera, aunque la posición del Valle es que son ellos quienes deben fijarlas.

Para Trujillo Londoño esto desnaturalizaría el negocio, como quiera que las cuotas se fijan de acuerdo con un estudio, unos compromisos o la evolución del mercado.

Murillas Giraldo también expresó su sorpresa, al indicar que el negocio de distribución ha sido constante, hecho que ha permitido que el Valle haya registrado ingresos por concepto de estas rentas de licor de entre $35 mil y $36 mil millones anuales.

Para la distribuidora los mensajes que entregan en el Valle del Cauca no son muy claros, pues aunque en el último semestre del 2009 se presentó el problema y hasta se cerraron fronteras en diciembre de ese año por decisión de la Gobernación del Valle, en realidad los ingresos totales de todo el 2009 fueron de $36 mil 834 millones, con unas ventas totales de unas 3,6 millones de botellas. Eso, insistió, "evidencia que no se puede hablar de incumplimientos".

Marca propia

Aunque el debate es por el no ingreso de 1,5 millones de botellas, según Sultana del Valle también se debe tener en cuenta que hay un concepto Jurídico de la Dirección de Apoyo Fiscal (DAF) que resalta que los departamentos no deben tener cuotas, pues los mercados fluctúan, y son los productores y distribuidores quienes deben definirlas.

Solo el reporte de la Asociación Colombiana de Empresas de Licores (Acil) estima que en 2008 se vendieron unas 42 millones de botellas en Colombia, contras 23,4 millones el año pasado, hecho que evidencia el descenso en las ventas de licores.

Sin embargo, en su concepto, tampoco se puede decir que han incumplido, pues en promedio por año han venido en esa región unas 3,3 millones anuales.

Solo este año el estimado era de unas 4 millones de botellas de ron de 750 mililitros, lo que representaría unos ingresos de $38 mil millones para ese departamento.

Para algunos dirigentes, el nuevo debate puede ser también un sofisma de distracción del Valle del Cauca, que ahora busca fortalecer la venta de sus productos locales, en especial la venta de su Ron Marqués, que no tiene un posicionamiento fácil, mientras esté el Viejo de Caldas.

Pese a ello, para Murillas Giraldo, el problema debería enfocarse más en la entrada de licores extranjeros y cervezas que le han quitado mercado a los productos nacionales, por lo que la competencia no son los productos locales. Más con los ingresos que han percibido en regiones como el Valle por cuenta de la ILC.

En manos del nuevo Gobierno

Aunque el gobernador saliente de Caldas Juan Martín Hoyos sostuvo que hicieron varios esfuerzos para solucionar el problema, y que se creó un comité jurídico para analizar y solucionar la situación, a la salida de su administración el lío persiste.

Por esta razón, la esperanza de la ILC y de Sultana del Valle es que el nuevo gobernador de Caldas, Julián Gutiérrez, aclare las dudas con el Valle del Cauca, aunque la condición de ese departamento es que primero deben pagarles.

En cifras

* 1 millón 518 mil 915, el número de botellas de Ron Viejo de Caldas que, según el Valle del Cauca, no se introdujeron a ese departamento en 2009.

* $15 mil 310 millones 663 mil 200, el valor que estima el Valle del Cauca se dejaron de pagar por impuestos.

"Si pagan se reanudan negocios"

El secretario de Hacienda y actual gobernador encargado del Valle del Cauca, Juan Manuel Obregón, sostuvo que si la Gobernación de Caldas y la ILC les cumplen con el pago que ordenó la Contraloría departamental de esa región, por un monto de $15 mil 310 millones, las relaciones comerciales se podrían reanudar sin problemas. Pese a ello, fue claro en que esta es la condición, pues hay muestras contundentes del incumplimiento del acuerdo.

Aunque en Caldas se insiste en que sí se cumplió, Obregón sostuvo: "tan falso es, que ya tenemos investigación de la Contraloría con hallazgo fiscal y procesos en contra de los gobernadores de esa fecha".