Federico Ozanam, una escuela con tejido y tradición

LUIS FERNANDO RODRÍGUEZ

NEGOCIOS | SALAMINA

La Sociedad San Vicente de Paul en Salamina, es una institución sin ánimo de lucro, creada el 15 de noviembre de 1885, por el presbítero José Joaquín Barco, con el propósito de favorecer a los más pobres.

Esta filosofía se mantiene, a pesar de las dificultades económicas que la agobian en la actualidad.

Su soporte económico es la Escuela Industrial Federico Ozanam, con cerca de 60 años de creada.

Su trabajo se centra en la enseñanza y producción de la lana y el fique, mediante procesos artesanales.

“La formación es gratuita, y están abiertas las puertas para todo el que quiera venir”, resaltó la instructora, Esther Chiliguano Pilco, una ecuatoriana radicada hace varios años en Salamina.

Este año en la escuela hay 6 mujeres y un hombre. A este grupo, además de enseñarles, se les da una bonificación por el trabajo que realizan.

Los productos

La lana que traen, la procesan e hilan en Marulanda. En Salamina se encargan del tejido, para lo cual tienen varios telares manuales en madera. En los horizontales, se pueden tejer piezas grandes como ruanas y cobijas. También tienen uno pequeño, para las bufandas y chal.

Los limpiapiés, ruanas, chales, cojines, cubrelechos, tapetes y cobijas, son algunos de los productos que se elaboran de forma manual y se ponen a la venta en el almacén que tienen en la sede del establecimiento, situado en El Alto, a una cuadra del Cementerio Nuestra Señora de Valvanera.

El producto se ha nacionalizado. También comercializan los productos en un punto de venta en Medellín.

Para la instructora, la principal dificultad para el taller, es la falta de mano de obra. “Tenemos encargos y material, pero la gente no quiere aprender”, comenta Chiliguano Pilco.

Por eso la meta es impulsar esta actividad, y promoverlo entre los jóvenes, con el fin de revivir una tarea artesanal, que sigue siendo orgullo de la región.