Adriana Osorio
LA PATRIA|MANIZALES
Vencer el miedo es tal vez de los mayores retos que alguien tiene cuando quiere emprender. Sin embargo, según Felipe Beltrán, líder de emprendimiento de Parquesoft Nacional, las personas esconden esos miedos en excusas como la falta de dinero, la falta de preparación y la espera para terminar estudios.
Para ayudar a los emprendedores a reconocer sus aptitudes y a identificar los temores ante la creación de empresas, Parquesoft desarrolla desde el 2007 un encuentro con quienes tienen ideas de negocio en el sector de tecnología. Antes se conoció como Tour Parquesoft y ahora se trabaja bajo el nombre de Be Trip (estar en el viaje), cazadores de miedos.
Beltrán y Alfredo Roldán, fundador de Parquesoft, hablaron con LA PATRIA sobre ese proceso para fomentar el emprendimiento. Ellos aseguran que el sector TI no es competido aún, pues el país apenas empieza su exploración de esta industria, que puede llevar a más y mejores empleos.
En el eslogan del Be Trip, ustedes hablan de cazar los miedos de los emprendedores ¿de qué se trata?
Mucha gente quiere emprender, pero cuando uno les pregunta si ya iniciaron algo, son pocos los que dicen que sí. Aseguran que no tienen la plata o no han terminado estudios, pero al final reconocen que son excusas, que la razón principal es el miedo al fracaso. En la medida en que no entendamos el papel de los fracasos en un emprendimiento y en la vida misma vamos a ir en contra de todo lo que nos ponga en riesgo. Este es el elemento que pesa mucho a la hora de emprender. Se debe entender que estos miedos vienen de un proceso educativo en el que nos enseñaron que al que le iba bien lo premiaban y al que le iba mal lo castigaban.
Sí, ese fue el paradigma que se nos vendió. La idea es tener algo seguro y esto durante muchos años tuvo validez, pero de los años 90 para acá se rompió el paradigma de la estabilidad, aún para quienes tienen un contrato a término indefinido. El mundo cambió rápido, la dinámica institucional cambió, también el mercado, pero el sistema educativo ha sido muy lento en esa transición.
El miedo es algo inherente al ser humano, pero lo importante es definir con cuáles se va a convivir. La misma comunidad nos ayuda a vencer esos miedos. El problema es que se estratifica el conocimiento, pues hay una gran distancia entre quien estudia medicina y quien estudia diseño gráfico, por lo cual lo primero que se debe hacer es entrar en estado de frecuencia. En ese proceso de emprendimiento y capital social, donde los individuos tienen el mismo peso por el mismo valor del conocimiento y logran entender que existen múltiples disciplinas y que si no es por estas no se puede desarrollar un país.
Lo primero es enfrentarse a ellos, reconocer que hay miedo. Cuando se acepta el temor, la persona se empieza a replantear por qué pasa. No podemos decir que las personas salen de un taller de nosotros diciendo "ya me siento sin miedo, voy a emprender". Sin embargo, salen con unas inquietudes y cuando hay una nueva situación en la que reaparecen las excusas, recuerdan que debe enfrentar el miedo. Trabajamos con educación experiencial, porque cuando se lleva al emprendedor a una situación en la que se vive la experiencia, se entera cómo enfrentarla. El objetivo es llevarlos a superar retos. Permitir que el individuo se pregunte si lo que está planteando le da la claridad de que va bien, o decir "de pronto no es, pero puedo tomar otro rumbo".
Es interesante. De manera afortunada, el país ha tenido un crecimiento en el conocimiento de la industria y ha tenido una madurez. Desde 1999, cuando nos insertamos en el modelo de generar empresas de tecnología desde Parquesoft, se demostró que se puede construir desde el crecimiento y la creación. De un tiempo para acá han venido actores que se insertan en el Gobierno con amplio conocimiento del tema, que forman parte del Ministerio y apoyan estas iniciativas. Hemos sido actores y nos han invitado a aportar en el desarrollo de legislaciones, planes de ciencia y tecnología, somos apoyo para nuevas políticas. Sería un desacierto hacer esta labor solo desde nuestra óptica.
Para nada. Todavía no hemos empezado como industria TI en Colombia. En 1987 tuve el primer computador en mis manos, y la masificación de Internet apenas se hace desde 1994. Somos 44 millones de personas y tenemos 47 millones de celulares. No podemos decir que sea una industria competida cuando en este momento hay insuficiencia en desarrolladores de software.
El mercado es muy grande, hay muchas oportunidades, pero hemos visto que todos nos queremos meter solo en un pedazo de la gran torta. Hay una tendencia sobre todo a la creación de aplicaciones y todos quieren hacer apps. No podemos abandonar el desarrollo del software. Hay firmas reconocidas que necesitan que se hagan piezas de software sobre sus sistemas operativos.
Para no ir muy lejos, el 80% de un dispositivo móvil celular es software, de resto hardware, pero de ahí para abajo hay una serie de necesidades tecnológicas que aún no han sido cubiertas ni siquiera a nivel local.
Hay que saber dónde mirar. Si uno se mete por las apps hay que salir a competir con un mundo de gente. Hay miles de pymes que están dispuestas a invertir en tecnología, cómo desaprovechar un mercado como ese. Allí es donde uno debe empezar a contar que existen esas cosas. Mirar el mercado local, hacer encuestas en los establecimientos, pues le aseguro que la mayoría necesita una pieza de software.
Por ejemplo, la industria del rotoscoping (técnica de animación) demanda millones de dólares, pero en Colombia no hay empresas en estos desarrollos. Según un estudio pago por el Gobierno, la industria del software representa 760 billones de dólares, y nosotros para hacer un billón al año necesitaríamos 33 mil personas haciendo tecnología.
"El Be Trip es un conversatorio, es un taller, pero sobre todo es una excusa para que los emprendedores se encuentren": Felipe Beltrán.
Asistentes al Be Trip, emprendedores y estudiantes, hablaron sobre cuáles creen que son los mayores temores al tratar de crear empresa.
Nora Mesa, docente Instituto Universitario
El miedo a fracasar, a no tener éxito.
Miguel Ángel Patiño, estudiante
Expresarse para dar a conocer las ideas. Miedo a no ser tenido en cuenta.
Angie Duque, estudiante
Tomar la decisión de empezar es lo más difícil.
Juan David Correa
Empezarla, porque siempre hay miedo a fallar.
Lorenza Velásquez, ingeniera de sistemas
Dejar la seguridad de un trabajo fijo, que da estabilidad , a pasar a una empresa de la que no hay certeza si le irá bien o mal.
Héctor Alonso Vásquez, emprendedor
Es el miedo al fracaso. Tenemos que aprender que este no es una pérdida sino una oportunidad para mejorar.
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