JUAN CARLOS LAYTON

LA PATRIA | MANIZALES

La Industria Licorera de Caldas (ILC) tomó la decisión de parar por un año la planta de destilación. Ahora comienza el debate sobre la conveniencia o no de cerrarla por completo y la controversia con el sindicato industrial Sintrabecólicas por esta decisión.

Tal y como lo había advertido desde en enero pasado, dentro de su Plan Estratégico 2014, el gerente de la ILC, Bruno Seidel Arango, anunció ayer su interés de suspender temporalmente la destilación de alcoholes para la fabricación de tafias y de alcohol rectificado para producir aguardiente.

El anuncio lo hizo durante la firma del acuerdo interinstitucional de voluntades para proteger la quebrada Manizales (ver: Firman pacto para devolverle vida a la quebrada Manizales).

De acuerdo con el funcionario, el principal objetivo es acatar la Ley y evitar posibles sanciones ante los vertimientos continuos de residuos en la cuenca.

Destacó que aunque el pacto de protección es muy primario y no tiene aspectos puntuales, esta es la primera acción de fondo de la empresa en materia ambiental, autorizada por la junta directiva.

A cambio, la ILC le apuntará al proceso de redestilación, que sería más amigable con el ambiente, pues no se trabajará con la producción de alcoholes desde su etapa inicial.

Según el gerente, en caso de que la decisión no surta efecto, otra opción sería comprar el alcohol tafia, como materia prima directa para la producción de licores.

Medidas de fondo

Aunque Seidel Arango reiteró que se trata de una medida coyuntural, también advirtió que se está a la espera de un estudio del plan estratégico que determinará las decisiones a mediano y largo plazo, acerca de que la planta siga funcionando o no.

Unido al tema ambiental, el gerente insistió en la necesidad de analizar la forma de reducir los costos y ser más competitivos.

Lo anterior teniendo en cuenta que, según los cálculos de la destilería, mientras en una oferta marginal la ILC le vendió alcohol a la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA) a unos $2 mil 600 el litro, esa empresa lo consiguió de Bolivia, puesto en Medellín, a $2 mil 40.

"Necesitamos tener una producción que cumpla con las normas, y que sea económicamente competitiva. Esas dos variables tienen que darnos la salida", resaltó.

Sintrabecólicas, en contra

Los reclamos del sindicato Sintrabecólicas no se hicieron esperar. De hecho, en plena firma del pacto, varios asociados y trabajadores se acercaron a la entrada de la ILC, cerca del puente, donde se firmó el convenio, con el fin de conocer su alcance.

Carlos Aníbal Loaiza, presidente de este sindicato, celebró el acuerdo ambiental, pero insistió en que la suspensión de un año es prematura, y conllevará al principio de una privatización y a convertir la destilería en solo embotelladora.

Aseguró que el sindicato trabaja de la mano con Corpocaldas en el análisis otras opciones de vertimientos a la quebrada, sin tanta contaminación.

El sindicato también temió por la compra de alcoholes, arriesgando la imagen de los productos de la ILC y el posicionamiento del Ron Viejo de Caldas, más cuando el alcohol que se produce es de alta calidad, el agua es de alta pureza y hay más garantías por la altura a la que se añeja. "Sería muy delicado poner en riesgo todas estas ventajas que hoy tiene la ILC".

Entre sus salidas, plantearon la opción de trabajar con melaza, en vez de miel virgen, con el fin de bajar el costo de producción, aunque esta materia prima es más contaminante.

El gerente comprendió las preocupaciones de Sintrabecólicas, pero aseguró que la ILC tiene que cumplir la norma ambiental. "La Ley es para cumplirla, porque esto no se transa, ni se negocia".

También aseguró que no habría recortes de personal en este primer año.

El sindicato Sintraemilc también expresó su preocupación por la calidad del licor y los riesgos que esto genera, aunque resaltó la importancia de cumplir con la Ley.

Por su parte, Sinaltralic se mostró de acuerdo con la suspensión temporal, al resaltar el impacto ambiental que hoy se genera. Nancy Elena Noreña, presidenta, aseguró que se debe tener en cuenta que la ILC solo destila como máximo tres o cuatro veces al año.

"El resto del año está parada y se generan unos costos fijos muy altos, que no compensan con la operación de los tres o cuatro meses de operación, por lo que generan pérdidas", aseguró.

Para Seidel Arango, lo claro es que si no se destila no se afectará la quebrada, y solo el estudio final determinará cuál puede ser el mejor futuro para la entidad.

"Hay una cantidad de preguntas que primero tienen que ser respondidas para darle factibilidad a la empresa", resaltó.

¿Qué opina de la suspensión temporal de la planta de destilación?

* Nancy Elena Noreña, presidenta de Sinaltralic: "Me parece prudente, porque es una medida preventiva, y se queda a la espera de un estudio técnico que definirá el rumbo real de la planta. Hay que buscar todas las alternativas para que la ILC no pierda este monopolio tan importante como la destilación de alcoholes, pero tenemos que ser conscientes de que hay que cumplir la normatividad ambiental para que no se vea sometida a multas millonarias".

* Jaime Yepes Alzate, presidente de Sintraemilc: "Es darle sepultura al sistema de destilación de la empresa y darle solo una función de envasadora. La gran pregunta es qué tan buena sería la calidad del producto si se compra la materia prima y qué tanta garantía hay si se prende la planta de destilación, y cómo se resolvería el problema de biodigestión, o el buen manejo de las vinazas. También hay que analizar el futuro con ese personal que hay en la planta".

ILC, a citación en la Asamblea

La Asamblea Departamental de Caldas aplazó una semana la citación del gerente de la Licorera de Caldas, Bruno Seidel Arango.

El evento estaba previsto para esta semana, pero el gerente se excusó, debido a que tiene una cita en Bogotá. El nuevo encuentro quedó previsto para el miércoles 2 de abril. Se quieren tratar la fallida licitación con el Huila, el estudio de internacionalización del Ron, las contrataciones desde el segundo semestre del 2013 y la propuesta sobre un posible consejo consultivo de la Cámara de Comercio.