Edificio Shalom III, en alto riesgo

José Wilmar Jaramillo*

LA PATRIA|Manizales

Cinco días tienen los propietarios del Edificio Shalom III, ubicado en la avenida Santander, para pagar una multa por $348.643.000, debido a las irregularidades comprobadas en esta construcción, desalojado hace casi un año.

La decisión la tomó la Inspección de Policía 12, que concluyó que el propietario deberá corregir los riesgos con base en el estudio de vulnerabilidad que hicieron los ingenieros David Vallejo Osorio, de la empresa Atria-Estudio e Ingeniería, y Andrés Marín Marmolejo. Determinaron que el edificio debía reforzarse en su mayor parte. Sus principales recomendaciones se convirtieron en mandato con esta decisión:

1. Reducir la masa del edificio retirando los muros de mampostería para reducir riesgos durante la intervención.

2. La estructura debe reforzarse de inmediato ante el alto nivel de vulnerabilidad por la "mala calidad de la construcción".

3. Reforzar con cinco pantallas.

4. Remplazar los concretos.

5. Inspeccionar detalladamente cada viga y columna en busca de hormigueros y vacíos para repararlos completamente.

6. Reconstruir el voladizo de la parte posterior.

7. Reconstruir 179 de 356 vigas y 95 de 195 columnas.

8. Remplazar los perfiles de entrepiso.

9. Realizar sondeos exploratorios de los caissons para verificar longitudes y diámetros.

10. Realizar un estudio de suelos nuevo.

Además, se deberán iniciar en 15 días obras para restablecer el orden urbanístico y si en 60 días no lo ha hecho se ordenará la demolición por cuenta del constructor. Se compulsaron copias a la Fiscalía para que si lo encuentra pertinente investigue posibles delitos. Contra la decisión procede el recurso de apelación.

De la Curaduría

Jhon Jairo Osorio García, segundo curador de Manizales, donde se tramitó la licencia de construcción, aclara que su función es recibir los documentos, los planos arquitectónicos, estructurales y los estudios de suelos que dan soporte al proyecto. Además debe verificar que estén avalados por profesionales idóneos, de acuerdo con la ley.

“Si eso se da, otorgamos la licencia. No tenemos la responsabilidad de volver a hacer los diseños arquitectónicos ni de recalcular todo el proyecto estructural, ni de suelos. La curaduría verifica que en las memorias del cálculo venga consignado que el profesional responsable ya lo hizo. En eso es muy clara la Ley 400 de la norma sismorresistente”.

Aprobada la licencia, la supervisión de que se estén realizando bien los trabajos les compete a las alcaldías para que puedan entregar el permiso de ocupación.

En edificaciones donde hay más de cinco unidades de vivienda o más de 2.000 m2 de construcción, se exige que un profesional externo, sin vínculo laboral ni comercial con el proyecto, haga seguimiento y control a la calidad. Es una especie de interventoría privada costeada por el constructor. Este debe entregar una constancia a la oficina de control urbano, que entrega el permiso de ocupación.

Vulnerabilidad estructural

Los ingenieros David Vallejo Osorio y Andrés Marín Marmolejo refieren que los estudios de vulnerabilidad tomaron dos meses, entre ensayos y análisis de lo diseñado y construido. La calidad de la obra se evalúa frente a los registros, aunque en este caso la constructora no reportó ningún resultado de los cilindros (no se tomaron muestras). Tampoco existía bitácora de obra ni registro fotográfico.

Encontraron que el diseño inicial lo hizo el ingeniero Moisés Noriega y que luego cambiaron por el del ingeniero Jairo Aníbal Charry. No hay claridad con cuál diseño se inició a construir, pero sí que se terminó con un diseño diferente al radicado.

De acuerdo con varios modelos matemáticos realizados en el estudio de vulnerabilidad, se evidenció un comportamiento estructural inadecuado. El ingeniero aclara que no conoce el modelo matemático en el que se basó el diseño original, para poder comparar. Como los hallazgos muestran que no hay cumplimiento de las normas sismorresistentes se calificó de "mala la calidad el diseño estructural".

*Arquitecto.