Foto | Darío Augusto Cardona | LA PATRIA  Luz Angela Martínez y Hugo Tabares son los propietarios de la casa de alquiler de disfraces Alegna, que cumple 15 años en el mercado. Ella con el sobrero de bruja y él con la máscara de Batman dicen que se disfrutan al máximo su trabajo.

Foto | Darío Augusto Cardona | LA PATRIA

Luz Angela Martínez y Hugo Tabares son los propietarios de la casa de alquiler de disfraces Alegna, que cumple 15 años en el mercado. Ella con el sobrero de bruja y él con la máscara de Batman dicen que se disfrutan al máximo su trabajo.

Lejos de asustar el consumo, la tradicional fiesta de disfraces de Halloween, hoy Mes de los Niños, se convirtió en una de las cuatro fechas más importantes del comercio, junto con Amor y Amistad, Navidad y las fiestas de fin de año.

Luego del impacto de la pandemia durante los dos años pasados, la meta de varios comerciantes consultados por LA PATRIA es registrar ventas incrementos en sus ventas entre el 20% y el 200% y convertirlo en un salvavidas para sus negocios.

 

El comercio

Martha Janeth Grimaldos cumple 39 años rentando disfraces en su tienda Mustafá, ubicada en el barrio Saénz de Manizales. "Mi mamá empezó a hacer fiestas de disfraces el 31 de octubre. Todos los invitados le decían a ella de qué se querían disfrazar y ella les confeccionaba los trajes de todos los invitados. Esos disfraces se iban acumulando. Una vez vimos un sitio donde alquilaban disfraces en Bogotá y entonces descubrimos que ese negocio no existía en Manizales y decidimos montarlo", aseguró.

Actualmente, el negocio cuenta con 2 mil 600 trajes y asegura que la demanda crece cerca del 50% en octubre frente a los otros meses del año.

Hugo Tabares, propietario de Alegna disfraces, se dedica desde hace 15 años a la misma actividad. En su local cuenta con alrededor de 10 mil atuendos. Asegura que este mes es una temporada tan buena para su negocio que representa cerca del 80% de la demanda del año, con rentas que van desde los $35 mil hasta el $1 millón, incluyendo un traje de Frankenstein muy elaborado.

 

También se venden

El cine y las series de las plataformas streaming definen las tendencias de disfraces. Por ejemplo este año se han basado en películas como Disney, Encanto, también se mantienen a la moda los superhéroes y los vikingos.

Zulma Ramírez vende disfraces hace 30 años en Milcositas Zuli, en el Centro de la ciudad. Sin embargo, su negocio se transforma para cada temporada del año, y en diciembre pasa a la venta de mercancía navideña y en enero estudiantil. "Aquí en el local se encuentran trajes desde $50 mil hasta $150 mil", dijo.

Zulma asegura que octubre es el mejor mes de todo el año, ante todo la última semana, dado a la cantidad de personas que salen a buscar su disfraz. Por eso durante ese mes las ventas pueden crecer hasta el 200% frente a otros meses del año.

La emprendedores Blanca Tapacio, no cuenta con un local, pero se ubica en una esquina del centro de Manizales y comercializa disfraces, accesorios y calabazas para la ocasión. En su puesto se puede encontrar un traje desde $30 mil hasta $90 mil dependiendo de la calidad de la tela.

 

Dulce jornada

El consumo tradicional de dulces también se volvió a disparar. De acuerdo con la gerente general de Súper de Alimentos, María Antonia Arango, luego de dos años en los que las celebraciones de temporada fueron bajas, debido a la pandemia, este año se espera una mayor demanda, justo en un mes donde tradicionalmente venden un 20% más frente a otros meses del año. "Este 2022 proyectamos crecer un 15% respecto al año anterior, dada la reactivación de las fiestas infantiles y las celebraciones ", sostuvo.

LA PATRIA encontró varios locales que también comercializan variedades para el hogar. Jonathan Quintero, asesor comercial de Más Magia, resaltó que en el sitio ofrecen decoraciones, letreros, bombas, muñecos, banderines, máscaras, diademas, maquillaje artístico, alas, pelucas, sombreros y demás accesorios y mercancía relacionados con las fiesta.

Las máscaras se venden desde $5 mil hasta $120 mil, las pelucas desde $10 mil hasta $35 mil y los sombreros están disponibles desde $2 mil 500 hasta $12 mil, todo dependiendo del material del accesorio.

Otros locales comerciales no esperan que la temporada de disfraces termine e incluso ya exhiben en sus vitrinas adornos y mercancía de la Navidad.

 

Cuánto va a destinar

Juan José Silva, director de Fenalco Caldas, estima que el 50% de las personas de la ciudad celebre esta fecha con sus hijos. El 48% prefiere hacerlo en las noches, por lo que considera que habrá consumos en los los bares y en las discotecas. De acuerdo con un sondeo que hicieron, se estima que el 20% de las personas destinará cerca de $100 mil para gastar ese día.

 

La estimación es la siguiente:

* El 29% de las personas pedirá dulces.

* El 25% celebrará Halloween con reuniones en la casa.

* El 19% saldrá a centros comerciales.

* El 10% lo celebrará en discotecas y bares.

 

Centros comerciales

Juan Alejandro García , coordinador de Mercado del centro comercial Fundadores: "La fecha cae lunes, por lo que se espera que aumente el tráfico de personas desde el 29 de octubre, la asistencia se duplica. Tenemos 20 mil visitantes diarios, pero en Halloween sube entre 38 mil y 48 mil personas".

Alejandro Ramírez, gerente del Mall plaza: "El 31 de octubre es el día en que más personas visitan los centros comerciales. La afluencia de personas se puede duplicar y la ventas de comidas pueden aumentar entre un 50% y 60%. Las mejores ventas se dan en comidas".

Luz Ángela López, gerente del Sancancio: "Para este centro comercial es un día en que se puede multiplicar fácilmente el número de visitantes que entran a las instalaciones. Lo cual se convierte en una oportunidad para que nuestros comerciantes exhiban sus productos".

 

Algo de historia

En 1921, el Halloween ya se celebraba masivamente en Estados Unidos y Canadá. Algunos historiadores consideran que fue la llegada de la televisión y el cine lo que expandió la costumbre norteamericana a Latinoamérica, con películas como Halloween (1979), de John Carpenter.

Las familias colombianas adoptaron dicha tradición y empezaron a sacar a sus hijos disfrazados en las noches del 31 de octubre a pedir dulces, lo que también significó una oportunidad de negocio para muchos sectores económicos.

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