Cafeteros de Caldas tienen menos tierra, pero hay más palos de café

JUAN CARLOS LAYTON

LA PATRIA | MANIZALES

Aunque las dificultades climáticas, de precios y la revaluación del peso condujeron a que muchos cafeteros abandonaran sus fincas o se cambiaran para otra actividad agropecuaria más rentable en el país, en la actualidad hay menos tierra en Caldas dedicada al grano, pero más palos de café.

Por lo menos así lo evidencia el reciente informe dado a conocer por el Sistema de Información Cafetera (Sica) del 2014, en el que se destaca la variación en el número de fincas, áreas sembradas y hasta las variedades en café.

De acuerdo con el reporte, el área total de las fincas en la región bajó a 139 mil 652 hectáreas, lo que equivalió a unas 1.900 áreas menos que en 2013, un descenso del 1,3% frente al año anterior.

En la misma proporción, el número de tierras sembradas en café se disminuyó en casi unas mil hectáreas, un descenso cercano al 1,2%.

Paradójicamente, el número de cafeteros creció, hasta alcanzar hoy los cerca de 36 mil cultivadores que siguen dedicados al grano, unos 116 más con respecto al año anterior.

Para el presidente del Comité de Cafeteros, Marcelo Salazar, la explicación se centra principalmente en la microparcelación, lo que condujo a que, a pesar de que haya menos tierra dedicada al grano, el número de cafeteros pequeños creciera, con una mejor concentración y aprovechamiento de las tierras, y un mejor rendimiento de sus árboles, principal indicador para una mayor producción.

Eso además, de la aparición de nuevos actores, que antes no estaban registrados, pero que ahora lo hacen con el propósito de obtener beneficios como el auxilio del Gobierno Protección al Ingreso Cafetero (PIC), en especial en el alto occidente y el oriente del departamento.

Mejores rendimientos

En la misma proporción, la densidad o el número de árboles por hectárea creció, hasta llegar hoy a los 5 mil 554 palos por hectárea, factor que ha permitido mejorar el rendimiento del productor.

Incluso hay regiones como Palestina y Chinchiná, que cuentan con 8 mil 500 árboles por hectárea.

De acuerdo con Alfonso Ángel, director ejecutivo del Comité de Cafeteros, la situación se ha mejorado por décadas, al punto que mientras en 1998 se tenían sembrados unos 435 millones de árboles en casi 100 mil hectáreas, este año rodean los 430 millones, pero en unas 78 mil hectáreas.

Esto indica que a pesar de las épocas difíciles que ha vivido el sector, en general las siembras han sido estables en los últimos 16 años e incluso tiende aumentar la densidad.

El informe también destaca que la calidad ha mejorado. Del total de áreas sembradas en café, en la actualidad ya se cuenta con unas 29 mil hectáreas en variedad Colombia y unas 24 mil en Castilla, lo que evidencia que cerca del 70% de las áreas son resistentes a problemas como la roya, cuya infección hoy está por debajo del 3%, después de llegar a indicadores de hasta el 40%.

La edad de los cafetales también muestra una mejor situación, pues el promedio hoy rodea los 6 años, producto de la reconversión del parque cafetero con variedades resistentes.

Todo esto ha permitido que Caldas haya logrado el mejor nivel de productividad nacional. Incluso el año pasado, la región se trajo los primeros seis puestos en el ranking nacional, por municipios como Chinchiná, Palestina, Manizales, Risaralda, Viterbo y San José.

El promedio de producción en Palestina, por ejemplo, alcanza los 28 y hasta 30 sacos por hectárea, muy por encima del rendimiento nacional, de unos 14,1 sacos de café verde por hectárea.

Para el sector, todo esto demuestra que, a pesar de los problemas que vive esta actividad, el amor y las condiciones por ser más rentables siguen en la mente del sector.

El dato

En el 2013 Colombia terminó con 84 mil hectáreas renovadas. Entre 2008 y 2013 fueron 546 mil.