Adriana Osorio
LA PATRIA|MANIZALES
Las obras que en los últimos cinco años se han ejecutado para mejorar la vía a Bogotá son buenas, pero faltan trabajos para mejorar la conectividad de Caldas con la capital del país. En esto coinciden gremios del departamento y la comunidad que habita las zonas aledañas a la carretera.
Julio César de La Rosa, del negocio Tierra Alta, en Letras, reconoce que el trayecto mejoró con los arreglos en tramos vulnerables a deslizamientos, pero faltan sectores clave, como el viaducto en Mesones.
"Llevo acá ocho años y ha mejorado la vía, pero los trabajos no los han terminado y ya están hablando de otra ruta, la de Cambao. Mesones es un punto crítico, el terreno es inestable durante el invierno, pero no veo una solución definitiva", opinó el comerciante.
Calcula que durante tres años y antes de los arreglos actuales, la vía estuvo con daños permanentes, lo que redujo el tráfico de vehículos en el 70%. Ahora, el flujo de carros aumenta de manera gradual, pero siguen esperando soluciones en algunos puntos con mayores riesgos de accidentes, como en Cerro Bravo.
Lo único que parece definido en este momento lo dio a conocer el Invías en noviembre del año pasado, cuando se informó que el consorcio Solarte & Solarte será el encargado de mejorar y rehabilitar 16,5 kilómetros. En estas obras se incluye el retorno en el sector del vivero, en Lusitania, la intersección en San Marcel, doble calzada a Maltería y mejoramiento en Mesones, según comunicado del Instituto.
Elaboran nueva propuesta
La carretera Manizales-Bogotá está entre los proyectos que por años ha priorizado Caldas. Las propuestas han sido múltiples, incluso en el 2012 y el 2013 se habló de la necesidad de un nuevo corredor vial descartando el actual, para lo cual en ese entonces el Invías presentó tres propuestas que están archivadas. Además, el año pasado la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y el Consorcio Estructuración Vial dieron a conocer una opción en el trayecto actual, que incluía viaductos, variantes y mejoramiento.
Juan Camilo Posada, coordinador del Centro de Observación para la Infraestructura de Caldas del Comité Intergremial, recordó que la iniciativa se frenó porque en el departamento creen que se deben tener en cuenta otras obras, como un nuevo tramo entre Maltería y Las Margaritas, otro en Cerro Bravo y mejorar el ingreso a Mariquita, además de incluir las obras que propusieron la ANI y Estructuración Vial.
Por eso, los gremios de Caldas y Risaralda elaboran una nueva propuesta de la que se conocerá un documento previo en junio próximo.
Posada aclara que la idea es que Caldas y el Magdalena se conecten por el corredor actual superando los problemas del trayecto, con nuevas especificaciones técnicas y de diseño de la vía. Además, insisten en que se construya el viaducto en Mesones, que es fundamental por inestabilidad que amenaza la banca.
Orlando Santiago, del Fondo de Adaptación, entidad encargada de ese viaducto, dijo que están listos los estudios de diseño y que la estructura sería de 600 metros. Los trabajos costarían $60 mil millones. "Estamos priorizando obras en todo el país y esperamos definir el próximo año cuándo se realizaría este viaducto", explicó.
De la iniciativa de los gremios aún no está claro si se solicitará una Alianza Público Privada o inversión pública, ni tampoco se tienen todavía estudios técnicos para precisar costos, aunque se calcula que se necesitarían $700 mil millones, más los recursos para el viaducto en Mesones.
"Estamos seguros de que los sitios de mayor riesgo de accidentes se solucionarían con estas propuestas y aumentaría la velocidad promedio de la vía. Está a 30 kilómetros por hora y quedaría entre 50 y 60 kilómetros por hora", explicó Posada.
Hasta el año pasado el Fondo de Adaptación intervino 31 puntos críticos del trayecto hasta Fresno, con recursos que se destinaron para garantizar que la vía no vuelva a fallar durante temporadas de lluvias como la que se dio entre el 2010 y el 2011 por el fenómeno de La Niña. La inversión fue de $77 mil 500 millones.
La vía a Cambao no es suficiente
A pesar de que en julio pasado se contrató el mejoramiento de la vía Manizales-Cambao-Honda con el consorcio Alternativas Viales, para los habitantes de la vía actual a Bogotá esa ruta no resuelve la conectividad de Caldas con la capital del país.
Así piensa Julio César de La Rosa, en Letras: "la vía no es para transporte pesado, en mi concepto es más para turismo. Mi duda es: si se han demorado años arreglando esta carretera y no han terminado, ¿cúanto demorarán por Cambao?".
El asunto de que no se concreten los viaductos y variantes en el trazado actual también le preocupa al alcalde de Fresno (Tolima), Carlos Andrés López, quien dice que hace gestiones ante la ANI, con el fin de conocer si sigue en pie el proyecto que propusieron. "Nos preocupa que quedemos aislados por las vías que están construyendo y que no pasan por acá, como la de Cambao. La propuesta de la ANI se frenó porque el tema de los peajes no fue bien recibido, pero necesitamos que nos dejen la vía por acá", expresó López, quien agregó que también se ven afectados municipios del oriente de Caldas, como Manzanares, Marquetalia, Pensilvania y Victoria.
Respecto a esto, la ANI confirmó que por ahora no se tienen planes en esta carretera y no se incluyó las vías 4G.
Las expectativas a mediano plazo están puestas en las obras de mejoramiento que el Invías contrató en noviembre pasado y que según Jorge Ricardo Gutiérrez, director del Invías Caldas, empezarán el próximo año. Se invertirán cerca de $192 mil millones.
La ven mejor, pero piden más
Duván Cardona, ganadero de la finca El Guayabo, sector La Ene
En este sector están las curvas más difíciles hasta Fresno. Con las mejoras de la carretera no han habido más accidente, pusieron muros de contención y nuevo afirmado. No es necesario hacer otra vía, con seguirla mejorando está bien.
Catalina Tovar, Mesones
Siempre hay mucho accidente todavía en este sitio. Hace ocho años vivimos acá y siempre ha sido así, aunque antes era peor.
Manuel Muriel, conductor
Esta vía está muy buena en este momento. Yo no le veo mucho problema, pero sería excelente el viaducto en Mesones.
Pedro Claver Molina, Fresno (Tolima)
En eso de la variante de Fresno están hace muchos años, pero no hacen nada. Acá no están de acuerdo con otra vía porque el pueblo se muere, si deja de pasar la carretera por acá.
Así la construyeron
En una entrevista a Eduardo Posada Arango, que publicó LA PATRIA el 22 de febrero de 1936, recordó cómo se logró la construcción de la vía al Magdalena.
1936 - 22 de febrero
El Dr. Eduardo Posada Arango
Historia la vía al Magdalena
-Todos los incidentes que antecedieron a la expedición de la ley. Sus autores fueron él y el doctor Julio Zuloaga. Aquilino Villegas, gran animador. La acción fue José Hortal.-
En su despacho de magistrado, entre códigos y expedientes, ausente de las actividades políticas, encontramos al doctor Posada Arango. Hombre de actividad reconocida ante la presencia del cronista, pone en función su sistema nervioso. A las primeras palabras la reacción en él se hace notoria. Dudoso del motivo que nos lleva, monta la guardia como para defenderse de un interrogatorio político inoportuno desde su posición de magistrado. Cuando le anunciamos el propósito de lanzar una edición especial dedicada a la carretera al Magdalena, sonríe, demostrando que se le ha herido fibra querida. Luchó en el parlamento por esa y otras obras caldenses con pasión, sin desmayos. Su amor a Manizales y a Caldas lo puso en leyes perdurables que negarán los hombres en su afán emulador pero que la historia de la ciudad recogió ya para la hora de la primicia.
- ¿Quisiera usted recordarnos la historia de la carretera al Magdalena?
… Es una historia sencilla: Don José Hortal, ciudadano español, radicado en Manizales después de un viaje de Mariquita a esta ciudad, por el viejo camino de la montaña, se interesó por razón de su oficio en crearle ambiente a una vía que acortara la distancia entre la ciudad y el río Magdalena. Al efecto, después de algunas conversaciones preliminares con destacados miembros del comercio, y algunas publicaciones en la prensa, don José Hortal convocó a los que este tiempo ocupábamos curules en la Cámara de Representantes y en el Senado, a una reunión privada. No obstante los esfuerzos de don José, la reunión no se efectuó por falta de concurrencia de los parlamentarios. Tenaz y convencido Hortal, prosiguió trabajando. El 19 de abril de 1930 don José se presentó a mi casa armado con su cuaderno de notas. Como era natural me intrigó su afán. Sin perder tiempo me di a estudiar las proyecciones de la obra hasta concluir, de acuerdo con Hortal, en la elaboración de un proyecto de ley para llevar a la consideración del Congreso en aquel año. Convencido de la factibilidad de la obra y de que era posible la aprobación de la ley, nos propusimos ampliar el proyecto, buscando la nacionalización delas vías carreteables Manizales-Cartago; Manizales-Salamina-Aguadas, Manizales-Itsmina y Manizales al río Magdalena. Elaborado el proyecto de acuerdo con el doctor Julio Zuloaga, representante a la Cámara. Aceptados por el doctor Zuloaga los puntos principales lo llevamos a Bogotá.
Por otra parte, don José Hortal puso en actividad toda su tenacidad. Llamó a don Jorge G. Hoyos, don Rafael Mendoza Greiff, don Luciano Durán, don Antonio J. Londoño, don Julio Cuervo y a otros ciudadanos de no menos espíritu público. En la oficinas de de la Liga de Comercio se constituyó la junta y sin pérdida de tiempo se procedió a una propaganda continua, es decir, a crear el ambiente necesario en el público, especialmente en los sectores comerciales. Don José Hortal exponía las razones fundamentales para la obra. Era el animador que no abandonaba su idea aún a costa de grandes sacrificios: don Jorge G. Hoyos hacía cuentas, divulgaba los resultantes comerciales, comparaba, medía, casi profetizaba, lo seguía don Luciano Durán, en aspectos similares; don Rafael Mendoza Greiff y don Antonio José Londoño secundaban con singular constancia los propósitos de sus compañeros, contribuían a la financiación de la propaganda, animaban. Poco después estos caballeros y la Liga de Comercio se convirtieron en mentores infatigables. En Bogotá nosotros recibíamos todos los días el eco de aquella campaña seguida en medio de la indiferencia. Se nos animaba, se nos urgía.
Fue así como el doctor Zuloaga y yo nos presentamos al Ministerio de Obras Públicas a pedir el visto bueno para nuestro proyecto. El doctor Fabio Lozano Torrijos, en esos días Ministro, acogió la idea y nos recomendó con toda amplitud al Consejo Nacional de Vías de Comunicación que presidía el doctor Germán Uribe Hoyos. Enterado éste de nuestros propósitos y por fortuna animado con el proyecto de ley que íbamos a presentar nos solicitó una tregua para estudiarlo a espacio. Una semana después nos llamó a su oficina para manifestarnos que la Liga de Comercio de Manizales y la Junta de Carreteras lo tenían vivamente interesado pero que él deseaba estudiar ese proyecto como una base para elaborar otro de mayores alcances, de proyecciones nacionales para lo cual era muy interesante la colaboración de un representante por cada Departamento para ante el Consejo Nacional de Vías. Camino del éxito, halagados con los resultados y ante perspectivas tan amplias conseguimos del doctor Eleuterio Serna, presidente de la Cámara de Representantes, el nombramiento de una comisión aparente que garantizara el resultado de su labor. La comisión fue nombrada y se procedió al estudio, el cual duró siete meses.
Los incidentes fueron numerosos en el seno de la comisión. Lucha tenaz en la cual se hizo precisa la mejor paciencia. Representantes hubo que pusieron oídos a intereses personales y regionales, y que no vacilaron en convertirse a toda hora en obstáculo para la elaboración del plan y la aprobación de la ley. El doctor Uribe Hoyos, hombre sereno, una de las mayores capacidades mentales del país y eje principal de la comisión, se propuso interponerse entre los dos grupos beligerantes, apoyando sin reservas el plan de la representación caldense. Llevado el proyecto a la Cámara, los representantes de Caldas interesados, olvidamos toda otra actividad. Liberales y conservadores caldenses, contábamos con la vocería del doctor Aquilino Villegas, quien le puso toda su fe y amor de manizaleño. A este sumamos, como apoyo definitivo, en un golpe de táctica la defensa que en todo momento hacía de las vías caldenses, el doctor Antonio José Restrepo. Grande era nuestra actividad. Por curiosidad en mi cartera de apuntes, en donde se había de mi fugaz vida parlamentaria, encuentro este dato que sirve para medir aquel esfuerzo gratísimo: 241 visitas hicimos al doctor Zuloaga y yo al Consejo Nacional de Vías en siete meses. De allí que don Germán Uribe Hoyos dijera después, que era imposible negar a los caldenses lo que pedían, porque no dejaban trabajar, cuando de la defensa de su tierra se trataba.
Yo no soy, cuando de estas cosas de interés general se trata, capaz de llevar mi pasión política, hasta negar a mis adversarios sus méritos como servidores del núcleo social a que pertenecen. Si a don José Hortal le debe Manizales su obra de mayor aliento, porque él fue el dinamizador incansable, el creador de la conciencia vial de Caldas, al doctor Aquilino Villegas que guiaba a los representantes de Caldas y ponía lo mejor de su voluntad al servicio de su pueblo; el doctor Julio Zuloaga, que acogió mi proyecto y luchó porque fuera ley venciendo todas las dificultades, sin descanso; al doctor Fabio Lozano T., que consiguió la adhesión e impulso del presidente Olaya al proyecto; al doctor Uribe Hoyos, que lo mejoró y sostuvo hasta lograr la sanción de la ley 88, también a don Jorge G. Hoyos, Mendoza Greiff, Luciano Durá, don Antonio J. Londoño, a los periodistas de ambos partidos, en donde usted, Tomás Calderón, ha sido el alma lírica en permanente consagración, reconozco como partícipe que soy en ese esfuerzo que fueron mis animadores.
La obra va adelante. Sobre la cordillera van los zapadores abriendo la ruta hacia el río. Piense usted cuánto vale la satisfacción de los que pusimos algo de nuestra fe y de nuestra vida por aquella obra: Manizales ignora todavía los resultados. La ciudad está enseñada a una vida hazañosa. Elevada, sobre la montaña; alta como el espíritu y la vocación de la raza apenas se está dando cuenta de que la carretera al río Magdalena, es una ruta más que la vincula al futuro de la vida nacional, con un balance de capacidad insuperable. Así lo vimos nosotros. Por eso fueron esos nuestros propósitos. El deber de representante del pueblo, fue cumplido. Que vengan otros a superarlo. En todo caso allí está la ley 88 de 1931. Como actor en esa lucha, no vacilo en repetir mis palabras del 27 de junio, al recibir sancionada la ley: “Todo está cumplido; si el pueblo caldense necesita y desea carreteras nacionales, distintas de las que ordena esta ley, que proceda primero a la ampliación de los límites departamentales”.
No olvide usted a José Hortal. Levantemos el corazón para honrar su memoria. Vivió y murió por amor y en servicio de la ciudad y de Caldas. Era un extranjero que superó en esfuerzo, en voluntad y en afecto a los mejores hijos de la tierra caldense. Dejó un hijo que parece está estudiando en una escuela pública. Que le pague la ciudad al padre, educándolo. Y vuelvo a repetirle, Manizales se ha salvado. Así queríamos la ciudad; fuerte, bella, trabajadora, de vida permanentemente hazañosa, con caminos hacia todas partes...
Y no olvide el campo de aterrizaje. La Ley 8ª de 1929 la inspiró Manizales, sintiendo la ciudad la escribí. Qué intereses creados existen para impedir que ese derecho de la ciudad se le niegue? Yo sí sé... Y lo diré bien pronto.
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