Compostaje, un trabajo de bacterias para recuperar la tierra

Fotos | Darío Augusto Cardona | LA PATRIA

Al cabo de 105 días está listo el compost. Para aplicarlo se echa un balde de compost por dos de tierra. 

ALEXANDRA SERNA
LA PATRIA | MANIZALES

Dicen que la naturaleza es sabia. Un ejemplo de ello puede ser que los mismos residuos orgánicos, provenientes de seres vivos, se conviertan en abono para la tierra, como si esta reciclara a través del compostaje.
Carlos Gutiérrez, operario de Emas, y Luis Élmer Orozco, ingeniero ambiental de la empresa de aseo, explicaron ese proceso, que algunos relacionan con malos olores y estiércol, pero que en la práctica incluye otros desechos y hasta puede ser amigable con el olfato.
Desde hace un año funciona una planta piloto en Emas que aprovecha el pasto cortado de las zonas verdes de Manizales para hacer abono y que se distribuye entre los trabajadores de la empresa. Pretenden vincular a madres cabeza de familia de la Galería para que generen ingresos (ver recuadro Proyecto con madres cabeza de hogar en la Galería).

1. Cada semana llega un carro recolector de basura con tres toneladas de pasto, de las que resultan 400 kilos de compost. Se retiran los plásticos y todo aquello que sea inorgánico y lo que queda se cubre con plástico durante 17 días.

2. El pasto, que ya ha empezado a descomponerse, se traslada a una compostera o caja de ladrillos donde completará el ciclo (ver infografía Fases). En Emas se trabaja por camas, es decir, el césped se separa por bloques según el tiempo que lleva de fermentación. Otra manera es apilar los residuos formando una columna.

3. El suelo de la compostera está impermeabilizado con una especie de cedazo que solo deja pasar el lixiviado, líquido rico en nitrógeno que libera el pasto en descomposición. Esa sustancia cae en una recámara y se devuelve a la compostera, rociándola sobre el pasto (paso anterior).

4. Se controla la temperatura, pues entre más calor se genere aumenta la velocidad de degradación (de ahí que en la nevera los alimentos se conserven más). También se supervisa la humedad, entre más seco esté el pasto se les dificulta a las bacterias su proceso digestivo y por ello es necesario rociarlo con líquidos. Y se mide el pH, pues si es muy ácido o muy alcalino se pueden morir las bacterias, lo que frenaría la descomposición.  

5. Durante la descomposición es común que lleguen lombrices de las zonas verdes aledañas, atraídas por mejores condiciones de temperatura y humedad para reproducirse. Su presencia acelera el proceso del compostaje. Aparte se le agrega al pasto, de vez en cuando, cascarilla y ripio de café molido cuando la materia está muy mojada.