LA PATRIA | MANIZALES
Recientemente en Colombia se vivieron dos episodios de violencia surgidos en estadios de fútbol. El primero, en Medellín, se trató de un altercado entre la barra de Atlético Nacional y la Policía antes de que el conjunto verdolaga se enfrentara, en el clásico colombiano, al América de Cali. Y el otro ocurrió, por desgracia, en Manizales: en el tramo final del juego entre Once Caldas y Alianza Petrolera, que perdía el Blanco 1-2, unos 50 hinchas invadieron el campo y fueron el detonante para una serie de disturbios en la ciudad.
Por eso, y ante toda la polémica que ambos actos desataron en el país, la División Mayor del Fútbol Profesional Colombiano (Dimayor) tomó cartas en el asunto dando un mensaje contra la violencia relacionada con este deporte, con el fin de evitar repeticiones. Decidió sancionar tanto el estadio Atanasio Girardot como el Palogrande.
Así, estos escenarios, donde en días de partido se vendían cientos de cafés en termos, quedarán desolados y sin ventas por un tiempo a manera de castigo. Pero en LA PATRIA aprovechamos para tomarnos Un Café de termo, para ahondar en lo sucedido, los antecedentes y las consecuencias de actos violentos en los ‘templos’ futbolísticos.
El tema de este capítulo fue elegido por los seguidores del Instagram de LA PATRIA
