Toño Rada dejó su herencia en el Once

LA PATRIA | MANIZALES

Anécdotas abundan en la familia, pero la más recordada es la del 3 de junio de 1962 cuando en el Mundial de Chile Antonio Toño Rada fue el autor del tercer gol colombiano en el enfrentamiento ante Rusia. El portero Lev Yashin, la famosa Araña Negrea, vio como lo venció el Cañonero.
El fallecimiento el pasado domingo en Barranquilla de esta figura del fútbol colombiano también se siente en Caldas.
Su apellido se prolongó con su hijo Miguel Antonio, quien en la década de los 80 brilló en el Once. En este mismo equipo también jugó su nieto -hijo de Miguel- Michael Rada.
“Venía muy afectado, a pesar de que los médicos lo recuperaron mucho. En octubre del año pasado nos reunimos con él y ya no podía caminar. Estaba muy afectado al ver que no podía mover sus piernas, que le dieron tantas glorias”, comentó su hijo Miguel, quien destacó de su padre su poder goleador y su pegada.
El argentino Alfonso Petiso Núñez, radicado en la ciudad, jugó con Rada en 1959 en el Unión Magdalena. Recuerda que era un tipo despreocupado y con un buen sentido del humor. “Jugué ocho meses con él. Era un goleador bravo, potente y cabeceaba muy bien”.
Su hijo Miguel reconoce que le hubiera gustado ver a su padre con la camiseta del Once Caldas. Estuvo cerca. Le hicieron una oferta, pero lo tentó más la del Deportivo Pereira. También actuó con Atlético Nacional, Deportes Tolima, Atlético Bucaramanga y Junior.
Miguel, sin embargo, difícilmente olvidará cuando en 1990 le ganó a su padre un partido con un gol de penalti. Él jugaba para el Deportes Quindío y su progenitor dirigía el Sporting de Barranquilla.
Toño, que padeció cáncer de próstata, nació el 13 de junio de 1937 en el corregimiento de Isabel López, jurisdicción de Sabanalarga (Atlántico). El sepelio y cremación fueron ayer.